‘Fajinitis’ entre coroneles para lograr el puesto de director del Hospital Gómez Ulla

El puesto de director del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’, en Madrid, no ha sido especialmente cómodo en los dos últimos años. El centro tuvo que hacer frente a la epidemia de coronavirus y, además, en este tiempo, se han ido sucediendo las polémicas internasceses, investigaciones disciplinarias penales, denuncias cruzadas entre oficiales y numerosas batallas internas.

Desde 2019 el puesto lo ocupa el general de Brigada médico Miguel Fernández Tapia-Ruano. Antes había sido responsable de la Jefatura de Sanidad Operativa (JESANOP), del Estado Mayor de la Defensa, y anteriormente había desarrollado gran parte de su carrera en la Casa del Rey: fue médico de la reina Sofía, y llegó a jefe del Servicio Médico de la Casa.

El goteo de polémicas y luchas internas provocaron en su momento que se llegara a dar por hecho que el general Tapia (como se le conoce en la Sanidad Militar) iba a renunciar al cargo. No fue así, y se ha mantenido en el puesto. Pero en unos meses, a principios de verano, pasa a la reserva y cesará.

Pese a las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar el general Tapia, le cuentan a El Chivato que ya se nota una cierta ‘fajinitis’, una pugna sorda entre coroneles para lograr ser elegido por la ministra de Defensa y el inspector general de Sanidad de la Defensa como nuevo director del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’.

El puesto de director de este hospital es de general de Brigada, por lo que la elección conllevaría el ascenso a general: de ahí la ‘fajinitis’, el pulso por conseguir la faja de general.

Entre oficiales generales y oficiales, tanto del Cuerpo Militar de Sanidad como en general de las Fuerzas Armadas, circulan ya algunas quinielas, con los nombres de los candidatos mejor posicionados en esta carrera.

El nombre que más suena como favorito, incluso de la cúpula del ministerio, es el del coronel médico Juan Antonio Lara Garrido. Es el director del Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, en Zaragoza, el otro centro hospitalario de Defensa, además del Gómez Ulla.

Lara es especialista en Pediatría, lleva más de 20 años en el hospital militar de Zaragoza y fue responsable de Recursos Humanos del centro. Esta opción supondría ‘fichar’ fuera del Gómez Ulla, algo que no se descarta. 

Pero también hay candidatos en el propio hospital. Uno es el subdirector, el coronel Juan de Dios Sáenz. Es el número dos del general Tapia, y por tanto sería un relevo natural. Pero dentro el hospital no son pocos los que le dan por amortizado por la falta de apoyos internos.

 

La terna de candidatos en la que coinciden varias fuentes la completa el coronel Francisco Javier Areta Jiménez, jefe de Traumatología del Gómez Ulla. Algunos le señalan como “el tapado” en esta carrera, y recuerdan que hace unos años optó a dirigir la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER), del Ejército del Aire, pero a última hora retiró la solicitud para la vacante.

Algunas fuentes añaden un cuarto nombre: Ana Betegón. Esta coronel fue directora del hospital militar de Zaragoza, justo antes de Juan Antonio Lara. Pero a principios de 2020 fue cesada del puesto, con cierta polémica, y enviada a la Inspección General de Sanidad de la Defensa, en Madrid. Tras unos meses, fue nombrada subdirectora de Prestaciones del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS). Continúa en el puesto y es una de las cuatro mujeres coronel que han pasado el último curso de ascenso a general.

Betegón ha sido una mujer pionera en ciertos puestos de la Sanidad Militar, y el Ministerio de Defensa suele contar con ella en actos públicos sobre la presencia de la mujer en las Fuerzas Armadas, lo que le ha dado cierta visibilidad.

Mientras hay quien la descarta por su etapa al frente del hospital de Zaragoza, otros la tienen muy en cuenta por esa visibilidad junto a la ministra Robles. Además, hay que tener en cuenta que el ministerio está tratando de potenciar la presencia de mujeres en puestos relevantes y de responsabilidad en las Fuerzas Armadas.

El puesto de general director del Hospital Central de la Defensa no es el único que va a quedar vacante en los próximos meses. También habrá relevos al frente de la Dirección de Sanidad del Ejército del Aire, y en la Jefatura de Sanidad Operativa del Estado Mayor de la Defensa.

Surgen para estos destinos los nombres de algunas coroneles que en 2021 o en 2022 pasaron el curso de ascenso a general, como Milagros Hijosa (que ya está destinada en la Dirección de Sanidad del Aire) y María Rosa García Toledano, directora del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial. Por tiempo que le queda para pasar a la reserva quedaría con menos opciones la coronel Paloma Sánchez Mata, del Servicio de Medicina Intensiva del Gómez Ulla.

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