Polonia acusa al periodista español Pablo González de trabajar para la inteligencia militar rusa
Le señala como agente del Directorio Principal del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia (GRU), algunos de cuyos agentes se sospecha que pasaron por Cataluña en 2017
Las autoridades polacas concretan su acusación contra Pablo González, un periodista y politólogo vasco, nacido en Rusia, y al que detuvieron el lunes 28 de febrero en Rzeszów mientras cubría la llegada de refugiados desde Ucrania por la invasión militar rusa.
González fue arrestado por la Agencia de Seguridad Interior (Agencja Bezpieczeństwa Wewnętrznego, ABW) de Polonia, dedicada a la contrainteligencia y la seguridad interna del país.
Por tanto, desde el principio se conocía que el periodista -que colabora con medios como Público- estaba acusado de espionaje, en teoría en beneficio de Rusia.
Este viernes, su abogado Gonzalo Boye ha difundido una nota del gobierno polaco en la que se explicita la acusación contra Pablo González: “Fue identificado como agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (GRU)”.
El GRU es el servicio de inteligencia militar ruso, cuyo nombre y siglas se han convertido en conocidas en los últimos años en Europa por las supuestas actividades encubiertas que algunos de sus agentes han realizado en países occidentales, con el objetivo de desestabilizarlos.
Uno de los países por donde se habrían movido los espías del GRU sería España. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón encargó en 2019 a la Comisaría General de Información de la Policía que ampliara la investigación sobre las presuntas actividades de la Unidad 29155 del GRU, especializada en desestabilización, en España, y concretamente en Cataluña.
El País reveló en diciembre de 2019 que al menos tres miembros del Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa viajaron varias veces a Cataluña entre 2016 y 2017, el año de la intentona secesionista: el general Denís Serguéiev, alias Serguéi Fedótov; Alexey Kalinin y Mijaíl Opryshko.
Sobre Pablo González, la Agencia de Seguridad Interior de Polonia asegura que ha realizado “operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista, lo que le permitió viajar libremente por el mundo y Europa, incluyendo zonas de conflicto militar y territorios marcados por tensiones políticas”.
En la nota sobre su detención y la acusación que pesa sobre él, el gobierno polaco acusa al periodista español de estar obteniendo información “que, si bien fue utilizada por los servicios especiales rusos, podría haber tenido un impacto negativo directo en la seguridad interna y externa de Polonia, así como en la defensa polaca. Antes de su detención, tenía previsto viajar a Ucrania para continuar con su actividad”.
Las autoridades polacas aseguran que han encontrado numerosas evidencias de esta vinculación de Pablo González con la inteligencia militar rusa. El periodista y politólogo está formalmente acusado de participar en las actividades de los servicios de inteligencia extranjeros contra la República de Polonia, lo que se castiga con diez años de prisión. Por ahora seguirá en prisión provisional durante tres meses.
El diario Público informó el mismo día de la detención de González que agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) habían visitado a familiares y allegados del periodista, en Cataluña y en el País Vasco, para investigar sus actividades.
