Hay un Camino que te lleva al fin del mundo: El Camino de Santiago a Finisterre

El interés por hacer el Camino de Santiago crece año a año, como así lo demuestra la última edición de Fitur (una de las Ferias del Turismo más importantes del mundo), donde el Camino de Santiago ha sido y sigue siendo uno de los destinos más demandado por los asistentes.

Caminos oficiales hay muchos: El Francés, el Portugués, el Primitivo… pero si hay uno que ha aumentado significativamente la afluencia de peregrinos en los últimos años ese es el Camino a Finisterre.

María Rubio del blog de viajes Un Salto a Galicia nos cuenta 4 motivos por los que hacer el Camino a Finisterre, el único que no tiene como destino final la capital compostelana, si no que es su comienzo.

1. Por su importancia histórica: El Camino de Santiago a Finisterre es como una máquina del tiempo. Caminas hacia un lugar mítico, que antiguamente se creía el final del mundo, Finisterre, Fisterra, (el finis terrae). Algunos peregrinos medievales elegían este lugar después de visitar al Apóstol para quemar allí sus trapos y renovar sus almas.

2. Disfrutarás de hermosos paisajes sin artificios: No es solo caminar, es un festín para los sentidos. Hueles los bosques de eucalipto, ves vacas pastando en praderas verdes, tropiezas con cruceiros y hórreos, y sientes la brisa salina del mar en tu cara.

3. No necesitas muchos días para completar la ruta: Si eres de los que no tienen una eternidad de días libres, este camino es tu héroe. Puedes hacerlo en apenas cuatro etapas. Así que, si tu agenda es tan apretada como pueden resultar unos zapatos nuevos, esta ruta es la tuya.

4. Al fin del mundo no se va todos los días. Llegar a Finisterre no es solo el fin del camino, sino el inicio de una conexión más profunda con la magia que este lugar histórico encierra.

Ya solo queda por decir ¡Ultreia!, el saludo entre peregrinos cuando te cruzas en el Camino de Santiago y que se puede traducir como ¡Vamos allá!