Qué requisitos tiene que cumplir el emérito Juan Carlos
A primeros de febrero se cumplirá un año y medio desde que don Juan Carlos decidió abandonar España, aquel sorprendente día de agosto de 2020.
El rey emérito está deseando regresar. Lo ha comentado repetidamente, entre otras cosas porque empieza a estar más que harto del exilio de Abu Dabi. Incluida la soledad.
Sin embargo, la oportunidad aún no se ha presentado. Y las condiciones no son todavía adecuadas.
Como es una evidencia, don Juan Carlos no volvió a España antes de Navidad, a pesar de lo que algunos habían anticipado (incluso dando una fecha para el aterrizaje en Madrid, el 17 de diciembre). Tampoco lo ha hecho en vísperas del 5 de enero, el día de su 84 cumpleaños, como él llegó a planificar y esperar.
Y todo indica que no lo hará en este mes de enero.
Para el retorno del rey emérito tienen que cumplirse varias condiciones.
La primera, que, definitivamente, la fiscalía española archive las diligencias sobre las cuentas en Suiza y las comisiones ingresadas en ellas, como han ya decidido sus colegas suizos al no haber conseguido demostrar nada.
Es un paso muy sencillo y rápido, porque, aunque la Fiscalía del Supremo prorrogó seis meses el plazo para tomar la decisión, no resulta imprescindible cubrir todo ese tiempo: puede archivar en cualquier momento.
El segundo requisito es que se solvente el otro proceso judicial que ahora amenaza a don Juan Carlos: la demanda interpuesta en Londres por su ex amiga Corinna Larsen, que le ha acusado de espionaje y acoso. La corte londinense debe decidir si admite y tramita el sumario o no, y hasta entonces habrá que esperar.
Cumplidas esas dos primeras condiciones, don Juan Carlos podría regresar a España.
Son cada vez son más los ciudadanos partidarios de permitir el retorno del rey emérito. De acuerdo con los últimos sondeos, la mayoría quiere que vuelva. Pero cumpliendo algunas condiciones.
Un alto porcentaje exigen que, una vez en España, don Juan Carlos no viva en La Zarzuela, no conserve el título, y no tenga una asignación económica.
La retirada del título de rey resulta muy sencilla desde el punto de vista material y legal. Bastaría con aprobar un real decreto que anule el real decreto de 2014 que le otorgó el título coincidiendo con la abdicación. El problema es que eso significaría retirárselo igualmente a doña Sofía, lo cual complica las cosas porque ella no debería tener que ‘pagar’ por los hechos de su marido.
Lo de privarle de una asignación económica es superfluo reclamarlo, ya que don Juan Carlos no tiene ninguna. Pero, por lo visto, la gente no lo sabe. Le fue retirada por su hijo el 15 de marzo de 2020, después de que hubiera anunciado que dejaba cualquier actividad institucional y, sobre todo, se descubriera la existencia de las cuentas en Suiza.
En cuanto al requisito de que no tenga su residencia en La Zarzuela, desde el punto estrictamente legal no es posible ahora mismo, porque, además de haber sido ‘su casa’ de toda la vida, sigue siendo su domicilio.
En los días previos a la salida de España, esa era una de las medidas que apoyaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sin embargo, en la práctica es muy sencillo: basta con que no vuelva a palacio.
Habría que resolver dónde se alojaría, pero eso no supone dificultad grave: puede acogerle uno de sus muchos amigos, optar por un hotel, instalarse con la infanta Elena, ocupar la casa de Sanxenxo…
Dicho lo cual, el requisito definitivo que necesita don Juan Carlos es que su hijo, el rey Felipe VI, dé el visto bueno al regreso. Lo cual no resulta tan evidente. Porque, por todo lo dicho hasta ahora, La Zarzuela tiene claro que aún no ha llegado el momento.
A ese respecto, el Gobierno se ha quitado de en medio y ha decidido que se trata de un asunto que tiene que resolver la Casa Real. Desde el equipo de Pedro Sánchez consideran ahora que es La Zarzuela y el rey Felipe VI quienes deben tratar este asunto y decidir si vuelve o no, y en qué condiciones.
Don Juan Carlos desea regresar, pero no lo hará sin el “permiso” de su hijo. Él mismo lo ha dejado claro en más de un ocasión, diciendo que lo hará con el “visto bueno” tanto de La Zarzuela como del Gobierno. Insistió en que él no quería “crear problemas”.
El permiso de su hijo es el requisito principal que tiene que superar el rey emérito. Y Felipe VI tiene que verlo claro. Si no...
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