La última gansada “progre”

Como lo escuché anoche, entre ronquidos, en el programa “La Estrella Polar” que dirige de madrugada J. J. Esparza en la Cadena COPE, llegué a pensar que era una pesadilla. Me equivoqué. Han pasado unas horas, he hecho las pertinentes comprobaciones, y la tragedia cultural se ha confirmado. Primero, la tristeza por el sectarismo del hecho. Inmediatamente después, la sonrisa. Ésta ha dado paso a la risa, abierta y espontánea. Finalmente, la carcajada lacrimosa. Y ahora, el aplauso sonrojante ante el ridículo por el que atravesará durante los próximos tiempos una conocida artista, por razones incomprensibles y, que yo sepa, de manera totalmente voluntaria. Pero en fin: lloren o disfruten con el relato de los hechos.

No daré muchas vueltas. Porque los hechos, a veces, hablan solitos. Recuerden uno de los fragmentos más conocidos y más hermosos de la emblemática jota de “La Dolores”, del maestro Bretón, estrenada en 1895 e interpretada por multitud de artistas en otras tantas ocasiones a lo largo de la historia cultural de España. Dice así:

“Aragón la más famosa

es de España y sus regiones

Aragón la más famosa

porque allí se halló la Virgen

y aquí se canta la jota”

Observen ahora en qué ha transformado ese mismo fragmento la cantante Carmen París, en su particular versión de esta jota que se incluye en el disco “Zarzuela+pop” que, editado por la Fundación Autor de la SGAE, acaba de salir a la venta:

“Aragón la más airosa

 

es de España y sus naciones

porque aquí te sopla el cierzo

y aquí se canta la jota”

Como no tendrán ganas de jugar a buscar las diferencias, se lo resumiré. Para Carmen París, Aragón ya no es “famosa”, como ha sido desde 1895 hasta 2007, ahora es “airosa”. Debe ser por los aires de la Expo Zaragoza, o por el cambio climático del millonario Al Gore, o vaya usted a saber. Para Carmen París, España ya no tiene “regiones”, sino que tiene “naciones”. Esto está más claro por qué es. Y en Aragón, donde al parecer, desde 1895 hasta nuestros días, se hallaba la Virgen del Pilar, hoy simplemente “sopla el cierzo”. Esto último, les prometo que no se lo puedo explicar, porque yo mismo no lo entiendo. Sólo hay algo que me queda claro: Carmen París está dispuesta a hacer lo que sea, incluso el ridículo, con tal de eliminar de esta jota a la Virgen del Pilar.

No acostumbro a conjeturar gratuitamente, y me gustaría que la propia artista nos explicase por qué ha decidido desvirtuar la genial idea de este disco de la Fundación Autor, con la gansada esa del “cierzo”, que además es un viento que queda bien sólo en muy contadas ocasiones, como en la letra de “Camino Soria” que popularizó el gran Jaime Urrutia, en donde suena de maravilla.

He encontrado hoy una entrevista a Carmen París -en larepublicacultural.es- en la que casi anticipa la vergonzante censura que llevaría a cabo en este disco: “hasta los 20 años: iba a misa, cantaba todos los domingos… porque mi madre me había educado así. Pero mi madre era de las comunidades cristianas de base, entonces yo estudiaba religión en el instituto, y oí hablar de los teólogos de la Liberación”. Según su propio relato, la artista sintió entonces mucho interés por la “teología de la liberación” y fue esta la razón por la que abandonó la fe católica: “cuando me enteré que la iglesia les excomulgaba”.

Tal vez la cantante pueda pensar ahora, que, en efecto, por eso la Iglesia los excomulga. Porque ella misma empezó por la “teología de la liberación” y ha terminado censurando a la Virgen del Pilar en la jota de “La Dolorosa”. Que ya debería saber, esta aragonesa nacida en Tarragona, que de todas las maldades que se le pueden hacer a un aragonés –y a cualquier español de cualquiera de las naciones de nuestra discutida España-, despreciar a la Virgen del Pilar es, con diferencia, la más grande. Y, en este caso, además, la más grosera.

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