Era su objetivo prioritario

Oriol Junqueras congela la Hacienda catalana

Asume que el proyecto no es viable ahora: no tiene presupuesto, no tiene inspectores y la actual Agencia Tributaria funciona peor que en otras comunidades

Oriol Junqueras en el Parlament.
Oriol Junqueras en el Parlament.

La Hacienda catalana iba a dejar de ser este año una promesa heredada del gobierno de Artur Mas para convertirse en una realidad. Era el proyecto prioritario de Oriol Junqueras, que se hizo con la consejería de Economía con ese objetivo. Sin embargo, el líder de ERC ya ha confirmado a los suyos que la creación del primer organismo independentista tendrá que esperar.

Según explican a El Confidencial Digital dirigentes de Esquerra Republicana muy próximos al propio Junqueras, el vicepresidente de la Generalitat ha decidido no dar un paso más en la puesta en marcha de una Hacienda propia para Cataluña. En estos momentos es imposible acometer el proyecto.

El líder de ERC sostiene que él, a diferencia de Artur Mas la legislatura pasada, “él no va a prometer cosas que no se pueden cumplir”. Y la Hacienda catalana es, ahora mismo, una quimera. Fallan tres pilares fundamentales: dinero para pagarla; trabajadores para llevarla a cabo; y una buena organización que permita integrarla en la actual estructura autonómica.

El veto de la CUP a los Presupuestos, clave

Las fuentes consultadas por ECD explican que el principal impedimento para seguir adelante con uno de los proyectos estrella de la Generalitat es la falta de dinero.

Oriol Junqueras había dotado el proyecto con una partida de 50 millones de euros en los Presupuestos, suficiente para el arranque de la Hacienda propia este mismo año. Con esa dotación, se quería formar en los próximos meses un sólido equipo de inspectores que comenzaran a ingresar dinero a finales de año.

No obstante, el veto de la CUP a las cuentas presentadas por Junts pel Sí ha dado al traste con esa hoja de ruta de Junqueras, que había exigido a Puigdemont “vía libre” para tener a su disposición un dinero con el que ahora no va a contar.

Desde ERC, de hecho, denuncian que el president y Convergència eran conscientes de esa necesidad y no dieron su brazo a torcer: “Se propuso más gasto social para satisfacer a la CUP y lograr un apoyo que era imprescindible. Pero no quisieron”. Ahora, añaden, “la creación de cualquier nuevo organismo en Cataluña ha quedado paralizada”.

Los inspectores pasan del proyecto

Sin embargo, la falta de dinero no es el único impedimento con el que se ha encontrado Oriol Junqueras. Otros reveses han complicado aún más esta iniciativa.

Uno de los que problemas que más ha preocupado al vicepresidente desde su llegada a la Generalitat es “la falta de interés” demostrado por los inspectores de Hacienda catalanes en dejar su actual puesto de trabajo e incorporarse al primer órgano independentista de Cataluña.

Junqueras pretendía que todos aquellos que trabajan actualmente para la Agencia Tributaria en Cataluña se pasaran a la nueva Hacienda propia. No ha sido así. La mayor parte de los funcionarios han rechazado esta posibilidad, después de que los propios sindicatos les advirtieran de las consecuencias legales que eso podía provocar.

 

A esto hay que añadir que las dos oposiciones que se han convocado para entrar en la actual Agencia Tributaria desde el comienzo del desafío independentista y el anuncio de la creación de la Hacienda catalana también han fracasado. “Nadie quiere entrar en un organismo que puede ser disuelto en unos meses”, se escuchaba decir meses atrás por boca de los inspectores.

Tal y como se contó en estas páginas, en la primera de ellas, en 2014, no se cubrió ni la mitad de los puestos ofertados, mientras que en la convocatoria realizada en el primer trimestre de 2016 no se llegaron ni a las diez personas incorporadas.

Hasta en Murcia lo tienen mejor organizado”

Esta falta de personal, unida a la incertidumbre que tienen los actuales inspectores por su futuro, ha provocado un desajuste en la Agencia Tributaria de Cataluña, cuya mala organización juega en contra de los intereses de Junts pel Sí.

Desde el equipo de Junqueras aseguran que, en los últimos años del gobierno de Mas, Convergència descuidó este organismo, pensando ya en la futura Hacienda propia. Eso ha provocado un “gran desorden” en una institución que, sobre el papel, debía servir de germen para la creación de la primera administración de una Cataluña independiente.

Como ejemplo, las fuentes recuerdan que este año solo se recibieron, en las oficinas de la ATC, 178 declaraciones de la renta. El año pasado fueron 222 y el anterior 473. Una tendencia que muestra a las claras los problemas por los que atraviesa este organismo.

El entorno del vicepresidente, conocedor de cómo funcionan las cosas en la Agencia, asegura que es, a nivel estatal, de las peores de España. El resto de comunidades autónomas la tienen más desarrollada: “Hasta en Murcia lo tienen mejor organizado que nosotros”, concluyen.

Se vaticinan dos años perdidos

Con todos estos problemas, Junqueras ha decidido congelar el proyecto de una Hacienda propia a la espera de lo que pasa en los próximos meses, con la anunciada moción de confianza a Carles Puigdemont en el Parlament.

En el mejor de los escenarios, en el que el president lograra apoyos suficientes y se empezara a negociar ya los Presupuestos de 2017, la Hacienda catalana no estaría en pleno funcionamiento hasta 2018, y todo ello –se insiste- si se logran aprobar las cuentas del próximo ejercicio.

La primera recaudación, por tanto, sería ya a dos años vista. Y todo ello, añaden, si el Govern se mantiene y la CUP cambia su actual postura. Hasta que eso no pase, concluyen, Junqueras no dará un paso más.

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