Un capitán, obligado a indemnizar a un alumno herido en el curso de ‘boina verde’

El Supremo confirma la condena por imprudencia con resultado de lesiones. El oficial tendrá que pagar más de 53.000 euros

Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).
Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).
  1. 2.250 euros de multa, 51.527 de indemnización
  2. Curso de Operaciones Especiales
  3. Cruce de un río en altura sobre cuerdas
  4. “Muy arriesgado”
  5. “No ejerció la suficiente energía de retención”
  6. Fractura, operación y meses de baja
  7. “Falta de investigación”
  8. “Fallo humano”
  9. No le echaron del curso
  10. El subteniente fue absuelto
Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).
Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).

La justicia militar investiga la muerte de dos soldados de la Brigada Guzmán el Bueno X del Ejército de Tierra, que fallecieron ahogados en un lago durante un ejercicio de paso de agua.

El Ejército de Tierra ha retirado el mando al capitán que mandaba a ese grupo de militares, oficial al que han señalado algunos de los participantes en el ejercicio.

Precisamente a otro capitán, pero de Infantería de Marina, le acaban de confirmar una condena penal por un delito contra la eficacia del servicio en su modalidad de imprudencia menos grave con resultado de lesiones, por su responsabilidad en un ejercicio en el que no hubo muertos, en esa ocasión, pero sí resultó herido otro militar.

2.250 euros de multa, 51.527 de indemnización

La Sala Quinta, de lo Militar, del Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación que ese oficial presentó contra la sentencia condenatoria contra él que había dictado el Tribunal Militar Territorial Tercero, que el 14 de abril de 2023 le impuso una pena de cinco meses de multa con una cuota diaria de 15 euros, es decir, un total de 2.250 euros, el delito de imprudencia ya mencionado.

Además, le condenó a pagar 51.527,20 euros, en concepto de responsabilidad civil directa o indemnización, a la víctima de esa imprudencia, por los daños sufridos.

El Supremo ha confirmado íntegramente la sentencia del tribunal militar.

Curso de Operaciones Especiales

Los hechos sucedieron en octubre de 2018, en el marco del Curso de Operaciones Especiales que organiza cada año la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) del Ejército de Tierra, situada en Jaca (Huesca).

Este curso es requisito exigido para acceder al Mando de Operaciones Especiales (MOE), los ‘boinas verdes’ del Ejército de Tierra.

En cada curso suelen participar también alumnos ajenos al Ejército de Tierra, tanto de otros ejércitos o cuerpos de España, como de fuerzas armadas extranjeras, especialmente de Iberoamérica.

 

Cruce de un río en altura sobre cuerdas

Una de las asignaturas del módulo básico del LXVIII Curso de Operaciones Especiales era ‘Superación de obstáculos’.

Para aplicar los conocimientos teóricos impartidos, la escuela y los responsables del curso organizaron una práctica de pasos semipermanentes en el término municipal de Aínsa, próximo a la entrada de Candanchú; concretamente, en un paraje conocido como Puente del Ruso.

Los alumnos debían cruzar en altura el río Aragón, sirviéndose de unas cuerdas ancladas a rocas en ambas márgenes del río. En total, debían salvar con las cuerdas una distancia de 27 metros.

El trayecto era descendiente, porque el punto de partida estaba más alto que el de llegada. Por esa especie de “teleférico” debían descender los alumnos, para así vadear el río, con sistemas de cuerdas, arneses y mosquetones para ir controlando la velocidad de descenso.

Cada vez que un alumno cruzaba el río, otro tenía que actuar de “alumno asegurador”, agarrando una cuerda para evitar que su compañero cayera sin control.

La práctica la coordinaba un capitán, profesor de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, y también se encontraba supervisando un subteniente, profesor de apoyo, que vigilaba que los alumnos realizaran correctamente todos los pasos para garantizar la seguridad del cruce.

En la mañana de ese día, entre seis y ocho alumnos realizaron ese paso. “Antes de irse a comer los semipermanentes se destensaron quedando la cuerda dinámica o de seguro anclada en el lugar inicial”, estableció la sentencia.

“Muy arriesgado”

Tras la comida, se reanudó la práctica. Le tocaba descender a un sargento, y hacer de asegurador a un teniente que ya había realizado el Curso de Montaña (distinto del de Operaciones Especiales, pero que se imparte en la misma escuela) dos años antes, de septiembre de 2016 a julio de 2017. Este teniente fue la posterior víctima del incidente.

Este teniente se dirigió al subteniente, profesor asociado, que estaba supervisando el ejercicio. Le expresó su desacuerdo sobre la forma en la que se estaba realizando la práctica pues, según lo que había aprendido en el Curso de Montaña, el descenso del semipermanente inclinado se hacía de manera controlada desde el inicio y que lo que se estaba haciendo era muy arriesgado porque los alumnos estaban quedando muy cerca de la pared.

El subteniente no le hizo caso. El sargento superó la prueba sin problemas, pero luego declaró que se había quedado “bastante cerca de la roca, a un metro o un metro y poco”.

Le tocó descender al teniente antes citado. Como asegurador, ejerció un teniente de Infantería de Marina: el posteriormente condenado.

Ambos tenientes -víctima y condenado- habían ascendido a capitán cuando se dictó la sentencia.

“No ejerció la suficiente energía de retención”

La sentencia del Tribunal Militar Territorial Tercero determinó que “el asegurador tomó más cuerda inactiva de la que exigía el subteniente y, al darse cuenta de ello el subteniente, éste le dijo que redujera cuerda (con referencia a la cuerda inactiva) dejando de tres o cuatro gazas. Gazas que, según la manera en el que el alumno afirmó haberlas tomado, serían cada una de ellas de unos noventa y un centímetros”.

Cuando todo estuvo preparado el primer teniente inició el descenso durante el que el segundo teniente, de Infantería de Marina, “como asegurador que era, no ejerció la suficiente energía de retención sobre la cuerda inactiva”.

Eso provocó que “el nudo medio ballestrinque no actuase frenando la bajada, pasando la cuerda inactiva, a través del nudo medio ballestrinque, convirtiéndose ésta en cuerda activa. El teniente no fue frenado en su descenso y, como consecuencia de ello, éste dio directamente con las rocas existentes en el lugar de llegada, parando el golpe con sus extremidades inferiores”.

Este alumno del Curso de Operaciones Especiales “alargó un pie hacia el lugar de recepción y, al apoyarlo en la roca, perdió las fuerzas, se desvaneció y quedó suspendido a unos treinta o cuarenta centímetros”, teniendo que ser sacado del semipermanente por un brigada y por sus compañeros.

Fractura, operación y meses de baja

El teniente que sufrió el golpe contra las rocas en esa orilla del río Aragón sufrió un traumatismo en el tobillo izquierdo.

Fue atendido por los servicios médicos presentes en la zona, y en un vehículo militar le trasladaron al Hospital Comarcal de Jaca, donde le estabilizaron la lesión. Más tarde, en la Clínica Quirón de Zaragoza le diagnosticaron “fractura tipo III C de Sanders, fractura sin desplazar navicular y peroné”.

Le operaron el día 4 de octubre, “procediendo a reducción abierta y osteosíntesis con Placa de Smith and Nephew”. Permaneció hospitalizado hasta el día 6, y tras ello tuvo que pasara revisiones periódicas y tratamiento rehabilitador con el objetivo de fortalecimiento muscular y de recuperación del balance articular.

Estuvo de baja médica laboral hasta el 25 de abril siguiente, de 2019, y ya de alta, estuvo rebajado de bipedestación prolongada y gimnasia.

Ya en junio le retiraron una placa de osteosíntesis que le habían colocado. Se quedó un día ingresado, y luego le dieron el alta en agosto.

El jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital General de la Defensa, de Zaragoza, determinó las lesiones y secuelas de conformidad con las Tablas y Baremos recogidas en la Ley 35/2015, de 22 de septiembre: un perjuicio personal particular “en modo grave” por 75 euros cada día.

“Falta de investigación”

El Tribunal Militar Territorial Tercero reprochó que “no se ha podido contar con una investigación desplegada de manera inmediata tras ocurrir el accidente y que contase con el material empleado y con los datos que, desde esos primeros momentos, pudiesen haber aportado quienes se hallaron allí presentes cuando éstos acontecieron”.

La sentencia de instancia estableció que a esa investigación se comprometieron con el lesionado los mandos de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales.

Sin embargo, al final “exclusivamente se saldó con el informe que tres días después elaboró el subteniente” que había supervisado el ejercicio.

Esa “falta de investigación que sirviere para aclarar lo sucedido” fue la que llevó al teniente accidentado a formular parte disciplinario contra el subteniente, ya en agosto de 2019, cuando estaba saliendo de su lesión.

Ese parte disciplinario fue el origen de la posterior investigación judicial por un Juzgado Togado Militar Territorial, que condujo al juicio en el Tribunal Militar Territorial Tercero.

“Fallo humano”

Ese tribunal declaró que en el descenso del teniente accidentado no hubo un frenazo brusco, como era lo suyo, para así no chocar contra las rocas.

Eso se debió a un “fallo humano” achacable al teniente (ahora capitán) que hacía de asegurador del descenso. Según la sentencia, no ejerció “diligentemente sus cometidos reteniendo con suficiente firmeza la cuerda inactiva para que, combinado ello con la tensión generada por la cuerda activa al llegar al punto en que estaba previsto el frenado, activase debidamente el nudo de seguridad medio ballestrinque”.

El tribunal militar subrayó que “la figura del asegurador era esencial”, ya que “el alumno que ejecutaba el descenso, una vez éste era iniciado, quedaba exclusivamente en las manos del asegurador, al ser éste el que, sujetando adecuadamente la cuerda inactiva, ejercía la retención de dicha cuerda inactiva y evitaba el deslizamiento de tal cuerda inactiva a través del nudo de seguridad”.

No le echaron del curso

El teniente (luego capitán) que acabó siendo condenado alegó ante el Tribunal Supremo que tras ese incidente ni siquiera le sancionaron ni le dieron de baja del Curso de Operaciones Especiales.

Pero el Supremo no aceptó el argumento: los hechos probados “no pueden, en modo alguno, verse afectados por la circunstancia de que el alumno asegurador no hubiere sido sancionado, o hubiere causado baja del Curso, como consecuencia de lo ocurrido, como en ejercicio de su defensa se ha pretendido”.

“Para que dicho alumno hubiere sido sancionado, o se hubiere acordado su baja, hubiera sido menester que, en aquel momento, se hubiese acreditado la culpa de dicho alumno, para lo cual habría resultado precisa una investigación, que no consta se practicase más allá del informe del subteniente en donde no se esclarecía lo acontecido”, respondió el alto tribunal.

Además, lo que hiciera en ese momento la escuela con ese alumno “en modo alguno puede mediatizar la actuación jurisdiccional en aras del esclarecimiento y condena del ilícito penal cometido”.

El subteniente fue absuelto

Resulta que finalmente el subteniente del Ejército de Tierra que actuaba como supervisor fue absuelto en la sentencia del Tribunal Militar Territorial Tercero, mientras que fue condenado el teniente que hacía de asegurador del descenso del lesionado.

La Sala Quinta del Tribunal Supremo ha confirmado esa sentencia, que condenó al ahora capitán como responsable de un delito contra la eficacia del servicio en su modalidad de imprudencia menos grave con resultado de lesiones.

Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).
Curso de Operaciones Especiales, de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Foto: Flickr Ejército de Tierra).

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