El jamón ibérico está de moda. La Feria Alimentaria de Barcelona confirma el interés por este producto de países como Japón, China y Corea
La Feria Alimentaria de Barcelona continúa consolidándose como una de las mayores del mundo y la mayor de España. En esta feria bienal, celebrada hace unas semanas, el gran protagonista fue el sector de los productos de cerdo ibérico.
“El jamón de bellota como secreto nacional tiene los días contados”, afirmaba un ganadero y fabricante de derivados del cerdo ibérico oriundo de Extremadura, en conversación con El Confidencial Digital.
Siendo España el mayor productor de jamón curado del mundo, con más de cuarenta millones de unidades, tan sólo el diez por ciento son de jamón ibérico, siendo mucho menor el porcentaje de jamón ibérico de bellota. “Bellota hay la que hay y donde la hay”, asevera el productor, dando a entender que la producción será siempre muy limitada y que el interés de otros mercados será determinante en el futuro del sector.
Según las mismas fuentes, los principales desafíos de cara a la exportación son los siguientes: en primer lugar, la existencia de un mercado cautivo en España. En segundo lugar, la necesidad de una cierta educación en las particularidades del corte y la degustación del jamón ibérico de bellota. En último lugar, la atomización de un sector con presencia mayoritaria de pequeñas y medianas empresas familiares, que desalienta la fuerte inversión necesaria para homologar los mataderos en conformidad con las normas sanitarias de otros países. “Ese ha sido el principal problema con Estados Unidos y con China”.
Aun así, diversos productores de jamones y chacinas ibéricas han confirmado el interés de importadores de muy diversos países por el jamón ibérico, hasta el punto de calificarlo de ‘impresionante’ y de haber quedado ‘desbordados’. El este asiático, esencialmente Japón, China y Corea, se ha hecho notar de modo más especial, sin olvidar destinos como Francia, Italia y Reino Unido. Todo, en mayor medida y con mayor seriedad que los propios distribuidores nacionales españoles. A modo de anécdota, con muy pocas empresas homologadas para vender en Estados Unidos, y sin la mayor ambición en la calidad, se cuenta que en Nueva York hay listas de espera para hacerse con jamones de bellota.
En cualquier caso, establecida la fama sin fronteras de este jamón, el reto para este subsector cárnico es introducir en las cartas de los grandes restaurantes cortes autóctonos del cerdo ibérico como el secreto, la pluma o la presa.
