¿Concursos publicitarios públicos amañados?

El año publicitario ha terminado muy movido. ¿El motivo? El enfrentamiento entre dos conocidas agencias de publicidad (Contrapunto y Zapping) como consecuencia de las dudas manifestadas por la segunda respecto a la ‘limpieza’ en la adjudicación de dos campañas por parte del Instituto de la Mujer. El lío se montó hace poco con una carta enviada a los medios especializados por parte de Vicente Hernández, consejero delegado de Zapping, en la que ponía en duda el proceso de adjudicación de dos concursos a Contrapunto por parte del citado organismo público. Una de las campañas se refería al maltrato de la mujer y otra a la igualdad en las tareas domésticas. Desde que llevo metido en esto nunca había visto a nadie señalar con el dedo acusador o insinuador. Sí había escuchado muchas cosas en este sentido, pero siempre off the record o como comentarios de pasillo. Zapping ha ido más lejos. Unos lo llaman valentía y otros osadía. Unos piensan que el directivo de Zapping se ha pasado tres pueblos y otros que se ha quedado corto. Lo cierto es que esta vez se ha señalado con el dedo públicamente. Y esto ya no es una broma. Tan serio que, si nadie lo remedia, es muy probable que el caso termine en los tribunales. Por el bien de la profesión parece que sería positivo conocer la verdad hasta el final. En El Periódico de la Publicidad hemos reproducido textualmente la visión de unos y de otros sobre las campañas de dudosa adjudicación. Sabemos que Contrapunto ya ha dejado el caso en manos de Ricardo Pérez-Solero. Parece que el presidente de la agencia, Carlos Martínez-Cabrera, no quiere precipitarse en poner una demanda. Sin embargo, muchos profesionales de su agencia se muestran escépticos con una posible rectificación. El caso puede crear un precedente muy serio en un sector en el que los concursos públicos no son especialmente bien vistos por ser indiscriminados y, muchas veces, no remunerados. Sea como fuere, el debate Zapping-Contrapunto ya está en boca de todos. Muchos creativos argumentan que en briefings tan cerrados es muy fácil que se produzcan ideas creativas similares. Otros comentan que a veces hay muchas casualidades. Demasiadas, dicen. Habrá que esperar para ver cómo termina el culebrón. El precedente ya está creado. ¿Quién será el siguiente?

 
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