Una avalancha de solicitudes provoca errores en la asignación de destinos en la Guardia Civil

Se han recibido hasta 200.000 peticiones para 8.000 plazas. La Dirección General ha tenido que rectificar varias veces la distribución de puestos

Agentes de la Guardia Civil.
Agentes de la Guardia Civil.

“Improvisación”, “errores, retrasos y graves consecuencias”, “una situación más propia de una comedia de los hermanos Marx”... son algunas de las reacciones entre asociaciones profesionales de la Guardia Civil ante los problemas que está revelando el sistema de asignación de destinos en el cuerpo, según los testimonios recabados por Confidencial Digital.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) resumen el problema: miles de guardias civiles desconocen a fecha del 3 de septiembre cuál será su destino, ante las vacantes que se convocaron en marzo.

Se amplía el plazo

El Boletín Oficial de la Guardia Civil (BOGC) recogía este martes 1 de septiembre una resolución del 28 de agosto “por la que se amplía el plazo para resolver la Resolución número 2030001 de 2 de marzo de 2020 (N.D: 1092), por la que se anunciaron vacantes de provisión por antigüedad para Guardias Civiles en situación de activo”.

La resolución de marzo estableció que el plazo para dictar resolución era de tres meses, y “finalizado el mismo sin resolución expresa, todas las solicitudes se entenderán desestimadas”. El plazo iba a finalizar sin que hubiera resolución, por lo que todas las solicitudes se entenderían desestimadas, lo que habría obligado a volver a convocar un nuevo concurso de vacantes, teniendo por tanto que esperar otros tres meses para dictar resolución con los graves perjuicios que ello acarrea, según AUGC.

Para evitarlo, la Dirección General de la Guardia Civil ha ampliado el plazo para confirmar la adjudicación de destinos hasta el 15 de septiembre. Esta decisión obedece a los fallos que se están produciendo a la hora de asignar a los guardias civiles en las vacantes; fallos que han obligado a rectificar las resoluciones en tres ocasiones.

“Con el colegio de los hijos ya empezado”

En la Asociación Unificada de Guardias Civiles consideran “incomprensible” lo que está ocurriendo con los destinos. Critican que los guardias civiles “están soportando cómo se anuncian avances que, al estar plagados de errores deben ser corregidos, y así llevan ya hasta tres publicaciones diferentes de avances de destinos”.

Es decir, la Dirección General ha ido publicando avances de los destinos adjudicados. Al detectar errores algunos de los afectados, lo han advertido, lo que ha obligado a publicar nuevos avances de la asignación de destinos, corregidos. Pero esto no ha ocurrido una sola vez, sino varias.

De ahí que se haya ido retrasando la resolución definitiva con los nuevos destinos de los guardias civiles. Para dar tiempo a que se solucionen los errores, la Dirección General ha ampliado el plazo hasta el 15 de septiembre, pero eso provoca a su vez otro problema.

Y es que, según AUGC, muchos guardias civiles conocerán sus nuevos destinos “cuando el curso escolar ya ha empezado, lo que originará que los compañeros tengan que matricular a sus hijos, e iniciar el curso, en un centro en el que estarán escasamente un mes, para volver a tramitar documentación y matricularse en otro centro por su nuevo destino (algunos de ellos incluso forzoso)”.

 

Sin compensación

Esta asociación advierte que los errores en los avances de asignación de destinos y los retrasos en la resolución definitiva originarán “una oleada de recursos que podría desencadenar en la anulación de la oferta de destinos (tal y como reza la propia resolución de convocatoria)”.

Para solventarlo, reclama a la Dirección General de la Guardia Civil “que actúe con rapidez, transparencia y responsabilidad a la hora de gestionar los mecanismos que rijan la asignación de destinos a sus trabajadores”.

AUGC destaca que “las vacantes para los guardias civiles son de las principales preocupaciones de los agentes pues de la asignación de destinos incide directamente en su estabilidad profesional y familiar”.

¿Qué ocurrirá si un guardia civil incurre en unos gastos de vivienda, matriculación de sus hijos en un colegio, y a las pocas semanas de comenzar el curso tiene que trasladarse por habérsele adjudicado un nuevo destino más tarde de lo normal? En la Asociación Unificada de Guardias Civiles aseguran que no se le compensa ni indemniza este perjuicio económico ni la molestia en la vida familiar que causa.

Reclaman una reunión con la directora

Desde otra asociación profesional, Independientes de la Guardia Civil (IGC), achacan todos estos problemas a la “improvisación” de la Dirección General: “Venimos observando cómo desde la Dirección General de la Guardia Civil se vienen tomando decisiones a nuestro juicio desacertadas y que conculcan el derecho de todos los guardias civiles a tener una conciliación familiar real”.

Por ejemplo, el anterior Reglamento de Destinos ya se anuló por sentencia judicial. Pero además ha habido otras decisiones que IGC critica: “La asignación de vacantes por necesidades del servicio al personal de nuevo ingreso en la Escala de Suboficiales (con sentencia favorable en Primera Instancia y que da la razón a nuestra Asociación), la creación de Resoluciones aparte para el destino con carácter forzoso de aquel personal de ingreso a nueva escala, la no publicación de todas las vacantes existentes etc, son decisiones erróneas que causan un perjuicio directo al desarrollo de nuestra carrera profesional”.

Ante un nuevo caso esta asociación señala que “desde un tiempo a esta parte la improvisación y la ausencia de un liderazgo real en la adopción de medidas provoca que se instaure un clima de malestar e indignación entre los guardias civiles de todas las escalas”.

Reclama a la directora general, María Gámez, que se reúna con ellos y otras asociaciones para “adoptar un calendario fijo de vacantes, acortar los plazos de resolución de las mismas, publicar todas las vacantes, adecuar la normativa en base a un consenso, de tal manera que una materia tan importante como la de destinos disponga de una normativa adaptada a los tiempos actuales”.

200.000 peticiones para 8.000 plazas

Confidencial Digital se puso en contacto con la Dirección General de la Guardia Civil para conocer los motivos del retraso y los errores en la asignación de las vacantes de este año.

Un portavoz de la Dirección General explica que en un año normal hay dos ofertas de vacantes: una que se resuelve en mayo, y otra en septiembre. Como ocurrió con tantos otros procesos administrativos, la epidemia de coronavirus obligó a suspender la asignación de vacantes de primavera.

“Así que las dos convocatorias se han unido en una, la actual de septiembre”, explican en la Dirección General, y eso ha provocado un atasco importante. Las cifras son inéditas respecto a otros años: para 8.000 plazas vacantes que se ofertaron, la Dirección General de la Guardia Civil recibió cerca de 200.000 peticiones. Hay que tener en cuenta que cada guardia civil puede optar a todas las plazas que quiera, a una o a varias, sin límite.

Con tal avalancha de solicitudes, el sistema informático que gestiona las asignaciones ha ido dando errores. “Y cada vez que se han detectado errores, se han corregido y se han publicado nuevos avances de destinos”, indican desde la Dirección General.

Señalan que el sistema actual es “de lo mejor que hemos tenido”, y que el problema viene del gran número de solicitudes que ha tenido que tramitar. Además, ponen en valor que la decisión de publicar un avance de destinos, corregirlo por los avisos de los afectados y publicar un nuevo avance significa una mejora respecto a lo que se hacía en años anteriores.

Antes, si no se publicaban avances de destinos sino directamente la resolución definitiva, quien consideraba que no se le había adjudicado el destino que merecía en atención a su antigüedad o méritos, tenía que presentar un recurso contra esa resolución definitiva.

“Pero de esta forma tardaban meses en que les dieran la razón”, mientras que ahora con esos avances se han ido corrigiendo errores antes de la resolución definitiva, que se espera para dentro de unas semanas.

Con esas rectificaciones ha sido imposible cumplir el plazo inicial, por eso la Dirección General decidió ampliarlo hasta el 15 de septiembre.

Una norma “de difícil aplicación”

La Asociación Unificada de Guardias Civiles culpa de todo este desajuste a la Dirección General “por impulsar una norma tan compleja que es incapaz de implementar en un programa informático para su gestión, lo que origina fallos constantes en su funcionamiento”.

“La norma que regula algo tan importante para los guardias civiles como son los destinos es muy compleja y de difícil aplicación”, subrayan, y de ello ya habían advertido a la Subdirección General de Personal, y también el Consejo de Estado comunicó este extremo al Ministerio del Interior.

Añaden que “a pesar de todo la Dirección General de la Guardia Civil decidió ignorar las advertencias y aprobó un Real Decreto de Destinos que está provocando errores, retrasos y graves consecuencias para los guardias civiles y sus familias que ven como el programa informático por el que se asignan las vacantes no para de generar errores convocatoria tras convocatoria. Fue el Ministro del Interior, Grande Marlaska, quien decidió desoír las advertencias del Consejo de Estado y hacer caso a los generales”.

Así que responsabilizan al Gobierno, “por hacer oídos sordos a las alegaciones de AUGC y la advertencia del Consejo de Estado”. El anterior reglamento de destinos se anuló el año pasado por una sentencia del Tribunal Supremo, y la alternativa actual no está dando buenos resultados.

“La justificación que se alega para ampliar los plazos es el elevado número de solicitudes que impiden, por el personal y los medios, resolver en el plazo”, apuntan desde AUGC, “pero lo cierto, es que no existe tal motivo, el motivo es el que ya advertimos en su momento y que se produce desde hace años. Tenemos una norma, que no entiende ni quienes la impulsaron y son incapaces de desarrollar dentro del programa informático encargado de su gestión”.

Por último, comparan lo que está ocurriendo en la Guardia Civil con otras administraciones, en las que “en el momento de hacer la solicitud ya conocen el puesto en el que se encuentran, mientras aquí, después de tres meses, todavía seguimos sin saber nada y necesitan ampliar los plazos”.

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