Talleres y coches eléctricos: ¿se cumplen las expectativas?

Los coches eléctricos han dejado de ser un mero sueño futurista para convertirse en una realidad cada vez más presente en nuestras carreteras. A medida que la conciencia ambiental crece y las regulaciones gubernamentales se vuelven más estrictas, aumenta la demanda de vehículos eléctricos.

Sin embargo, para que esta transición sea exitosa, es imprescindible que los talleres mecánicos afronten los retos y las dificultades a las que se enfrentan. De esto hemos hablado con el especialista en movilidad eléctrica de los proveedores de neumáticos neumaticossoledad.com, quien conoce de primera mano esta problemática.

Mantenimientos novedosos

Aunque los vehículos eléctricos precisan menos tareas de mantenimiento que sus homólogos de combustión, es necesario aprender las nuevas técnicas que estos modelos necesitan. Hay cuestiones muy simples, como por ejemplo arrancar la batería de un coche, que varían de un modelo tradicional a un modelo EV. Esta cuestión, así como otras más complejas, necesitan una formación y un constante aprendizaje que pone a prueba a los talleres.

Lo mismo ocurre con los neumáticos para coches eléctricos, ya que estos vehículos necesitan neumáticos de gran calidad, ya que son coches exigentes con las cubiertas al tener más peso y transmitir el par motor de manera inmediata. Así, poder aconsejar sobre los neumáticos que mejor encajan con cada cliente es también un nuevo reto al que se enfrentan."

Mayor fiabilidad del motor

Un problema adicional es la mayor fiabilidad de los motores eléctricos. Aunque aún está por ver qué es lo que ocurrirá cuando el parque eléctrico envejezca, lo cierto es que, de momento, muy pocos motores eléctricos presentan averías.

Añadimos que este dato no es demasiado relevante, puesto que el parque automovilístico eléctrico es prácticamente nuevo y rueda bastantes menos kilómetros que el parque de coches de combustión.

Baterías: el talón de Aquiles de los coches eléctricos y de los talleres

La batería se revela como la gran oportunidad futura para los talleres: se trata de un componente que, sí o sí, habrá de ser reacondicionado o sustituido a medio plazo. No obstante, a día de hoy la facturación por ese concepto es mínima. ¿Por qué? Porque la inmensa mayoría de talleres no están en disposición de repararlas y las baterías de sustitución tienen precios que rozan lo prohibitivo.

De hecho, un dato preocupante es que en los desguaces no es infrecuente encontrar vehículos eléctricos, seminuevos y con golpes de poca consideración, que no han sido reparados. ¿El motivo? Que el coste de sustituir la batería dañada por el golpe supera al valor venal del vehículo.

Retos a superar

Por si lo anterior fuera poco, hay otras dificultades añadidas:

• El elevado coste de los equipos especiales de diagnóstico y reparación de vehículos eléctricos.
• La falta de profesionales especializados en motores eléctricos, baterías y sistemas electrónicos.
• Los problemas en el suministro de piezas de recambio.
• La insuficiente red de puntos de recarga, el principal obstáculo a la generalización del uso vehículo eléctrico.

En resumidas cuentas, los talleres de coches se están adaptando al desafío que supone la nueva movilidad eléctrica, pero se encuentran con importantes obstáculos que por sí solos no pueden superar. Por tanto, resulta imprescindible una mayor implicación del resto de actores del escenario automovilístico eléctrico, que no son otros que los fabricantes y la Administración pública.