Consejos prácticos para mantener un césped sano y bonito

La frecuencia de riego del césped

Corta césped
Corta césped

A través de los profesionales de Tucortacesped.es, hemos podido resumir los cuidados del césped en seis pasos que vamos a detallar a continuación, de manera que conseguiremos no solo que esté en buenas condiciones estéticas, sino también que sea un césped sano y fuerte para mantenerse en perfecto estado durante toda la temporada.

La frecuencia de riego del césped

Atendiendo a la variedad de césped que hayamos plantado, así como a la estación, temperatura y humedad, la frecuencia de riego y el volumen de agua utilizada variarán en cada caso.

Quizás al principio no tengamos muy claro este concepto, pero lo mejor que podemos hacer desde el primer momento es ir observando el césped, ya que en el instante en el que necesita agua podremos ver que las hojas pasan de ser verdes a adquirir un tono azulado o incluso gris, además de que las más viejas empezarán a rizarse ligeramente.

Gracias a ello vamos a poder tener clara la frecuencia necesaria en cualquier estación del año, de manera que no tendremos más que el regular la cantidad y de esta manera tener la total garantía de que está recibiendo el agua que necesita.

A la hora de regar puede ser interesante utilizar un sistema de aspersores, y recuerda que cuando acabes de plantar el césped, la frecuencia de riego será diaria, ya que solo así conseguiremos que germine la mayor cantidad de semillas y lo hagan con fuerza.

Cuidado con las malas hierbas

Las malas hierbas no solo afean el entorno, sino que además también consumen recursos de la tierra, incluyendo tanto la humedad como los nutrientes.

Al ocurrir esto, nuestro césped se verá privado de parte de los aportes que reciba, con lo cual debemos realizar un control regular para evitar que las malas hierbas crezcan más de la cuenta.

Lo ideal es sacarlas de raíz, ya que solo así conseguiremos evitar que vuelvan a crecer.

La importancia del abonado para un césped sano y bonito

Es muy importante que nuestro césped reciba los nutrientes que tanto necesita, destacando el fósforo, el nitrógeno y el potasio.

 

Dependiendo de la variedad que hayamos plantado y de la riqueza del suelo donde lo hagamos, deberemos realizar un aporte regular que podrá variar en cada caso.

Cuando plantemos césped por primera vez, es necesario que realicemos un abonado al mes, pero posteriormente podremos ir ampliando las fechas.

Aireando el césped para una buena salud

Con el paso del tiempo, la tierra se va apelmazando, y ya sabéis que nuestro césped necesita una buena dosificación de aire para respirar y de esta forma desarrollarse de un modo adecuado.

Existen diferentes sistemas para la aireación y el escarificado, procesos que podremos realizar tanto con un rastrillo como incluso con unas sencillas suelas que colocamos bajo nuestros zapatos y nos permitirán airear la tierra con tan solo darnos un paseo por ella.

Cortar el césped con regularidad

Cortar el césped es también otro proceso esencial si queremos mantenerlo en perfectas condiciones.

Recuerda que si dejamos crecer el césped también aumentarán sus necesidades nutricionales, además de que estará más expuesto a plagas, humedades y otros problemas para su salud.

Durante los meses de calor puede ser interesante realizar el corte a unos 6 o 7 cm, mientras que en épocas de lluvia o humedad, lo ideal es bajar hasta los 5 cm.

Cada vez que pasemos el cortacésped, que es una de las herramientas imprescindibles para el césped, deberemos hacerlo en una dirección diferente, ya que solo así lograremos evitar que la planta acabe predispuesta a una postura inclinada, fortaleciendo la raíz y garantizando un mayor esplendor del conjunto.

Recuerda cuidarlo y no exponerlo a daños

Si queremos conseguir los mejores resultados, es importante que además de llevar a cabo el mantenimiento que hemos indicado en los pasos anteriores, también realicemos un control regular para comprobar su buen estado, a la par que evitaremos la exposición a daños innecesarios.

Dependiendo del lugar donde hayamos colocado el césped y de su uso, estará más o menos expuesto al tránsito o a elementos que lo puedan dañar, pero de cualquier manera, el objetivo será prestar especial atención para detectar a tiempo si no se encuentra en perfectas condiciones, reduciendo así el riesgo de que se deteriore más de la cuenta, y permitiendo una recuperación efectiva desde los primeros días.

Siguiendo estos pasos y recomendaciones, veremos que nuestro césped sano siempre se mantendrá verde y en las condiciones más adecuadas en materia de apariencia y salud, logrando de este modo evitar los daños habituales que se producen por carencias y, con más frecuencia, durante los meses de otoño e invierno.

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