Libro en papel vs. libro electrónico: la imprenta gana

El libro en el entorno educativo: ¿papel o electrónico?

Libro en papel vs. libro electrónico: la imprenta gana
Libro en papel vs. libro electrónico: la imprenta gana

Hace ya más de dos décadas que llegó a nuestras vidas el libro electrónico. Como cualquier avance de la tecnología, ocasionó un gran impacto en el mercado. Sin embargo, y a pesar de aquella fulgurante aparición, el libro impreso sigue siendo el rey indiscutible en cuanto a ventas. A pesar de encontrarnos en un mundo totalmente digitalizado, donde la información y gran parte del ocio se consume a través de las pantallas y los dispositivos electrónicos, la resistencia de los libros en papel es notoria. Las imprentas de hoy en día, siguen siendo los perfectos baluartes que contribuyen a fomentar la lectura tradicional en un entorno totalmente digitalizado. Aunque podríamos hablar de un milagro, las razones son mucho más sencillas. ¿Quieres conocerlas?

Beneficios del libro en papel frente al libro electrónico

Una experiencia única, táctil y sensorial

Es uno de los aspectos que más inclina la balanza en favor del libro impreso. Sentir el peso del libro entre las manos, hojear las páginas y percibir ese inigualable y distintivo olor de papel, crea una conexión única y sentimental entre el lector y la obra. Esa experiencia sensorial es imposible sentirla ante el libro electrónico que, aunque ha ido ganando en calidad, no puede ofrecer esa conexión tan especial.

Algo más que un objeto de decoración

Más allá del valor literario, cultural y educativo que ofrecen los libros, también resultan ser un símbolo con el que mostrar nuestro grado de implicación ante la vida y el crecimiento personal. Disfrutar de una buena colección, además de mantener nuestra mente activa, da cuenta de una profunda sensibilidad. Es así como va más allá de la propia actividad intelectual para manifestarse como una expresión artística. Una biblioteca bien cuidada ofrece armonía al espacio que ocupa, aportando belleza y un enorme valor estético.

Libros valiosos más allá de la palabra escrita

Los libros, como objeto de colección, van más allá de su función literaria y de su connotación estética. Se trata también de enseres valiosos que van ganando valía según pasa el tiempo. Algunos de ellos, especialmente si se trata de ediciones limitadas o especiales, con ilustraciones u otros detalles únicos, se convierten en auténticas joyas. Disponer de una buena y cuidada colección de libros supone disponer de una considerable inversión, no solo intelectual o emocional, también económica.

Mayor variedad de títulos en papel

Desde el invento de la imprenta allá por el siglo XV, todos los libros han pasado por el formato papel. Así los encontramos hasta el momento actual. Es cierto que, gracias a la proliferación de la tecnología, las obras más recientes se ofrecen en ambos formatos: físico y digital. Aunque se ha realizado un gran esfuerzo en digitalizar todos los libros publicados a lo largo de estos 6 siglos, son muchos los que todavía no han traspasado la frontera tecnológica, por lo que resulta imposible tener acceso a ellos si nos limitamos al ámbito digital. 

Perdurando en el tiempo

Está demostrado que los libros en papel son, casi, eternos. En el mercado de los libros podemos encontrar joyas que han traspasado los siglos sin perder ninguna de sus propiedades. Una buena encuadernación va a garantizar que su uso se prolongue en el tiempo y, como ya hemos visto, permite que el libro gane valor a medida que cumple años. Seguro que la tecnología no logra superar el tiempo con tantas garantías.

Libros que tienen vida propia

Los libros tienen vida propia gracias a que, durante mucho tiempo, logran ser nuestros fieles compañeros. Aquel libro que se disfruta suele tener anotaciones al margen, subrayados, pliegues o dobleces, incluso les acompañan marcapáginas que le aportan un valor añadido. Son libros que nos acompañan en viajes, momentos de ocio o situaciones complejas en las que necesitamos aislarnos del mundo, de ahí que no sea extraño que, en ellos, también se guarden fotografías, algún pétalo de una flor disecada o una carta de amor que creíamos olvidada. 

El libro en el entorno educativo: ¿papel o electrónico?

El mundo de la tecnología ha venido a ocupar y transformar importantes aspectos de nuestra vida, uno de ellos es el educativo. Los libros forman parte indiscutible y fundamental del sistema educativo. Tanto para los docentes como para el alumnado, son pilares cruciales con los que obtener la formación necesaria y los conocimientos precisos para desarrollar la enseñanza adecuada, sea cual sea el nivel exigido. 

A pesar de la constante evolución de la tecnología, los libros de texto en papel siguen siendo la norma principal. Algunos programas educativos autonómicos, tanto de enseñanza primaria y secundaria, están explorando la posibilidad de reemplazar los libros tradicionales por los electrónicos. Esta medida ha generado una serie de controversias entre padres y profesores.

 

Los desafíos de la transición a los libros electrónicos en la educación

La digitalización de los libros de texto se presenta como una nueva forma de avanzar hacia un modelo de educación más práctica y moderna. A pesar de ello, esta transición está repleta de importantes desafíos. La más relevante es la brecha social entre los alumnos. Muchos de ellos todavía no tienen acceso a dispositivos electrónicos o a una conexión de internet estable.

Otro de los problemas que se presenta, y que todavía no cuenta con una valoración sólida a largo plazo, es la fatiga visual que causa pasar largas horas frente a una pantalla. Esta puede acabar derivando en otra serie de problemas, más allá de los propios visuales, como cefaleas.

Controversia entre padres y profesores

La implementación de los libros electrónicos en el ámbito escolar ha provocado que se genere una controversia entre los profesores y los padres. Algunos argumentan que la tecnología puede mejorar la experiencia del aprendizaje, ya que ofrece recursos extras, a nivel multimedia, así como la actualización de datos a tiempo real. Sin embargo, en el polo opuesto, otros temen que la adopción de libros electrónicos acabe por aislar a los estudiantes, y obstaculice la interacción entre ellos de forma física, lo que significaría un terrible retraso en su desarrollo social. 

La resistencia del libro impreso en la educación

A pesar de las ventajas y motivaciones que se ofrecen para digitalizar la educación, el libro impreso sigue resistiendo frente a las nuevas vías tecnológicas. La familiaridad, durabilidad y facilidad de uso son factores determinantes que contribuyen a que siga siendo la herramienta perfecta para las aulas. Los profesores confían en la estabilidad de los libros de texto impresos que seguirán siendo utilizados sin necesidad de depender de la tecnología. Según la experiencia de los docentes, los alumnos con libros digitales pierden concentración y capacidad de escucha y atención, y aunque saben que pueden aportar algunas ventajas, las desventajas son tales que no compensa.

En definitiva, la resistencia del libro impreso en la era digital es toda una realidad. Esto es gracias a que ofrece una experiencia frente a la lectura totalmente satisfactoria. Desde la estética, el valor histórico y personal, así como los beneficios sociales y cognitivos que ofrece, hasta la importancia en el desarrollo educativo en las edades más tempranas, el libro impreso sigue manteniendo una firme postura frente a los nuevos desafíos digitales.

La imprenta, que ha perdurado durante siglos, continúa siendo una fuerza relevante en la educación y entretenimiento del ser humano. Porque como diría el filósofo y político romano, Marco Tulio Cicerón: «Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma». 

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