Un desplome de techos en el Ministerio de Defensa activa un plan contra nuevas caídas
Los primeros desprendimientos se han producido en el hall de acceso al comedor. Se han revisado las diez plantas del edificio y se ha comprobado que hay otras zonas en riesgo
- Colapso de techos junto al comedor
- Trámite de urgencia
- Redes de seguridad en los despachos
- Anteriores “colapsos” y deficiencias en el ministerio
El Ministerio de Defensa asume que necesita tomar medidas urgentes para evitar desplomes de techos en su sede central, situada en el número 109 del Paseo de la Castellana, en Madrid.
Esos desplomes no son un mero riesgo: ya se han producido recientemente, en el mes de enero.
Así lo revelan documentos del Ministerio de Defensa, consultados por Confidencial Digital, con los que se ha abierto una licitación pública para tramitar, por el procedimiento de urgencia, un contrato de servicios de “Trabajos preventivos para el aseguramiento de techos del edificio de la Sede Central del Ministerio de Defensa - Paseo de la Castellana nº 109 – MADRID”.
Defensa ha aprobado un límite de gasto de 544.555,78 euros para estos trabajos.
Colapso de techos junto al comedor
En esos documentos se revela que “en la madrugada del día 15 de enero de 2024 se produjo el colapso de varios techos en la zona del hall de acceso al comedor de la Sede Central del Ministerio de Defensa”.
Ese incidente provocó la reacción del ministerio: “Personal técnico de la Unidad de Obras de la Subdirección General de Régimen Interior procedió a revisar y comprobar todos los techos de las diez plantas que conforman el citado Ministerio”.
La conclusión que se extrajo de esta revisión fue que “las condiciones de los techos son deficitarias”.
Así que el departamento que dirige Margarita Robles consideró que era “urgente y prioritario el asegurar los techos de las dependencias para, de este modo, actuar de forma preventiva para paliar posibles incidentes de gravedad que pudiesen afectar al personal que presta sus servicios en este Ministerio a causa de posibles desprendimientos”.
Trámite de urgencia
Ya en enero, pocos días después del desprendimiento en el hall del comedor del ministerio, se elaboraron los primeros documentos para contratar a una empresa que realice las obras necesarias para asegurar los techos e impedir nuevos incidentes.
Se aceleraron los preparativos. La arquitecta jefa de la Unidad de Obras, Instalaciones y Mantenimiento del Ministerio de Defensa firmó los pliegos de prescripciones técnicas el 15 de febrero.
El subdirector general de Servicios Económicos y Pagadurías rubricó el 19 de febrero la declaración de urgencia de esta licitación.
Ya el día 22 el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares recibió el informe favorable de la asesoría jurídica, y el 26 la Intervención de la Subsecretaría de Defensa emitió el informe favorable de fiscalización previa a la aprobación del gasto.
Redes de seguridad en los despachos
Los trabajos que el Ministerio de Defensa va a encargar a una empresa privada consisten en la colocación de los siguientes medios de protección:
-- Red horizontal de seguridad para la cubrición de los techos de despachos, formada por malla de poliamida.
-- Apeo de falsos techos continuos de escayola existentes, hasta una altura máxima de 4 m, mediante correas de madera de escuadría.
Defensa subraya que “estos trabajos preventivos resultan esenciales para este departamento ministerial para el normal funcionamiento de la prestación de los servicios, por lo que su existencia responde a razones de interés público”.
Además, para justificar la declaración de urgencia señala que “se da una necesidad inaplazable de disponer de un contrato de “trabajos de prevención para el aseguramiento de los techos del edificio de la Sede Central del Ministerio de Defensa”, se constata la existencia de razones de interés público para acelerar el procedimiento de adjudicación y se inicia un procedimiento abierto, con tramitación urgente del expediente al amparo del artículo 119 de la ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, por la que se transponen al ordenamiento jurídico español la Directivas del Parlamento Europeo y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero”.
Anteriores “colapsos” y deficiencias en el ministerio
Este contrato se está tramitando para poner remedio al desprendimiento del pasado enero, y a las deficiencias en los techos que se han detectado en todo el edificio del ministerial en la revisión posterior a ese incidente.
Pero en los últimos años, Defensa ha tenido que acometer trabajos similares por problemas de ese tipo.
Hace casi dos años ya contó ECD que se habían producido “diferentes colapsos completos de los techos y sus instalaciones en diferentes oficinas y zonas de trabajo del ministerio”, en la sede central en el Paseo de la Castellana número 109 de Madrid.
Admitía que esos colapsos suponían “graves riesgos para la seguridad de las personas, de los equipos y de la información”.
No eran el único problema, ya que también “los sistemas de protección contra incendios, de detección, extinción automática y manual adolecen de graves deficiencias”: por ejemplo, “los sistemas de control y de aviso de alertas ante detecciones de incendios, centralizados en el cuerpo de guardia de seguridad no se encuentran actualizados, ni en la parte de hardware ni en la de software”.
A eso se añadía que “de forma creciente desde 2021 se producen saltos intempestivos de diferenciales debidos a fallos de corriente y armónicos en la red eléctrica”.
Esto provocaba cortes de corriente con cierta frecuencia, que tienen consecuencias: “Pérdidas de información en los sistemas informáticos, deterioro de los elementos de mando y protección eléctrica fruto de su repetitividad, ausencia de corriente en los equipos de climatización de los CPD (Centros de Procesamiento de Datos) que deterioran los servidores de telecomunicaciones”.
Meses después, a finales de 2022, ECD contó también que el ministerio iba a acometer ciertas reformas en la sede central y en otros edificios que posee en Madrid, porque en las inspecciones realizadas sobre las instalaciones de protección contra incendios se habían detectado anomalías que, de no ser corregidas lo antes posible, obligarían a clausurar ciertos espacios en esos edificios.
