Defensa aprueba 750 medallas de campaña por misiones en Kurdistán, Albania...
Entre los condecorados se encuentran un ex JEMAD, el actual director de Adquisiciones del Ejército del Aire, un ex jefe de la UME, un ex comandante general de Melilla...
- Golfo Pérsico, Kurdistán, Albania...
- Altos mandos de Tierra
- Armada y Ejército del Aire
- El largo camino de esta medalla
El Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, firmó el 9 de febrero dos resoluciones con listados de militares a los que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha concedido la medalla de campaña.
Esta condecoración de carácter honorífico reconoce la participación de los militares en misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior. Se reguló hace unos años, y periódicamente se aprueban listas de distinciones por despliegues en zonas como los Balcanes y Oriente Medio.
Con las dos resoluciones, y con una tercera para un reservista, Margarita Robles y el JEMAD López Calderón han aprobado 755 medallas de campaña a otros tantos militares.
El grupo más numeroso está formado por miembros del Ejército de Tierra, pero también han sido distinguidos militares de la Armada y del Ejército del Aire.
Golfo Pérsico, Kurdistán, Albania...
En estas resoluciones, Defensa ha concedido la medalla de campaña a militares que participaron en las siguientes operaciones:
-- Golfo Pérsico: España envió buques de la Armada, aviones del Ejército del Aire y otros militares del Ejército de Tierra en 1990 al Golfo Pérsico y al Mar Rojo, para contribuir al embargo marítimo al régimen de Sadam Hussein en Irak.
-- Alfa Kilo: después de la guerra del Golfo, y tras la represión del régimen iraquí contra una levantamiento kurdo, la ONU envió cascos azules al Kurdistán. El Ejército de Tierra envió en 1991 una agrupación táctica, formada sobre todo por la Brigada Paracaidista, para proporcionar apoyo humanitario: construir campos de refugiados, instalar un hospital de campaña...
-- Alba: Albania se hundió en una grave crisis económica, política y de seguridad en 1997, que motivó que Naciones Unidas enviara una fuerza multinacional para facilitar la llegada de ayuda humanitaria y permitiera la celebración de elecciones. España contribuyó con 250 legionarios de la X Bandera ‘Millán Astray’ y un escalón logístico.
-- Alfa-Charlie (Huracán Mitch): el huracán Mitch devastó zonas de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, en octubre de 1998. Gobiernos de todo el mundo enviaron ayuda humanitaria y personal a los países afectados. España desplegó buques de la Armada y el Ejército del Aire estableció un puente aéreo para hacer llegar alimentos, otra ayuda y también prestar asistencia sanitaria a los afectados.
-- Administración UE de Mostar: dos militares han sido condecorados por su despliegue entre 1995 y 1996 en la ciudad de Mostar, hacia el final de la guerra de Bosnia. Aún hoy hay un par de militares destinados en Mostar, para asesorar a las fuerzas armadas de Bosnia Herzegovina.
-- Misión OSCE en Moldavia: la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) hace de mediadora en el conflicto enquistado de la región moldava de Transnistria, de facto independiente y donde hay desplegadas tropas rusas.
-- Libertad Duradera: así denominó Estados Unidos la operación para combatir el terrorismo de Al Qaeda, en Afganistán y en todo el mundo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. España envió fuerzas a Afganistán tras la caída del régimen talibán, y también desplegó buques de la Armada en el océano Índico para luchar contra el tráfico de armas y el terrorismo.
-- Alfa Tango: se denomina así a la misión de Apoyo a Turquía, que supone que desde 2014 en la base aérea de Adana hay un destacamento de artilleros españoles, con una batería antiaérea de misiles Patriot, para defender el espacio aéreo turco (y por tanto de la OTAN) de proyectiles lanzados desde Siria, por la guerra civil que vivía ese país.
Altos mandos de Tierra
Las listas aprobadas por la ministra de Defensa y el JEMAD incluyen a militares de las escalas de Tropa y Marinería, de Suboficiales y de Oficiales.
También hay algunos oficiales generales condecorados, la mayoría por misiones de hace décadas, cuando eran oficiales.
Destacada, por ejemplo, el nombre del general de ejército en la reserva Fernando Alejandre. Quien llegó a ser Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) entre 2017 y 2020 recibe la medalla de campaña por la operación ‘Alfa Kilo’.
Según cuenta en su libro ‘Rey servido y patria honrada’, Alejandre participó en el despliegue en el Kurdistán iraquí en 1991 siendo capitán de Ingenieros en una unidad de zapadores de la Brigada Paracaidista.
Por esta misma misión se le ha concedido la medalla de campaña al teniente general César Muro Benayas, que fue comandante general de Melilla, jefe del Mando de Canarias y jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME); los generales de división Arturo García-Vaquero y Francisco Sancho Sifre; y los generales de brigada Francisco Javier Romero Mari y Roberto Villanueva Barrios, todos del Ejército de Tierra.
Al general de división Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu le han distinguido por la misión en Albania. Fue comandante general de Melilla, y actualmente es senador del Partido Popular por Melilla.
También por la misión en Albania ha sido condecorado el general de brigada José Ramón Colás Campo.
Armada y Ejército del Aire
El vicealmirante de la Armada Ignacio Paz García era director de Enseñanza Naval, al menos hasta que ascendió de contralmirante a vicealmirante en diciembre.
Le han concedido la medalla de campaña por participar en el despliegue de la Armada en la guerra del Golfo Pérsico en 1991.
Del Ejército del Aire destaca el nombre de José Juan Elum Castillo, general de brigada del Cuerpo de Intendencia que ocupa actualmente el cargo de director de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire.
El general Elum participó durante un mes de 2002 en la operación ‘Libertad Duradera’, y por ella ha sido distinguido con la medalla de campaña.
El largo camino de esta medalla
La creación de la medalla de campaña fue un proyecto que tardó en ver la luz. En 2015 ya se valoraba una propuesta de Julio Salom Herrera (actualmente teniente general jefe del Mando de Canarias), que como coronel del Tercio ‘Alejandro Farnesio ’ 4º de la Legión fue el primer jefe de contingente de la misión en Irak contra Daesh.
La idea la elevó al comandante del Mando de Operaciones y al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, que la remitió al ministro de Defensa, Pedro Morenés.
El proyecto comenzó a tomar cuerpo en 2017, ya con María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa, y el general de Ejército Fernando Alejandre como JEMAD.
El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en Consejo de Ministros de 2018 el Real Decreto 336/2018, de 25 de mayo, por el que se crea la medalla de campaña para reconocer la participación en determinadas operaciones militares y campañas en el exterior y se establecen los criterios generales para su concesión.
El JEMAD Alejandre y el subsecretario Arturo Romaní impulsaron la redacción de las normas inferiores (una orden ministerial y una resolución del JEMAD) que debían desarrollar ese real decreto, con el procedimiento para solicitar y conceder las medallas, y para establecer las misiones que serían reconocidas.
En 2018 produjo el cambio de Gobierno, del PP de Mariano Rajoy al PSOE de Pedro Sánchez. Con Margarita Robles en el Ministerio de Defensa, continuaron los trabajos para definir la regulación de esta medalla honorífica, con el mismo JEMAD y el nuevo subsecretario, Alejo de la Torre.
En el Estado Mayor de la Defensa se trabajaba en estas normas. Se implicaron el Estado Mayor Conjunto, el Mando de Operaciones y la Jefatura de Recursos Humanos del Estado Mayor de la Defensa.
En enero de 2020 Robles relevó al JEMAD Fernando Alejandre por el general del aire Miguel Ángel Villarroya, que siguió impulsando el proyecto. Cuando estaba todo a punto, estalló la pandemia del coronavirus.
Una vez remitió la crisis sanitaria de la primavera de 2020, el Ministerio de Defensa apostó por acelerar no la medalla de campaña, sino una nueva condecoración: la medalla de la ‘Operación Balmis’, para distinguir a los militares que habían participado en esa operación de apoyo a la población y a las autoridades civiles frente a la pandemia.
Ese impulso a la ‘medalla Balmis’ y la congelación de la medalla de campaña causó cierto malestar en las Fuerzas Armadas.
Por fin en 2021 se aprobó la orden ministerial que desarrolló el procedimiento para conceder las medallas de campaña. A partir de entonces, se han aprobado varias tandas de condecoraciones honoríficas, por distintas misiones en el exterior.
