José Apezarena

La derrota de Pedro Sánchez es posible

Pedro Sánchez se marcha tras perder la segunda votación de investidura.
Pedro Sánchez se marcha tras perder la segunda votación de investidura.

Faltan dos semanas para las elecciones del 10-N, y con el final de octubre comenzará la campaña propiamente dicha, aunque lo cierto es que llevamos meses padeciendo una interminable precampaña.

El interés principal aparece hoy centrado en las encuestas. Sobre todo desde que han empezado a pronosticar que el PSOE no tiene fácil repetir mayoría, y que incluso podría perder la que ahora ostenta y quedar segundos, detrás de los populares.

En efecto, el PP ha ido recortando distancia, se encuentra a menos de seis puntos, y los expertos dicen que, si llegara a colocarse a tres, el vuelco sería posible.

Para tamaño sorpresón solamente haría falta acumular un factor más: que los votantes del PP se creyeran que la victoria está al alcance de la mano. Eso les llevaría masivamente a las urnas, rompiendo cualquier tentación de quedarse en casa.

Por ese motivo, Pablo Casado ha introducido en su campaña como objetivos prioritarios conquistar el voto de las mujeres y de los jóvenes, sabedor de que la abstención femenina es más elevada, y de que los menores de 30 años se le están yendo a Vox.

Pedro Sánchez no calculó que el efecto no-Gobierno, es decir, el fracaso de la investidura y la consiguiente repetición electoral, le iba a penalizar a él, como en realidad está ocurriendo. Para muchos, existe un culpable de la anomalía de tener que celebrar las cuartas elecciones en cuatro años, y ese es el presidente del Gobierno y líder del PSOE.

Tampoco tuvo en cuenta que la crisis económica empieza a ser una realidad, o las acusaciones de tibieza y pasividad en apagar los incendios desatados en Cataluña.

Ahora, acosado por las bajas previsiones de las encuestas, Sánchez ha decido apostarlo casi todo a la “operación Franco”.

Sin embargo, tal vez no ha tenido en cuenta la posibilidad de un efecto boomerang.

 

La aparatosa y televisada exhumación de Franco quizá pueda movilizar a la izquierda, pero lo que parece más seguro es que va soliviantar a amplios sectores de la derecha y del centro, motivados al percibir que por detrás se esconde el revanchismo, la intención de reescribir la historia y hasta ocultos deseos de venganza.

Esos sectores de derecha y centro se han percatado de que un asunto (Franco, la guerra civil) que tenía que estar olvidado ha sido resucitado solo por interés electoral.

Y tampoco habría que descartar que, en amplios sectores de la población, se desate un movimiento de “todos contra Sánchez”, el mensaje de que “hay que echar a Sánchez”, y, más aún, de que ese objetivo “es posible”.

Una pulsión elemental semejante sin duda aglutinaría también a actuales votantes de Vox y de Ciudadanos, porque encendería a tope el famoso, y en su caso peligroso, voto útil.

Así que el sorpasso del PP al PSOE todavía parece posible. Difícil, por supuesto, pero posible.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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