Crece la violencia en las cárceles

Bolis pistola, pinchos hechos con huesos, navajas en bocadillos y hondas con calcetines

Las nuevas armas que han incautado los funcionarios de prisiones a los presos

Armas portada.
Armas portada.

La tensión en las prisiones españolas entre funcionarios e internos va a más. Los profesionales denuncian continuas agresiones y amenazas de muerte. Llaman la atención sobre las nuevas armas que tienen los reclusos a su disposición.

Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía… Los sucesos violentos se repiten prácticamente a diario en todas las cárceles del territorio español. Los funcionarios, alarmados por la agresividad de los presos, han difundido algunas de las nuevas armas que emplean los reclusos:

-- Pinchos. Afilan huesos de pollo o de cualquier otro alimento y los convierten en armas blancas. Consiguen afilan al máximo las puntas de estos restos de comida que se guardan y confeccionan en sus celdas.


-- Lápices utilizados como punzones. Afilan al máximo los lapiceros para convertirlos en armas blancas.


-- Hondas. Fabrican hondas manuales empleando un calcetín y lanzando una lata llena de cualquier material (arena o líquido).

-- Navajas camufladas en bocadillos. Parecen simples bocatas, pero en realidad ocultan navajas que podrían causar serios daños a los funcionarios.


-- Bolígrafos convertidos en pistolas. Se han incautado armas camufladas como bolígrafos. Como se puede ver en la imagen, con la apariencia de un estilográfico introducen en el interior de la prisión estas armas.

 


Todas estas armas han sido difundidas en el último número de la revista de la Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP).

Las agresiones, como destacan los funcionarios de prisiones, han aumentado tanto en número como en gravedad. Un ejemplo es lo ocurrido el pasado 21 de marzo en la cárcel de Ocaña 2. Así lo relatan:

-- En torno a las 20:30 horas, cuando se procedía al cierre de celdas en el Modulo 3, dos internos no están en su celda; observando los funcionarios a cargo del modulo que se encuentran en otra galería, se les ordena que vuelvan a su celda para el cierre, a lo que estos hacen caso omiso. Valorada la situación por el encargado del modulo y los funcionarios, deciden que lo mejor es cerrar al resto de la población reclusa para, así, aislar el problema y solucionarlo cuando los demás internos estuvieran ya cerrados en su celda.

-- Efectivamente, una vez efectuado el cierre, se les informa a los internos que se les va iniciar un parte disciplinario por su actitud, ante lo cual estos empiezan a gritar “haced lo que os salga de los hue… que no sabéis hacer otra cosa”.

-- Ante esta actitud amenazante y ante la sospecha de que puedan ocultar algún objeto o elemento punzante, lo que se valora es realizarles un cacheo ordinario; los reclusos, al observar que van a ser cacheados, comienzan a dar voces gritando “vosotros a mi me vais a cachear por los coj… sois unos hijos de p… y os voy a matar”, y acto seguido se abalanzan sobre los funcionarios propinándoles múltiples puñetazos y patadas y consiguiendo tirar al suelo a uno de ellos dándole brutales patadas en la cabeza y cuerpo, ocasionándole con ello numerosas lesiones.

-- Debido a la agresividad mostrada por parte de los dos internos y ante la imposibilidad de reducirles, los compañeros afectados deciden encerrarlos en una de las galerías avisando al Jefe de Servicios, el cual se presenta en la estancia con varios compañeros de otros módulos y consiguen reducirles, trasladándoles posteriormente al Módulo de Aislamiento, siéndoles aplicado el Aislamiento Provisional (Art. 72 R.P.).

-- Debido a la salvaje agresión, todos los funcionarios resultaron con lesiones de diferente gravedad, llevando la peor parte un compañero que, debido a la gravedad de éstas, tuvo que ser evacuado a Urgencias del Centro de Salud más cercano al Establecimiento donde, a través de la exploración médica que se le efectúa, se le aprecian múltiples lesiones, siendo la más grave la producida en cabeza (traumatismo craneoencefálico) y en un pie. Como consecuencia de las lesiones sufridas este funcionario se encuentra en situación de incapacidad laboral.

Otro suceso ocurrió hace unas semanas en el centro penitenciario Las Palmas 2. Así lo describen los funcionarios:

-- Durante el tiempo de patio, dos internos que estaban en el patio comienzan a agredirse entre ellos, uno de ellos armado con dos "pinchos", y una "honda" (calcetín con una lata dentro) por lo que los funcionarios de servicio acuden rápidamente para impedir dicha agresión, poniendo en peligro su integridad física, y el interno R.M.E armado la emprende a golpes y mordiscos con los funcionarios, resultando herido con mordidas y contusiones uno de ellos, y los demás con varias contusiones.

-- El funcionario mordido tiene que ser atendido en la enfermería del centro y se debe de activar el protocolo de accidente bacteriológico, lo que le supone varias pruebas médicas y profilácticas.

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