Las sospechas surgieron tras el desplome del valor en Bolsa

La CNMV investiga un ataque especulativo contra el Banco Popular

Sigue el rastro a grandes fondos de inversión que realizaron “ventas en corto al descubierto” con acciones que no tienen. Extrañas compras antes del anuncio de la ampliación de capital

Ángel Ron, presidente del Banco Popular (Foto: José Luis Roca).
Ángel Ron, presidente del Banco Popular (Foto: José Luis Roca).

Ataque especulativo contra el Banco Popular. La CNMV está investigando operaciones sospechosas protagonizadas por grandes fondos de inversión sobre el capital de la entidad, a raíz de la ampliación anunciada a finales de la semana pasada.

Entre el jueves y viernes pasado, los títulos del Popular perdieron un 32,51% de su valor en Bolsa. Las acciones arrancaron, tras anunciarse la noticia, con caídas del 25%. Las órdenes de venta fueron muy superiores a las de compra.

Fuentes financieras consultadas por ECD explican que la caída no fue mayor, cuando el descuento del precio de la ampliación es del 47%, por las ventas de los principales inversores a corto del capital de Banco Popular.

La CNMV no ha pasado por alto que la hemorragia se suavizó este lunes. La cotización repuntó un ligero 0,63%, con los inversores más tranquilos, después de conocerse que la entidad había recibido demanda para la ampliación de capital por más de 4.000 millones de euros.

Detrás de las ventas en corto al descubierto

Las sospechas de las autoridades bursátiles comenzaron tras el desplome del valor en Bolsa.  Al cierre del jueves, las caídas alcanzaban el 26,49%, hasta los 1,73 euros por título. La cotización se situaba en el entorno de los mínimos de 1992.

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes financieras conocedoras del proceso, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comenzó entonces a seguir los movimientos de varios fondos de inversión. Se centró en aquellos operadores que realizan “ventas en corto al descubierto” (los llamados ‘naked short selling’, en inglés).

La mecánica de estos operadores consiste en vender títulos que no son propiedad del inversor, sino que se toman prestados (uno actúa “al descubierto”). Se actúa en plazos cortos de tiempo, apostando que van a bajar para después recomprarlos, devolver el préstamo y embolsarse la ganancia.

Si un título vale 100 euros y el inversor cree que va a bajar, por ejemplo a 80 euros, vende el título y, cuando efectivamente baja, lo recompra, lo devuelve y se embolsa la plusvalía, en este caso 20 euros. El efecto inmediato de este modo de proceder es que se favorecen las ventas y el valor se va desplomando en bolsa.

Una de las pistas que ha desencadenado esta actuación surgió después de comprobar que algunos de estos inversores habían aumentado, justo unos días antes del anuncio de ampliación de capital, sus cortos sobre el Popular con la idea de vender después las acciones.

El “naked short selling” está prohibido

Sin embargo, la normativa española prohíbe taxativamente vender títulos que hayan sido tomados prestados previamente. Se considera una infracción grave tipificada en el artículo 100, letra e), de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores.

 

Hay que recordar que los grandes inversores se aprovechan de que las operaciones bursátiles se liquidan a los tres días hábiles. Por eso a principios de esta semana, al recibir las acciones, estaban todavía a tiempo de atender la liquidación.

El desplome deja en inferioridad de condiciones a los pequeños accionistas, que no pueden vender y se encuentran con fuertes pérdidas que, además, van creciendo paulatinamente.

Desde 2010, la CNMV exige que le comuniquen toda posición corta sobre cualquier valor cotizado español que supere el 0,2% del capital social (aunque no se dan a conocer al mercado) y hace públicas las inversiones bajistas que excedan del 0,5% del capital.

Pero en el año 2011 las autoridades bursátiles de España, Francia, España, Italia y Bélgica fueron un paso más allá y prohibieron temporalmente las ventas a corto de los títulos de determinados bancos para protegerlos de los ataques de los inversores, que estaban lastrando su cotización y, al mismo tiempo, arrastrando al conjunto de las bolsas a una espiral bajista que encendió todas las alarmas.

Acoso de los especuladores a la banca mediana

La banca mediana, encabezada por el Popular, Bankinter y el Banco Sabadell, han tratado en los últimos años de frenar el levantamiento de esa prohibición de las operaciones a corto.

Las autoridades bursátiles no han considerado necesario mantener este veto, después de superar las turbulencias sobre la deuda española en los peores años de la crisis económica, cuando la prima de riesgo se mantenía disparada durante varias semanas consecutivas.

No obstante, las entidades medianas no han dejado de trasladar su preocupación al ministro de Economía, Luis de Guindos y a la CNMV. Pero mientras Economía se mostraba receptiva, la CNMV y, sobre todo, Bruselas, no se muestran partidarias del veto. Eso sí. Ahora investigan posibles abusos.

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