Raca, raca, raca... con el franquismo y Franco

El Gobierno acaba de desvelar, en una respuesta parlamentaria dirigida a Amaiur, que no ha gastado ni un sólo euro en retirar vestigios franquistas de los edificios o complejos propiedad de la Administración General del Estado, desde que tomó posesión en diciembre de 2011. Pues me parece muy bien.

Qué quieren que les diga. Parece que este país y sus gentes están bastante más necesitadas de otras muchas cosas que de emplear ni un sólo céntimo en este tipo de cruzadas. Es más. Visto ahora con perspectiva, quizás el Gobierno Zapatero se empeñó tanto en batallitas ideológicas de este tenor que descuidó por eso lo principal: las cuentas públicas, la gestión del dinero de todos los españoles.

No lo sé. En cualquier caso, agota comprobar cómo algunos (en este caso, los representantes de Amaiur) siguen empeñados en su raca, raca, raca con el franquismo y Franco. Insisto: ¡con la que está cayendo!

Además, ya he dejado claro en alguna ocasión que este tema me resulta cansino y agotador.

Tuve un abuelo en cada bando de la guerra civil española. Por lo que ese enfrentamiento dejó dolor en la familia pero así, en general. Crecí al margen de consignas familiares. Hubo agraviados y ofendidos bajo las dos banderas. La contienda fue un periodo vergonzante y el franquismo tampoco se mostró un digno vencedor.

Por eso siempre me pareció loable el empeño de los grandes políticos de la transición por pasar página. De no ajustar cuentas con nadie porque todos tendrán, sin duda, algo que reclamar legítimamente.

Esta es la razón por la que nunca vi prudente esa Ley de la memoria histórica diseñada para contentar a un solo bando. No me parece digno de un político el jugar con los muertos, esa actitud de ajustar cuentas desde el poder.

Si encima padecemos una crisis social y financiera como la que estamos viviendo, como para ponerse encima a reabrir heridas y a dividir a un país...

Más en twitter: @javierfumero

 
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