Limitar a 30 km/h la velocidad en ciudad: la medida estrella para cumplir el ahorro energético que exige Europa

Los ayuntamientos han aceptado la indicación del Gobierno. Si el recorte del 7% en el consumo de gas no resulta suficiente, se reducirá a 110 km/h en autopistas

Atascos en Valencia.
Atascos en Valencia.

A pocos días de que España apruebe el plan de contingencia energética para ahorrar un 7% de gas ante un posible corte desde Rusia, el Gobierno ha acordado con los ayuntamientos la reducción de la velocidad máxima a 30 km/h en ciudad como una de las medidas estrella para alcanzar la reducción de consumo que exige Europa.

Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de las negociaciones, el plan que ultima el Ejecutivo, junto a autonomías y entidades locales, contiene medidas a corto plazo (reducir el alumbrado en horario de madrugada, incrementar el transporte público y rebajar la velocidad en las vías urbanas) y a medio (fomentar comunidades energéticas locales, rehabilitación de edificios y avanzar en la sustitución de energías fósiles por renovables).

El Gobierno defiende que, con medidas de eficiencia, sin apenas afectación en el día a día ni al estilo de vida de la ciudadanía, se logrará reducir una parte sustancial del consumo de gas que exige Bruselas, además del ahorro que supondrá por el previsible aumento de precios el próximo invierno.

Límite de 30 km/h en ciudad

Según ha podido confirmar ECD por fuentes de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), la medida estrella es la indicación del Gobierno a las poblaciones de que reduzcan la velocidad máxima en ciudad a 30 km/h en las vías de alta ocupación, y a 20 y 10 km/h en las de baja ocupación, como las residenciales.

El Ejecutivo ha convencido a los ayuntamientos con el argumento de que la reducción de la velocidad en vías urbanas provoca sinergias que contribuyen al cumplimiento de otras metas transversales.

Destaca, por ejemplo, que bajará la cifra muertes debido a accidentes de tráfico, lo mismo que la fallecidos y enfermedades causadas por la polución y contaminación del aire, el agua y el suelo.

También resalta que la limitación de la velocidad en ciudad contribuye a fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima, y la incorporación de medidas relativas al cambio climático.

Reducción de la siniestralidad

Hay que tener que tener en cuenta que el límite de 30 kilómetros por hora en vías urbanas de un único sentido redujo un 14% el número de fallecidos de mayo a diciembre del año pasado, lo que supone 38 muertes menos frente al mismo periodo de 2019.

Desde el 11 de mayo de 2021, el límite de velocidad en vías urbanas es de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

 

Como resultado, los atropellos descendieron  un 17% respecto al mismo periodo de 2019 y los fallecidos mayores de 65 años, un 22%. Así lo dio a conocer la Dirección General de Tráfico(DGT) el pasado mes de mayo, en el primer aniversario de la entrada en vigor de esta medida.

Los datos del 2021 respecto a los del 2019 muestran que los fallecidos en ciudad han disminuido un 25% y los atropellos han caído un 32%.

Sobre los usuarios de bicicletas, destaca que en 2019 se registraron 21 muertos, frente a 11 del año 2021.

En el caso de los mayores de 65 años, víctimas “especialmente vulnerables”, la disminución es del 40%. La reducción ha sido acusada en el caso de los peatones fallecidos (-32%) los ciclistas (-48%) y las personas mayores de 64 años (-40%).

Límite de 110 km/h en autopistas

En el Gobierno se apoyan también en que, desde que entró en vigor en ciudades el límite de velocidad a 30 km/h en calles de un solo carril por sentido, la DGT ha venido impulsando una política de rebaja de las velocidades máximas con el objetivo de reducir la siniestralidad.

La nueva Ley de Tráfico, Circulación de vehículos y Seguridad Vial, en vigor desde el pasado mes de marzo, introdujo la prohibición de superar en 20km/h el límite de velocidad para adelantar, además de endurecer las penas por incumplimiento de la normativa.

Ahora, con el argumento de reducir la dependencia del petróleo ruso, el Gobierno se plantea por tercera vez reducir la velocidad máxima de 120 a 110 km/h en autovías y autopistas como medida de ahorro energético, si el recorte del 7% en el consumo de gas no resulta suficiente el próximo invierno.

La primera ocasión que esta medida se aplicó en España fue durante la crisis petrolera de 1973, hace casi medio siglo, y la segunda, más recientemente, en 2011. Entre los meses de marzo y julio de aquel año, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero limitó la velocidad máxima a 110km/h en las vías de gran capacidad.

En ese momento, el barril Brent de petróleo alcanzaba precios nunca vistos, y la economía pasaba por su momento más bajo en el contexto de la crisis económica. Esa medida supuso una reducción de un 6% en el consumo de diésel y gasolina.

Menos alumbrado a partir de la 1

El Ministerio de Transición Ecológica también considera que el alumbrado público presenta un elevado potencial de ahorro en el consumo eléctrico, y ya ha definido con los principales ayuntamientos del país los principales campos de actuación

Se cita la “reducción de unos elevados niveles de iluminación”; la mejora de la calidad de las luminarias existentes por otras más eficientes y que reduzcan la contaminación lumínica; y la implantación de sistemas de regulación y control de encendidos y apagados de la instalación y para la reducción de su flujo en horarios de madrugada.

Así, el acuerdo del Gobierno con los municipios sería un control de horario de la iluminación exterior, con fácil adaptación al sector privado. El plan es ajustar horarios e intensidad en la iluminación exterior de los edificios, contemplándose incluso su reducción hasta un mínimo del 50% de la capacidad normal.

Las instalaciones de iluminación de fachadas de edificios, monumentos o infraestructuras, comerciales y rótulos se apagarán a la 1 de la madrugada, según el documento acordado entre el Ejecutivo y los municipios.

Sin cortes de suministro en los hogares

Por el momento, el Gobierno descarta que los hogares sufran cortes de suministro, ya que se consideran “consumidores protegidos”, igual que ocurre con hospitales y centros de dependientes.

Entre las medidas que, en ese caso, sí se contemplan figuran la reducción del consumo de gas en el sector eléctrico, cambiar el combustible en la industria, campañas de concienciación, y obligaciones de reducir la calefacción o el aire acondicionado.

El Consejo de Ministros ya aprobó un primer plan de medidas de ahorro y eficiencia energética en la Administración General del Estado el pasado mes de mayo, con objeto de racionalizar el consumo eléctrico en los edificios públicos.

Se revisa la climatización, iluminación, ocupación de inmuebles y optimización de alumbrado exterior. En el plano organizativo, se reclama impulsar el trabajo a distancia y promocionar el transporte colectivo.

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