Restricciones en la sede de Ferraz para proteger al personal de las protestas
El PSOE protegerá la sede: favorecerá el teletrabajo hasta que cesen las manifestaciones y evitará eventos
- Limitar la asistencia de los trabajadores
- Posponer eventos
- Casi cuarenta heridos el miércoles
- Contra la amnistía
El Partido Socialista va a reducir el tránsito en su sede de Madrid tantos días como duren las manifestaciones contra la amnistía. La tensión ha sido máxima y este martes por la tarde, los socialistas cerraron todas las sedes del país. Una decisión que se prolongará en los próximos días si las movilizaciones violentas continúan, según ha podido conocer y confirmas Confidencial Digital.
Las protestas comenzaron el pasado sábado y en los dos últimos días han dejado escenas de violencia y enfrentamientos con la Policía Nacional. Unos disturbios que llegan en la recta final de las negociaciones entre Junts per Catalunya y el PSOE para alcanzar un acuerdo para la investidura del candidato socialista y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
Limitar la asistencia de los trabajadores
El plan de Ferraz es evitar que cualquier trabajador sufra acoso, intimidación o pueda resultar herido por la acción de los grupos violentos que han protagonizado los disturbios durante las últimas dos noches. En consecuencia, la sede reducirá el trabajo presencial para evitar que los empleados estén expuestos a una situación potencialmente peligrosa. Se trata de la medida principal que adoptarán los socialistas, según ha podido saber ECD de fuentes socialistas.
"Lo primero es la seguridad", señalan desde la dirección del partido, que confirman estas decisiones extraordinarias "si siguen las protestas". La presión no solo está recayendo sobre trabajadores y militantes rasos de la formación, sino que dirigentes territoriales han llamado a Ferraz para quejarse del 'acoso' que están sufriendo en sus respectivas autonomías, como adelantó ECD este martes.
Posponer eventos
En la sede también se pospondrán actos hasta que la situación se calme, lo que no supone un problema, en principio, para el PSOE. No había previstos grandes acontecimientos durante esta semana. Todas las miradas están centradas en Bruselas y las negociaciones con el equipo de Carles Puigdemont.
Pero también entra dentro de los planes para disminuir la afluencia en la sede. Las fuentes consultadas, sin embargo, no especifican si se va a extender a todas las sedes del país. En principio, es una decisión que solo afectará a la casa de los socialistas en Madrid, epicentro de los disturbios.
Casi cuarenta heridos el miércoles
La situación se convirtió, en la noche de este miércoles, en una batalla campal entre las fuerzas y cuerpos de seguridad desplegados en Ferraz y los manifestantes. El martes, los más violentos ya rompieron el cordón de seguridad que la Policía había fijado, cortando las bridas que ataban las vallas, lo que llevó a los agentes a tratar de dispersar a los exaltados.
Solo 24 horas después, 320 agentes del cuerpo de antidisturbios blindaron la sede madrileña del PSOE. Pero la situación empeoró. El número de ciudadanos se duplicó, pasando de 3.000 a 7.000, según las cifras de la delegación de Gobierno. Una escisión, ante la seguridad ubicada en Ferraz, se dirigió hacia el Congreso para luego regresar a la casa de los socialistas. Una vez allí, trataron de romper el cordón policial, obligando a los agentes a cargar contra los manifestantes, que arrojaron distintos objetos -como botellas o adoquines- a los policías.
El balance de los disturbios se ha saldado con 39 heridos, 29 de los cuales son agentes del orden. Diez, son manifestantes. Además, fueron detenidas seis personas.
Contra la amnistía
Las manifestaciones llegan después de que Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y líder del Ejecutivo en funciones, anunciara públicamente su apoyo a la ley de amnistía: condición indispensable de Junts para votar 'sí' en la investidura de Sánchez que daría pie a un nuevo Gobierno de coalición.
Fue el detonante para que apenas 48 horas después estallara la primera concentración frente a Ferraz. Aunque solo reunió a unos cientos de ciudadanos, fue el germen de las protestas que han inundado la calle Ferraz estos días. El líder de Vox, Santiago Abascal, se unió a las movilizaciones en la noche del martes, para pronunciarse contra la amnistía que supondrá dejar libres de juicio a todos los encausados por el procès separatista y el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Los socialistas ya cerraron un acuerdo con Esquerra Republicana el pasado jueves. Un apretón de manos entre Oriol Junqueras, líder de facto de la formación independentistas, y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia. El pacto asumía la elaboración de una ley de amnistía, la condonación de parte de la deuda catalana y la transferencia de las competencias del cercanías a Cataluña.
Un acuerdo que parecía acercar la investidura, pero que despertó un fuerte malestar en Junts. "Les habéis dado todo", se quejaron desde el partido a Santos Cerdán, secretario de Organización socialista. Las conversaciones ahora se mantienen enquistadas y en el PSOE ya descartan que la investidura se celebre esta semana, y las miradas apuntan a la que viene.
