Triple vallado: los antidisturbios cambiaron la protección en torno a Ferraz
El perímetro de la primera noche de incidentes en la protesta contra la amnistía ante la sede del PSOE era más vulnerable, lo que facilitó los intentos de romper el cordón policial
La segunda noche de incidentes en Madrid por las manifestaciones contra la amnistía a los independentistas catalanes tuvo un escenario más generalizado. Si la primera noche los altercados se concentraron en torno a la calle de Ferraz, cerca de la sede nacional del PSOE, al día siguiente las protestas y los choques con la Policía se repartieron por varios puntos de la capital.
La concentración del lunes 6 de noviembre se anunció y convocó en redes sociales. La Policía Nacional se preparó para ello, y por eso desplegó un dispositivo de agentes antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial (UIP) para impedir que los manifestantes se acercaran demasiado a la sede del Partido Socialista.
Las imágenes muestran que el cordón policial estaba formado por una hilera de agentes detrás de una fila de vallas azules. Estaban colocadas una a continuación de otra, formando una única barrera.
Eso provocó que la masa de manifestantes pudiera empujar fácilmente contra la valla, y los agentes, desde el otro lado, tuvieran que hacer fuerza para evitar que se rompiera el perímetro. Hubo algún detenido al intentar saltar la valla.
Triple vallado
Tras los incidentes del primer día, la situación se caldeó y se preveía una mayor afluencia de manifestantes, e incluso mayor violencia, la Policía Nacional se preparó para otra noche de altercados este martes 7 de noviembre.
Uno de los cambios en el dispositivo fue la introducción del “triple vallado”.
Se trata de colocar dos filas de vallas, paralelas, y entre ellas, vallas en zig zag. Las vallas quedan unidas en triángulo, que es el único polígono que no se deforma cuando actúa sobre él una fuerza.
Este entramado de vallas, si está bien formado, dificulta notablemente que el simple empuje de una masa de personas pueda romper la barrera.
En la calle Ferraz
Durante la tarde del martes, los agentes fueron colocando las vallas de esta forma en las calles que rodean la sede nacional del PSOE.
Además, justo detrás del vallado situaron varios furgones, para así también dificultar que los manifestantes pudieran desbordar el cordón policial.
Esta novedad provocó que los manifestantes violentos que se acercaron a las vallas optaran por intentar desmontar el entramado de barreras. Eso provocó la intervención de los agentes antidisturbios en varios puntos, ya que incluso los radicales habían lanzado alguna valla.
Si los agentes se colocan detrás de la valla, para evitar el primer contacto “cuerpo a cuerpo”, es cierto que los manifestantes pueden dedicarse a tratar de desunir las vallas y desmontar esta barrera. Pero en todo caso es un obstáculo mucho mayor que una simple fila de vallas unidas por los extremos.
Ante el Congreso de los Diputados se utilizaron otras vallas, más altas, que se empezaron a usar hace años al registrarse frecuentes protestas, algunas violentas, de grupos de extrema izquierda que llamaban a rodear o asaltar la cámara baja de las Cortes Generales. Por eso ahí no se desplegó el triple vallado en esta ocasión.
Habitual en Cataluña
La utilización del triple vallado se hizo habitual en Cataluña en los momentos de disturbios provocados por los independentistas radicales.
Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional lo utilizaron para alejar a los manifestantes violentos de edificios de Barcelona como la Jefatura Superior de Policía y la Delegación del Gobierno en Cataluña, objetivo habitual de estas manifestaciones.
