Los logros de Fabio Capello

Además de aumentar considerablemente su cuenta corriente, los logros de Fabio Capello, en su segunda venida a España, se centran fundamentalmente en haber conseguido “cabrear” a la práctica totalidad de la plantilla del Real Madrid, tener molestos a lo informadores, desasosegado al público del “Santiago Bernabéu” y haber propiciado que varios de los mejores futbolistas del mundo –que fueron titulares con sus respectivas selecciones en el último mundial- hayan abandonado el club blanco de mala manera y sin ningún beneficio económico para la tesorería de “Concha Espina”.

Capello ha afirmado que siempre respeta a sus jugadores. Quien tiene constantemente en la boca la palabra “profesional” declara, sin sonrojo, que los jugadores están gordos, que no entrenan, que no parecen futbolistas, que se dedican a los pases de modelos, que no trabajan… una forma de respeto un tanto “sui generis”.

Capello llegó al Real Madrid como el sargento de hierro y, a la vista de los resultados, no sólo los estrictamente clasificatorios -y según él mismo comenta- los jugadores siguen haciendo su vida. Todo el mundo tenía la idea de un Madrid de fútbol feo pero eficaz y firme en defensa. Se refuerza con fichajes recomendados por él, el centro del campo y la zaga, se margina a centrales que ahora son imprescindibles, pero la defensa sigue sin carburar pese a lo “balones de oro” que la adornan y no se crea todo el juego necesario. Aún está por ver el rendimiento de los fichajes que aconsejó.

Si alguien sabe cuál es el sistema del equipo será un sabio del fútbol. Salvo el portero, ha habido partidos en los que todos los jugadores han cambiado, más de una vez, de posición a lo largo de los 90 minutos. Los espectadores se aburren y lo que era uno de los campos en los que más se disfrutaba viendo un buen fútbol, se convierte, domingo tras domingo, en albergue de un tedio insoportable.

Los mismos jugadores que gordos, sin entrenar, haciendo su vida y dedicándose al “glamour”, eran lo ídolos de la afición, ganaban partidos, encandilaban con su juego y asustaban a los equipos contrarios, se han marchado hartos o han sido obligados a irse. Los sustitutos no mejoran, ni con mucho, lo que llegaron a ser y a suponer en el equipo los que ahora juegan en otras ligas y que han salido, devaluados en millones de euros gracias a las “respetuosas” declaraciones del técnico italiano.

Si todo lo que se le ocurre al entrenador del que es el mejor equipo de la historia consiste en jugar en su campo con ocho -y hasta nueve jugadores- por detrás del balón, dedicarse a defender un gol frente a equipos teóricamente inferiores y descapitalizar un club con declaraciones inoportunas y ofensivas para la plantilla -que parece ser la única culpable del desaguisado- la vuelta desde Italia no ha podido ser más nefasta.

Que no se mire a una clasificación liguera engañosa. Independientemente de la eliminación de la Copa del Rey, eso sería camuflar la malísima gestión de un entrenador que no se ha enterado que dirige a un equipo de fútbol, que lo que tiene que hacer es jugar al fútbol y no correr sin ton ni son para dar la falsa sensación de entrega y de que algo ha cambiado.

Capello no se ha enterado de que sus once hombres son futbolistas y no corredores de no se sabe qué especialidad. Y además tampoco debe de saber que el juego del fútbol consiste en meter goles y, si es posible, alguno más que el contrario.

Posiblemente la edad no perdona, en el fútbol, ni siquiera a los entrenadores.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato