Eurovisión reacciona a la salida de España con el mismo comunicado utilizado en otros casos
Han respondido a las preguntas de Confidencial Digital tras la ruptura anunciada por RTVE con un argumentario de manual, evitando cualquier polémica
- Una respuesta calcada
- El Grupo de Referencia, sin margen de maniobra
- RTVE: una decisión política y simbólica
- La magnitud del paso
- Preguntas sin contestar
La noticia saltó este martes en Prado del Rey: España no irá a Eurovisión 2026 si Israel está presente. La decisión, inédita en la historia reciente del certamen, no ha sorprendido tanto por el fondo —los rumores llevaban semanas circulando— como por la forma: un acuerdo adoptado por el Consejo de Administración de RTVE, con 10 votos a favor, 4 en contra y una abstención, que rompe con la tradición de mantener al margen de la política al festival musical más seguido de Europa.
La reacción de la organización se ha producido, pero tampoco ha aportado grandes novedades. Preguntados por Confidencial Digital, desde la Unión Europea de Radiodifusión (UER) se han limitado a reenviar el mismo comunicado que ya han utilizado con otros países. Un texto de manual, sin referencia alguna a España, que insiste en una idea: “cada emisora es libre de decidir si participa o no en Viena 2026, y respetaremos cualquier decisión que tomen”.
Una respuesta calcada
Martin Green, director del Festival de Eurovisión, ha puesto voz al mensaje oficial. “Entendemos las preocupaciones y las opiniones profundamente arraigadas en torno al conflicto actual en Oriente Medio”, señala. Al mismo tiempo, insiste en que el proceso de consulta con las televisiones está en marcha y que el plazo para confirmar la presencia en Viena expira en diciembre. Hasta entonces, la pelota queda en el tejado de las emisoras nacionales.
No ha habido guiños especiales a España, miembro del denominado ‘Big Five’, ni mención alguna a las consecuencias que podría tener la retirada de uno de los socios más importantes del concurso. Simplemente, un copia y pega diplomático que también han recibido Islandia, Irlanda y Eslovenia, países que han comunicado también que no participarán si Israel sigue en el cartel.
El Grupo de Referencia, sin margen de maniobra
El asunto ya está sobre la mesa del Grupo de Referencia de Eurovisión, reunido en Dubrovnik. Este órgano reconoce que las circunstancias actuales “exceden su mandato” y, por ello, ha remitido la cuestión al Consejo Ejecutivo de la UER, que deberá tomar una decisión definitiva en diciembre.
Mientras tanto, un experto independiente designado por la organización recaba opiniones entre las emisoras públicas y organizaciones internacionales para medir el impacto de una eventual exclusión o mantenimiento de Israel.
En su papel de “guardianes de la marca Eurovisión”, los miembros del Grupo elaborarán un informe que detalle las consecuencias de cada escenario. Pero el mensaje que transmiten es inequívoco: la decisión no les corresponde a ellos, sino al máximo órgano de la UE
RTVE: una decisión política y simbólica
El movimiento de RTVE no surge de la nada. En las últimas semanas, la presión política había ido en aumento. Desde partidos del Gobierno hasta colectivos sociales reclamaban un gesto ante la situación en Gaza, a la que la cadena pública se ha referido en documentos internos como un “genocidio”.
El presidente de RTVE, José Pablo López, llevó la propuesta al Consejo, y la mayoría respaldó que España no solo renuncie a participar en Eurovisión si Israel concurre, sino que también deje de emitir la gala. Eso sí, el Benidorm Fest seguirá adelante con identidad propia, aunque ya no sirva de preselección para el certamen europeo.
La magnitud del paso
La retirada de España tiene un peso simbólico enorme. Es el primer país del ‘Big Five’ —grupo que incluye también a Alemania, Francia, Italia y Reino Unido— en ausentarse de una edición por motivos políticos. Y esa ausencia afectaría tanto al seguimiento mediático como a la financiación del festival, dado que los cinco grandes aportan una parte sustancial del presupuesto anual.
Además, coloca a RTVE en el centro de una ola de boicots que ya habían anunciado Irlanda, Islandia, Países Bajos y Eslovenia, todos ellos pendientes de la decisión final de la UER. En otras palabras: la posición española podría desencadenar un efecto dominó sin precedentes en la historia del concurso.
Preguntas sin contestar
Confidencial Digital intentó obtener respuestas más concretas. ¿Qué significa que España se retire siendo uno de los grandes contribuyentes? ¿Habrá sanciones o pérdida de privilegios futuros? ¿Qué condiciones deberían cumplirse para excluir a Israel? Ninguna de esas cuestiones ha sido atendida. La organización se remitió, como se ha dicho, al comunicado genérico.
La única certeza, por tanto, es que diciembre marcará un punto de inflexión. Hasta entonces, el festival vive atrapado entre la música y la geopolítica, con España abriendo un camino de ruptura que, según los expertos, “puede cambiar para siempre la relación entre Eurovisión y sus socios históricos”.