El Gobierno y el PNV cierran el primer acuerdo sobre el acercamiento de presos de ETA
Se ha pactado trasladar inicialmente a etarras sin delitos de sangre y a los afectados por una enfermedad grave
La negociación entre los gobiernos central y vasco para el acercamiento de presos de ETA a Euskadi, filtrada a comienzos de semana, está aún en su fase inicial. No hay sobre la mesa, por tanto, una lista de etarras, con nombres y apellidos, que se beneficiarían de esa medida. No obstante, ambas administraciones sí han acordado las condiciones a cumplir por los terroristas.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes de Instituciones Penitenciarias, Moncloa se ha mostrado dispuesta a atender la reivindicación del PNV, recuperada, tal y como se adelantó en estas páginas, después del pacto de Presupuestos para hacer cumplir la llamada “Agenda Vasca”. No obstante, el Gobierno solo aceptará el acercamiento de presos en dos casos específicos.
Enfermos y sin delitos de sangre
En concreto, los únicos presos de ETA que podrán ser trasladados a prisiones próximas al País Vasco serán aquellos que tengan una enfermedad considerada grave y los que no tengan delitos de sangre a sus espaldas.
Para ambos grupos, no obstante, se exigirá también una declaración de arrepentimiento, tal y como se lleva pidiendo a todos los presos que desean acogerse a la llamada “Vía Nanclares” para lograr beneficios penitenciarios, como el propio acercamiento, o la solicitud del tercer grado que les permitiría salir de prisión.
En ese sentido, desde Instituciones Penitenciarias aseguran que el Gobierno “mantiene su posición” sobre el acercamiento de presos, aunque se ha comprometido con el Ejecutivo Vasco a abordar esta cuestión y establecer, tal y como exige Íñigo Urkullu, un calendario de actuación para lo que queda de legislatura.
Ya existe un registro sobre estos presos
La ventaja de acotar los posibles acercamientos a los grupos de presos anteriormente citados es que el Gobierno dispone ya de un registro sobre los etarras encarcelados que no han cometido delitos de sangre y también de aquellos que padecen una enfermedad.
Eso explica, afirman las fuentes consultadas, por qué Moncloa no ha pedido a Instituciones Penitenciarias un informe previo sobre la situación carcelaria de los presos etarras, ya que “tienen muy claro a quién quieren acercar y a quién no”.
No obstante, advierten a este diario técnicos de Prisiones, los datos médicos de los internos deben actualizarse y revisarse, ya que “cada situación es diferente y habrá que estudiar caso por caso” para decidir sobre el acercamiento.
Falta información sobre las cárceles de destino
Otro de los datos que aún no ha solicitado el Gobierno, y que deberá pedirlo en las próximas semanas, es el de la población penitenciaria y el estado de las cárceles de destino a las que llegarían los presos de ETA.
Éstas, según el plan que maneja los gobiernos central y vasco, serían las de Zaragoza (Duera y Zuera), Burgos, Soria, Teruel, León y Asturias, además de las propias del País Vasco.
Algunas de ellas, advierten las fuentes consultadas, necesitarían mejorar sus sistemas de vigilancia y seguridad para acoger a los presos de ETA.
No habrá un acercamiento “de golpe”
Lo que ya ha descartado el Gobierno, explican las fuentes consultadas, es llevar a cabo un acercamiento “de golpe” de todos los presos de ETA que cumplan con las dos condiciones pactadas con el PNV.
En ese sentido, desde Instituciones Penitenciarias advierten de que los traslados se realizarán “poco a poco”, tal y como se ha realizado hasta la fecha. Con la diferencia, eso sí, de que el Ejecutivo de Urkullu quiere “unos plazos de actuación concretos” para que se produzcan todos esos acercamientos.
En todo caso, concluyen desde Prisiones, los traslados tendrán que ser “paulatinos” por razones de seguridad, por lo que no se producirá un movimiento masivo de presos de ETA a corto plazo.