Volkswagen sorprende al romper con su identidad eléctrica anterior
Volkswagen apuesta por una revelación inesperada en su gama eléctrica, intrigando a los aficionados con un giro que devuelve al pasado sus nombres más emblemáticos.
El futuro de sus modelos cero emisiones se redibuja en clave de tradición mientras la marca prescinde de la submarca ID. ¿Qué significa esto para sus próximos lanzamientos?
Volkswagen abandona la submarca ID y recupera sus nombres icónicos
Volkswagen ha confirmado la eliminación de la submarca ID. —creada hace años para diferenciar sus coches eléctricos— con el objetivo de volver a los nombres clásicos como Golf, Tiguan o Polo, incluso para sus líneas eléctricas.
Según medios alemanes y declaraciones internas, Thomas Schäfer, consejero delegado de Volkswagen, ha impulsado este cambio en una reunión corporativa, recibiendo una calurosa aclamación por parte de los trabajadores. El movimiento coincide con una estrategia para reforzar la identidad emocional y la coherencia con la historia de la marca.
El nuevo modelo de acceso marcará el inicio del cambio
El modelo hasta ahora conocido como ID.2 será el primero en adoptar un nombre comercial distinto al alfanumérico. Aunque su denominación definitiva aún no se ha anunciado, existen especulaciones sobre un posible vínculo con el nombre Polo, aunque Volkswagen podría optar por un nombre completamente nuevo acorde con su posicionamiento.
Martin Sander, director de ventas, explicó que “los coches volverán a tener nombres propios. Ni el ID. 2all ni el ID. EVERY1 se llamarán así en producción en serie. Lo anunciaremos cuando llegue el momento.”
Transformación gradual de los modelos actuales
- El ID.3 será renombrado como Golf en sus futuras generaciones.
- El ID.4 podría pasar a llamarse Tiguan tras su próxima renovación.
- Otros modelos, como el ID.7 o el ID. Buzz, podrían adoptar nombres como Passat, Arteon, Multivan o Transporter.
Además de la nomenclatura, se está adoptando un lenguaje de diseño más clásico y confiable: se sustituirán botones hápticos por controles físicos, y se potenciará la percepción de calidad.
En contexto: ¿por qué este movimiento ahora?
La marca ID había sido creada para dar un aura futurista a la gama eléctrica, pero ha enfrentado críticas por un diseño percibido como poco distintivo de la identidad Volkswagen, así como por problemas iniciales de software en modelos como el ID.3.
Pese a esto, las ventas de modelos eléctricos han repuntado, incluso alcanzando liderazgo en Europa, lo que sugiere que la decisión no supone un retroceso en la estrategia EV, sino una apuesta renovada por la conexión con el legado de la marca.
Volkswagen cambia el rumbo de su nomenclatura eléctrica para reasentar el vínculo emocional con los usuarios. Lo hace sin renunciar a la electrificación, sino integrándola en su linaje de modelos icónicos.
Próximamente, el reemplazo del ID.2 dará un nombre que represente este nuevo capítulo. La electrificación se consolida… con identidad.