A Cheyenne Cherry, la adolescente que cocinó al horno al gato de su compañera, a modo de venganza

Cheyenne Cherry, una aparentemente tranquila muchacha de color del barrio del Bronx, decidió meter al horno al gato de una amiga. Unas versiones dicen que fue por venganza y otras que fue por hacer una broma. El pobre gato murió, asado vivo. Y ahora, la joven Cheyenne afronta una condena en el reformatorio. Que acepte, además, esta guindilla en memoria del pobre animal.

 

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