Borrell acepta encabezar la lista del PSOE en las Europeas y dar luego un paso atrás

Josep Borrell será con toda seguridad el candidato del PSOE a las próximas elecciones europeas. Tras jornadas de intensas conversaciones, Pedro Sánchez ha logrado convencer al Alto Representante para la Política Exterior de la UE para que repita como cabeza de lista, tras haber descartado a José Luis Rodríguez Zapatero y ante la negativa de Teresa Ribera.

Borrell conoce desde meses que no va a seguir como Alto Representante de la UE tras las elecciones europeas de junio. En el Grupo Popular Europeo hay cada vez más presión para forzar un cambio, en un puesto que tradicionalmente ha sido ocupado por los socialdemócratas.

Por eso, el círculo cercano al ex ministro de Asuntos Exteriores ya había comenzado a buscar una salida, como en el caso de su exjefe de gabinete, Camilo Villarino, elegido nuevo jefe de la Casa del Rey.

Acepta ser candidato

Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes de la dirección socialista, Borrell ha aceptado encabezar la lista del PSOE a las elecciones europeas del próximo 9 de junio.

La figura de Josep Borrell es la que más convence a Pedro Sánchez en estos momentos, según admiten a ECD en el equipo del líder del PSOE, aunque aseguran que le ha costado retener a su ex ministro.

Por encima de todo, los sondeos que maneja Ferraz dan a Borrell un alto nivel de conocimiento y de aceptación por parte de la población española.

Le avalan también su fama de político de altura y con perfil intelectual, su lealtad al líder del PSOE (fue de los pocos que apoyó a Sánchez en los difíciles meses que transcurrieron entre su caída como secretario general, en 2016, y su resurrección política al ganar las primarias de 2017 a Susana Díaz), su experiencia, y también algunos de sus acentos discursivos más recientes.

Dar un paso atrás

En círculos próximos al Alto Representante de la UE explican a ECD que Borrell ha planteado poder dar un paso atrás a mitad de mandato, para seguir en la esfera política de otra forma más “relajada”.

Reconoce en privado que “todavía tiene mucho que decir”, pero ya no desde la primera línea de una política europea, en la que ha tenido “ideas muy claras” y ha huido de las “medias tintas”.

Borrell cumplirá 77 años el próximo 24 de abril, algo que hará ocupando el cargo de Alto Representante de la Unión Europea (UE), desde el que ha tenido que afrontar la guerra en Ucrania como hito más destacado.

Con esa edad se encamina a repetir como candidato del PSOE a las elecciones europeas del 9 de junio, que abrirán una legislatura comunitaria en la que el exministro de Asuntos Exteriores con Sánchez y de Obras Públicas con Felipe González terminaría con 82 años.

La resistencia de Borrell a completar el mandato sitúa a Iratxe García, actual líder de los socialistas en Europa, como candidata con más papeletas para ser elegida por Ferraz como cabeza del partido en Bruselas hasta el final de la legislatura.

No tiene nada que perder

Las fuentes socialistas a las que ha tenido acceso Confidencial Digital afirman que, para convencerle, entre otros argumentos, Sánchez ha insistido a Borrell en que, “a estas alturas de su carrera, no tiene nada que perder”.

Borrell será candidato por tercera vez pues, antes que en 2019, lo fue candidato en 2004. En ambas ocasiones fue el más votado.

La política europea representó, hace dos décadas, su resurrección como dirigente de primer nivel, después del gran fracaso de su carrera cuando, a finales de los noventa, tras derrotar a Joaquín Almunia en las elecciones primarias que celebró el PSOE en 1998, tuvo que dimitir un año después por un asunto relacionado con su época al frente de la Secretaría de Estado de Hacienda. En concreto, por la acusación de fraude fiscal contra dos de sus más estrechos colaboradores.

Igualmente, Sánchez le ha ponderado que la repetición como cabeza de lista será muy bien recibida entre los socialdemócratas europeos. Incluso veteranos eurodiputados populares aplauden que el ex ministro pueda seguir en Estrasburgo como “una buena noticia; al menos, que venga alguien con cabeza”.

No prescindir de un ministro

Sánchez tiene en cuenta que, colocando a Borrell como cabeza de lista, y con el PSOE en situación electoral delicada, como demostraron las elecciones gallegas, eso le evita tener que “quemar” y prescindir de un ministro, más aún para hacerlo candidato ante un mal resultado electoral. Esa circunstancia le obligaría, además, a una crisis de Gobierno.

La idea de que la candidata fuese la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha quedado descartada. Su perfil se antoja claramente inadecuado, en plena revuelta del campo y por, entre otras razones, las dificultades y restricciones que conlleva la agenda verde para el sector primario, como se denuncia en cada una de las tractoradas que se repiten desde hace meses por todos los países de la UE.

Lo que no impide que pueda ser comisaria en el próximo Ejecutivo de Bruselas, seis años después de llegar al primer Gobierno de Sánchez.

El otro ministro que se había manejado como candidato, Luis Planas, titular de la cartera de Agricultura Pesca y Alimentación, también ha sido descartado precisamente por esas manifestaciones de los sectores bajo su negociado.

Las protestas de los agricultores serán uno de los pilares en los que se asentará la campaña de los partidos de la derecha radical europeos, entre ellos Vox. Como Ribera, Planas lleva también en el Consejo de Ministros desde el primer Gabinete de Sánchez, y ha sido el hombre que, ya desde 2020, con los primeros conatos de rebelión agraria, más se ha empleado en detenerla.

Alineados en Gaza y Ucrania

Y Pedro Sánchez no pasa por alto que las críticas a de Borrell a Israel, por su respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre, han rebasado ampliamente el corsé de su papel institucional, en línea con la postura del Gobierno español sobre el conflicto en Gaza, una posición que soliviantó sobremanera a Tel Aviv, provocando incluso la retirada de la embajadora en Madrid.

El pasado enero, en un acto en Valladolid, el Alto Representante de la UE acusó al Estado de judío de haber contribuido en su día a la creación de ese grupo terrorista.

Poco después, reiteró parecidas críticas en la convención política del PSOE en La Coruña, donde fue obsequiado con uno de los premios Manuel Marín, que se otorgan en memoria del que fuera presidente del Congreso de los Diputados y comisario europeo.

Allí la sintonía de los discursos de Borrell y de Sánchez comenzó a hacer pensar que el Alto Representante sería el candidato socialista el 9 de junio, sobre todo por los elogios que le dedicó el presidente del Gobierno. Un extremo que varios dirigentes del PSOE confirman ahora a ECD.

El PP todavía no tiene candidato

La falta de candidato de los socialistas no es la única. El Partido Popular tampoco ha revelado quiénes encabezarán la lista, aunque se apunta a un tándem entre Esteban González-Pons y Dolors Montserrat.

En febrero, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no había hablado con ningún posible candidato.

La número uno de Sumar para el Parlamento Europeo, Estrella Galán, se anunció como estaba previsto ante la asamblea fundacional de marzo. Y Podemos fue el primero en confirmar a su candidata: la exministra de Igualdad, Irene Montero.