Las vacaciones de Iván Redondo
No sé si Iván Redondo se habrá ido de vacaciones. Espero que sí. Por su bien. Y hasta por el nuestro, dadas las altas responsabilidades que lleva. Muchas de las cosas que él decide tienen inmediata repercusión en la existencia de los españoles.
Si se ha marchado, siguiendo el ejemplo de su jefe, imagino que habrán sido unos primeros días de asueto con cierta preocupación. Motivo: la descalificación absoluta de la gestión de la pandemia de coronavirus por el Gobierno. No es asunto menor.
A finales de junio, el director del gabinete del presidente del Gobierno compareció en el Senado, en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional.
Redondo, que varias veces se definió como un “humilde asesor”, defendió la gestión de la pandemia por parte del Gobierno Sánchez, con estas rotundas palabras: “Se puede hacer diferente, pero que con la información disponible, es difícil hacerlo mejor”. Rotundas contundentes palabras.
Bueno, pues no es así, sino todo lo contrario. La realidad es que, visto lo visto, es difícil hacerlo peor.
Veamos. La Universidad de Cambridge acaba de publicar un informe sobre la gestión del Covid en el mundo, y España aparece como el país que peor lo ha hecho de todos. El peor.
A lo cual se suma que veinte expertos españoles en salud pública acaban de solicitar, en la revista The Lancet, que una comisión de médicos independientes evalúen la gestión del coronavirus en España.
Y si hasta aquí la actuación frente al virus puede calificarse de catastrófica, las cosas no van mucho mejor ahora, la vista de la multiplicación de contagios. Hasta el punto de que en algunas poblaciones se ha repetido el confinamiento de la población. Como al principio.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, comparando cifras con Italia, el primer Estado europeo en el que aterrizó la pandemia, España ha registrado en el último mes ocho vez más contagios que Italia.
Son disgustos que dan quienes estudian las cosas seriamente, como ya ocurrió con las cifras de muertos que da el Gobierno (28.432) y las que han evaluado medios independientes y serios (44.868).
Imagino que, aunque se haya ido de vacaciones, Iván Redondo estará empezando a planificar cómo contrarrestar un mensaje tan negativo para el Gobierno y para su presidente.
Negativo y muy peligroso, porque, si se asentara en el sentir colectivo de los españoles la certeza de tan grave fracaso por incapacidad de gestión, eso puede pasarle una costosa factura a Pedro Sánchez en el caso de celebrarse elecciones.
Bueno, imagino que Iván Redondo se habrá marchado de vacaciones, ¿no?
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