Los accionistas minoritarios de Ferrovial castigarán a Rafael del Pino por su elevado sueldo pese a apoyar la salida de España

Mostrarán sus reservas en la junta sobre el poder del presidente, la retribución fija de los consejeros ejecutivos y las contribuciones de la compañía al plan de pensiones del CEO

Autopista I-77, de Ferrovial, en Carolina del Norte.
Autopista I-77, de Ferrovial, en Carolina del Norte.

Los accionistas de Ferrovial encaran la jornada más decisiva en la historia reciente de la compañía con un consenso: el traslado a Países Bajos sería positivo, con algunas reservas. Ese es el mensaje que han recibido, al menos, desde los distintos 'proxys' en la víspera de la Junta General que se celebrará este jueves.

Ferrovial se muestra confiada en que la presión del Gobierno no hará mella en la junta de accionistas en la que se prevé aprobar el traslado de sede a Países Bajos y por tanto ha reclamado veladamente respeto a Moncloa.

Lo previsible es que la mudanza obtenga el respaldo mayoritario del accionariado. Lo que suscita más incertidumbre es lo que pase con los minoritarios el mes tras la Junta, ya que entonces correrá el plazo para hacer uso del derecho de separación. Un extremo que, con ser adoptado por el 2,6% del capital, frenaría el cambio de sede.

Reservas sobre el sueldo de los directivos

En los últimos días, las asociaciones de accionistas minoritarios, española, europea e internacional, han respaldado a Ferrovial en su derecho a decidir sobre el futuro de la compañía.

Sin embargo, según distintas fuentes financieras cercanas a la empresa, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, los minoritarios critican la retribución fija de los consejeros ejecutivos por “elevada”, las contribuciones de la compañía al plan de pensiones del CEO y la remuneración del presidente, Rafael del Pino, por ajustarse más “al resultado anual que a largo plazo” y no corresponderse con “la responsabilidad de un presidente ejecutivo, que debería participar más en la definición de la estrategia que en el día a día”.

Tampoco pasan por alto las atribuciones que perderían todos los accionistas, con excepción del presidente, Rafael Del Pino -respaldado en 2022 por el 77% del capital-.

Una vez en Países Bajos, solo el accionariado, con más de un 10%, esto es, solo el propio Del Pino, podría proponer los puntos del orden del día de las juntas. Una circunstancia que haría mella también en la capacidad de control de la cúpula por parte de los minoritarios.

 

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