El Gobierno aplaza un impuesto especial a las constructoras, como el de la banca y las energéticas, para que no se vayan de España como Ferrovial

El plan se encontraba en avanzado estado. Ha tenido en cuenta que las concesionarias no sufrirán el efecto rechazo de los clientes como sí ocurre a las entidades financieras y las eléctricas

Nadia Calviño.
Nadia Calviño.
El Gobierno frena un impuesto especial a las constructoras como el de la banca y las energéticas para que no se marchen de España como Ferrovial.
El Gobierno frena un impuesto especial a las constructoras como el de la banca y las energéticas para que no se marchen de España como Ferrovial.

La decisión de Ferrovial de mover la sede de España a Holanda ha encendido las alarmas en el Gobierno, que teme que el movimiento del grupo de infraestructuras produzca un efecto dominó en el sector de las constructoras. Un escenario que ha llevado a Moncloa a frenar un impuesto especial que preparaba para las constructoras, similar al de la banca y las energéticas.

La tormenta política y empresarial desatada por Ferrovial parece acotada, de momento, a esta compañía. Otras grandes empresas del Ibex, con las mismas razones esgrimidas por la constructora que preside Rafael del Pino, no se plantean por ahora dejar España. ACS y Sacyr, dos de los grandes rivales de Ferrovial en el mundo de las infraestructuras, no han barajado esta opción, que consideran “muy particular”.

El consejo de ACS, que cotiza, además de en Madrid, en Alemania y Australia a través de Hochtief y de filiales de Cimic (Ventia y Thiess), seguirá trabajando desde España. Aquí, a diferencia de lo que sucede con Ferrovial, tiene una importante base de accionistas nacionales.

Según la empresa, solo el 40% del capital es extranjero. Florentino Pérez, presidente de ACS, es el mayor accionista del grupo, con el 13,5%. La sociedad a través de la que controla su participación, Rosán Inversiones, está radicada en España.

En el caso de Ferrovial, el 93% de la base accionarial es internacional. Rafael del Pino, mayor accionista de Ferrovial con el 20%, tiene depositadas sus acciones en una sociedad neerlandesa.

Frena un impuesto a las constructoras

Pues bien. Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes del Gobierno, la cúpula económica del Ejecutivo ha llegado al convencimiento de que el movimiento de Ferrovial debe fomentar un cambio de política del Ejecutivo, que ha llevado a frenar un impuesto especial a las constructoras, como el de la banca y las energéticas, para que los grandes grupos de infraestructuras no tomen la decisión de marcharse de España como Ferrovial.

De hecho, altos directivos del sector de las constructoras admiten en privado su inquietud a que, detrás del “ataque directo y constante a la figura de los empresarios”, el Gobierno se encuentre preparando un ‘impuestazo’ a las constructoras como “medida electoral”, como el que ya se aplica a bancos y energéticas.

Y con el que, por cierto, se ha amenazado ya en varias ocasiones a los supermercados por parte del sector Podemos del Ejecutivo.

Evitar que imiten el movimiento Ferrovial

En la cúpula económica del Gobierno se ha tenido en cuenta que, por magnitudes, ACS es más internacional que Ferrovial, pues obtiene del exterior el 91% de las ventas y el 95% de su cartera. Además, Abertis, el activo que más contribuye al beneficio del grupo, tiene la mayor parte de sus autopistas fuera de España.

 

Un caso similar es el de Sacyr, otro de los grandes grupos concesionarios, cuyas dos terceras partes de la cartera de negocio provienen del exterior. Por si esto fuera poco, el peso internacional va a aumentar este año más tras la venta de la división de servicios, muy dependiente del mercado doméstico.

Bancos y eléctricas se deben a sus clientes

En el Gobierno se asume que bancos y eléctricas están siendo muy castigados por el nuevo impuesto que ha creado a banca y grandes energéticas.

Fuentes del Ejecutivo admiten a ECD que no se ha pasado por alto que “si Ferrovial puede decidir cambiar su sede social de país se debe, en buena medida, a que no tiene clientes minoristas a los que colocar sus productos y servicios como los bancos y las eléctricas”.

En cambio, el peso de la actividad en España en los balances de los dos grandes bancos internacionales, Santander y BBVA, es muy importante.

También es el caso de las energéticas. De los más de 13.000 millones de resultado bruto operativo (ebitda) de Iberdrola en 2022, más del 60% está fuera de la Unión Europea, sobre todo Estados Unidos, donde cotiza su filial Avangrid, uno de los grandes negocios de la compañía. Para cotizar en Nueva York, a la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán le bastaría con una fusión con su propia filial, como la que ha planteado Ferrovial.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha sido de los directivos de los grandes grupos energéticos más críticos con la regulación impulsada por el gabinete de Pedro Sánchez, pero en repetidas ocasiones ha manifestado el compromiso de Iberdrola con España y con su sede social, en Bilbao.

Lo mismo le ha ocurrido a Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, la empresa más perjudicada por el nuevo impuesto a energéticas y bancos. La petrolera tendrá que abonar 450 millones este año. De los más de 6.000 millones de beneficio neto de Repsol de 2022, la mitad correspondieron al negocio de exploración y producción (upstream), que se ubica fuera de España.

No sufren un rechazo de los usuarios

Sin embargo, argumentan en el Gobierno, la facturación en España de Ferrovial y del resto de grandes constructoras depende sustancialmente de convocatorias públicas, con sus condicionantes legales correspondientes, a las que puede presentarse al cumplir los requisitos exigidos, independientemente de que su sede esté radicada en España o en cualquier otro país de la UE, al existir plena libertad de circulación de bienes y servicios.

Por ello, dan por hecho que las entidades financieras y las grandes empresas energéticas no se van a marchar: se van a limitar a recurrir judicialmente la imposición del gravamen del Ejecutivo por los considerados beneficios extraordinarios que han tenido que abonar a Hacienda hace apenas dos semanas. Pero asume que el riesgo de que otras grandes constructoras repetían el movimiento de Ferrovial y decidan abandonar el país es mucho mayor.

El Gobierno frena un impuesto especial a las constructoras como el de la banca y las energéticas para que no se marchen de España como Ferrovial.
El Gobierno frena un impuesto especial a las constructoras como el de la banca y las energéticas para que no se marchen de España como Ferrovial.

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