Un teniente de Caballería denuncia los fallos en los vehículos de exploración del Ejército de Tierra

Realizó pruebas con el grupo de la Legión que opera los VERT y descubrió que pierden potencia por llevar demasiado peso y que las cámaras diurnas no soportan una exposición prolongada al sol

Vehículo de Exploración y Reconocimiento Terrestre (VERT) del Ejército de Tierra (Foto: Ejército de Tierra).
Vehículo de Exploración y Reconocimiento Terrestre (VERT) del Ejército de Tierra (Foto: Ejército de Tierra).

Las secciones de exploración y vigilancia de las unidades de Caballería del Ejército de Tierra cuentan con Vehículos de Exploración y Reconocimiento Terrestre (VERT), que gracias a un mástil elevado y equipado con sensores, son capaz de localizar e identificar personal a pie y vehículos a kilómetros de distancia.

Sin embargo, una serie de fallos y deficiencias lastran la efectividad y operatividad de estos vehículos. Así lo asegura un teniente de Caballería, que lo comprobó de primera mano en el Grupo de Caballería Ligero Acorazado “Reyes Católicos” de la Legión.

El Armada de Caballería del Ejército de Tierra edita el ‘Memorial de Caballería’, una publicación en la que colaboran la Academia de Caballería de Valladolid y los regimientos de Caballería. El número 93, del mes de junio de 2022, incluyen un artículo sobre “VERT: fallos, deficiencias y posibles mejoras”.

El autor es César Torrejón Miralles, teniente de Caballería, que explica que esas “estas deficiencias han sido objeto de estudio en el trabajo fin de grado titulado «Estudio de posibles mejoras a implementar en el vehículo de exploración y reconocimiento terrestre» como parte del Grado en Ingeniería de Organización Industrial, y que fue desarrollado en el GCLAC «Reyes Católicos» II de la Legión, único grupo de caballería con plena dotación de este medio, sobre la base de la experiencia adquirida por dicha unidad en el empleo del VERT y de una serie de pruebas realizadas con él”.

Los fallos limitan sus capacidades

El teniente Torrejón destaca que “el vehículo de exploración y reconocimiento terrestre (VERT), se ha convertido, desde su llegada a las unidades de FUTER, en el principal medio terrestre de adquisición de información en dotación en el Ejército de Tierra”.

Pero añade que “dado su carácter novedoso y su diseño, el cual integra múltiples sistemas punteros como el SERT -sensor de exploración y reconocimiento terrestre-, ha tenido lugar la aparición de algunos fallos que limitan parte de las enormes capacidades de este vehículo”.

Los VERT están formados por un vehículo todoterreno URO VAMTAC ST5, sobre el que se monta el SERT; un mástil que eleva un sensor óptico giroestabilizado en los espectros tanto visible como en térmico (infrarrojo).

Este mástil “permite detectar vehículos a distancias de hasta 14 km, gracias a los x88 aumentos del pedestal de sensores, y localizarlos a distancias de hasta 8.000 m gracias al telémetro láser que lleva incorporado”.

Además, va armado con una estación de armas RCWS «Mini Samson».

 

El autor del estudio detectó fallos y carencias en el VAMTAC, en el sensor SERT, y también concretamente en el modelo de vehículo propio del jefe de la sección de exploración y vigilancia (SEV).

Demasiado peso lastra la potencia

Uno de los principales fallos detectados es el peso: según este teniente, el VAMTAC ST5 no fue diseñado “para soportar todos los sistemas que incluye el VERT, ni en términos del peso que aportan los mismos al vehículo, ni en la potencia electrónica que demandan al alternador”.

Los vehículo de exploración y reconocimiento terrestre llevan instalado el SERT (mástil con su sistema de elevación, pedestal de sensores, baterías del sistema y terminales del jefe de vehículo y el observador), el afuste con control remoto RCWS «Mini Samson», la estación de control del tirador y la CPU del sistema, detalla el teniente Torrejón.

Todo eso suma unos 9.500 kilogramos, “frente a los 7.000 kg del VAMTAC ST5 de línea, lo cual provoca una importante falta de potencia del vehículo, con la consiguiente reducción de movilidad”, señala el autor del artículo.

Para paliar esa falta de potencia, propone instalar a los VERT otro motor, el del la versión del VAMTAC que utiliza la Infantería de Marina. Ese motor tiene 255 cv frente a los 217 del VERT, lo que solucionaría los problemas de potencia y “el fallo de algunos sensores del motor que provocan una limitación importante de su potencia y la entrada en modo de autoprotección”.

También se dan problemas eléctricos. El alternador alimenta “el terminal de ayuda a la conducción del conductor, los terminales GESCOM del jefe y observador y los radioteléfonos, tanto la malla de mando y control, como la malla de HF para transmisión de imágenes en streaming y el terminal táctico BMS”: este “exceso de demanda de potencia eléctrica”, apunta el autor del estudio, “provoca el apagado del SERT, especialmente ante bajos regímenes de revoluciones del motor”.

La solución sería “a corto plazo, la inhabilitación de algunas funciones del SERT que, por otra parte, se encuentran presentes en el sistema BMS, como el navegador inercial, y, a largo plazo, la instalación de un alternador con mayor potencia”.

La cámara diurna

Por lo que respecta al SERT, la parte que incluye los sensores para realizar las funciones de reconocimiento del terreno, este teniente de Caballería comprobó que la cámara diurna sufre “ante prolongadas exposiciones a la luz solar”.

Este fallo “supone una importante limitación en la identificación de objetivos ya que, pese a seguir operativo el canal de visión térmica, es difícil la identificación por el mismo, ya que no distingue colores del espectro visible”.

El vehículo del jefe de sección

Las deficiencias en el vehículo de mando del jefe de sección de exploración y vigilancia (formada por cuatro vehículos, más el del jefe) se centran en que ese vehículo VERT “no posee los sistemas óptimos para filtrar la información proporcionada por los cuatro VERT de la sección de exploración y vigilancia, reduciendo drásticamente la eficacia de la unidad como principal medio de obtención de información del escuadrón”.

El autor del estudio ve fundamental “que el jefe de la sección de exploración y vigilancia sea capaz de filtrar las imágenes de vídeo captadas y transmitidas en directo (streaming) por los VERT y transmitirlas, si fuera necesario al escalón superior”.

Para ello, se tendría que instalar una radio AN/PRC-117 G, similar a las ya instaladas en los VERT, para captar la señal, así como un terminal GESCOM para la visualización y la gestión de la malla. Le haría falta también una malla VHF de voz y datos.

El teniente subraya “la importancia de dotar al jefe de la sección de exploración y vigilancia de una serie de medios que permitan explotar de forma óptima las amplias capacidades de obtención de información de los VERT y que dicha información alcance el escalón superior con la mayor oportunidad”.

Explica que esas capacidades son especialmente importantes en la actualidad, “ya que la doctrina destaca el rol de los jefes de las pequeñas unidades en el llamado «mando orientado a la misión» (o «Mission Command», en inglés)” por el que a los mandos de pequeñas unidades “se les otorga gran iniciativa en las operaciones militares y con mayor importancia, si cabe, con las distancias e independencia con las que la sección de exploración y vigilancia actuará en la mayoría de las situaciones”.

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