Pedro Sánchez descartó nombrar ministros afines a Calviño en la crisis de Gobierno para no eclipsar a Yolanda Díaz
Renunció a colocar a Carme Artigas y Xiana Méndez en el Ministerio de Industria para no darle más poder a la vicepresidenta económica frente a la líder de Sumar
- No dar más poder a Calviño
- Descartó la integración en Economía
- El control de Calviño sobre Industria
- Renunció a ministros afines a Calviño
- No hacer sombra a Yolanda Díaz
- Alerta en el PSOE por el impulso a Díaz
Pedro Sánchez salió satisfecho de su papel en el debate de la moción de censura de Vox, que logró una gran expectación política. El presidente aprovechó la ocasión para impulsar a Yolanda Díaz como socia preferente de un nuevo Gobierno de coalición tras las generales, algo que ha tenido en cuenta también en la última crisis de Gobierno.
El líder socialista quiso escenificar durante la moción de censura, de forma expresa y ceremoniosa y en sede parlamentaria, que su apuesta es presentarse a las elecciones previstas para diciembre en una coalición -implícita pero real- con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
No dar más poder a Calviño
Solo unos días después de esa puesta en escena en el Congreso de los Diputados, fuentes próximas a La Moncloa explican a Confidencial Digital que Pedro Sánchez confirmó la voluntad de reeditar la coalición de Gobierno tras cambiar a las ministras de Industria y Sanidad.
Añaden que el nombramiento de los dos sustitutos, Héctor Gómez en Industria y José Manuel Miñones en Sanidad, se traduce en una apuesta políticamente continuista y de confianza personal del presidente
Ha optado finalmente por el canario Héctor Gómez para Industria, lo que supone el rescate para la primera línea política de quien fuera responsable de la promoción exterior del turismo desde Turespaña, y de quien fue hasta julio del año pasado portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, sustituido en el cargo en menos de un año por alguien de perfil más beligerante y conocido, Patxi López.
Lo ocurrido vuelve a ser de nuevo un indicador de que no siempre los relevos de personas de confianza de Sánchez comportan una pérdida de confianza definitiva. Pero, además, según las fuentes del Ejecutivo consultadas, una de las claves que ha provocado el nombramiento de Gómez es la decisión de no dar más poder en el Gobierno a Nadia Calviño.
Descartó la integración en Economía
El presidente descartó desglosar las competencias de Industria, de forma que se integrasen en diferentes ministerios, para evitar una nueva guerra de vicepresidentas. De un lado, se había planteado que las funciones económicas quedaran repartidas entre las vicepresidencias del Gobierno del área económica.
Pero Calviño rechazó abiertamente que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, asumiera más competencias. Recordó que el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, asumió directamente el Ministerio de Industria en 2016 tras la dimisión de José Manuel Soria.
El control de Calviño sobre Industria
El Ministerio de Industria cerró el año pasado con el anuncio de la inminente salida de Reyes Maroto para pelear por el Ayuntamiento de Madrid, pero la salida se ha demorado tres meses, lo que ha generado cierta inestabilidad en el seno del Gobierno.
Una circunstancia que ha elevado el control del equipo de Nadia Calviño sobre el departamento de Maroto, según admiten a ECD en la cúpula económica del Gobierno.
Renunció a ministros afines a Calviño
Una de las alternativas que sonaba con más fuerza para sustituir a Reyes Maroto era que Industria pasase a depender del Ministerio de Asuntos Económicos, o que se colocara al frente a alguien próximo a Calviño.
Y uno de los nombres que barajó Pedro Sánchez fue el de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización, considerada una de las personas de más confianza de la vicepresidenta primera.
Otro de los perfiles que manejó el equipo del presidente del Gobierno es el de Xiana Méndez. La actual secretaria de Estado de Comercio es en realidad una vieja conocida del Ministerio de Asuntos Económicos: entre 2013 y 2015 desempeñó diferentes puestos en la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía, e inició su carrera profesional en 2004 en el Servicio de Defensa de la Competencia en el mismo departamento. Ingresó en el Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, la misma oposición que ganó Calviño diez años antes.
No hacer sombra a Yolanda Díaz
En el Ejecutivo reconocen que la figura de Calviño se había cruzado también en Moncloa como la solución de emergencia para acelerar el retraso en la ejecución de los PERTE, demostrando así su peso en el Ejecutivo y su pragmatismo político.
Pero el presidente ha tenido en cuenta el equilibrio de poder que debe mantener con otra de sus vicepresidentas, Yolanda Díaz, en plena operación de Moncloa y Ferraz a favor de un acuerdo en la izquierda a la izquierda del PSOE, liderado por el proyecto Sumar de la ministra de Trabajo, como única posibilidad para reeditar el Gobierno de coalición progresista presidido por Sánchez tras las elecciones generales de diciembre.
Alerta en el PSOE por el impulso a Díaz
Sin embargo, algunos dirigentes del PSOE han comenzado a alertar en los últimos días del peligro de impulsar a Yolanda Díaz y esgrimen que algunos sondeos detectan una fuga ya de 200.000 votos. Ven necesario medir el apoyo que se le da a la vicepresidenta segunda para evitar un desgaste en su propio partido.
Ese impulso de Pedro Sánchez es visto con desconfianza en sectores del PSOE. Algunos cargos socialistas se felicitan de que Díaz trate de aglutinar a la izquierda a la izquierda del PSOE, pero piden contención en el apoyo. Medir bien.
