El ‘alisado japonés’ se pone de moda. Proliferan las peluquerías orientales por sus reducidos precios y amplios horarios
Las peluquerías chinas están de moda. En España ha aumentado notablemente en los últimos meses el número de centros dedicados a la estética y la belleza regentadas por ciudadanos orientales.
El número de peluquerías chinas ha aumentado considerablemente en los últimos meses, sobre todo en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. En estas ciudades ya no es extraño encontrar calles donde abundan este tipo de negocios, como la calle Leganitos, en la capital, en la que poco a poco van surgiendo negocios regentados y dirigidos, principalmente, a ciudadanos chinos.
Estas peluquerías orientales están abriéndose rápidamente un hueco en el mercado fundamentalmente debido a dos factores: sus reducidos precios y sus amplios horarios.
La mayoría de estos negocios abren de lunes a domingo desde primera hora de la mañana hasta las once de la noche, diferenciándose mucho de las peluquerías tradicionales donde las jornadas laborales son mucho más cortas. En cuanto a los pecios, la diferencia también es muy acusada: las peluquerías chinas lanzan ofertas a las que es difícil hacer competencia.
Éstos son los precios de uno de estos locales orientales situado en el barrio de Vallecas (Madrid) y los de varias peluquerías tradicionales del mismo barrio:
Pel. China Pel. Tradicional 1 Pel. Tradic.2
-- Lavar, secar y alisar, pelo largo 8 € 18€ 15€
-- Lavar, corta, alisar 12€ 20€ 25€
-- Lavar, cortar, tinte y alisar 30€ 40€ 45€
Al principio, estos negocios se centraban más en los aspectos de peluquería, pero poco a poco han ido ampliando servicios a tratamientos de belleza, manicura, depilación, etc.
Trabajadores de algunas peluquerías tradicionales han afirmado a ECD que “se ha notado un descenso de clientes desde que empezaron a surgir este tipo de locales. Trabajan de sol a sol y cobran ‘dos perras’, esto nos está haciendo mucho daño, en los últimos meses han abierto muchas peluquerías de este tipo, y lo notamos”, aseguran.
Entre los clientes se encuentran opiniones de todo tipo: los que se oponen a estos negocios aseguran que “no son sitios de fiar, pueden ser tapaderas de otra cosa”, afirma un vecino que vive cerca de uno de estos negocios haciendo referencia a la redada que se hizo el pasado mes de febrero en peluquerías Chinas de Barcelona, donde se realizaban prácticas sexuales de forma encubierta. Otros se refieren a cuestiones más prácticas: “Si en una peluquería normal te pueden hacer un corte que no quieres por un malentendido, en una de estas que ni siquiera te entienden”.
Sin embargo, otros usuarios están encantados: “Los precios no tienen comparación y no he tenido ningún problema para que entendieran lo que quería hacerme en el pelo, yo pienso volver”, afirma una clienta de uno de estos negocios.