Esta es la carta que salvó a los empleados de la Embajada de España en Kabul

España anunció el pasado 11 de agosto que ultimaba una operación para traer al personal diplomático y colaboradores afganos de la Embajada y las Fuerzas Armadas españolas ante el avance talibán.

Semanas después son más de 1.700 los afganos que lograron subirse a los A400M enviados para evacuar al personal, tras el caos que se apoderó del aeropuerto de Kabul.

Confidencial Digital ha tenido acceso a la carta que ha permitido que los trabajadores de la Embajada pudiesen llegar al aeródromo donde los esperaban agentes y militares españoles.

El documento preparado por el Ministerio de Asuntos Exteriores contiene un listado de personas (nombres y apellidos) que trabajan para la Embajada de España en Kabul y junto a ellos el número de familiares con los que podrán viajar.

“Esto es para certificar que las personas enlistadas debajo se encuentran bajo la protección del Gobierno de España como empleados de la Embajada y tienen la autorización para coger un avión en el aeropuerto HKIA de Kabul, que los llevará a Madrid (España). El vuelo está planificado para el 19-20 de agosto de 2021”.

“El Gobierno de España solicita amablemente a todas las autoridades que les garanticen un pase seguro a ellos y sus familias para que puedan llegar al aeropuerto sin retraso. La Embajada de España en Kabul puede confirmar esta información, en caso necesario, a través de su número de teléfono (…)”.

Primero, la llamada del embajador

Los talibanes avanzaban y las peticiones de auxilio de los afganos crecían. De hecho, saltó a la prensa nacional la movilización de los intérpretes que trabajaron para España, tanto para Exteriores, como para Defensa.

La preocupación fue creciendo y Confidencial Digital recibió varios avisos sobre movimientos diplomáticos y concesiones de visados para viajar a España. Un trabajador de la Embajada adelantó la preparación de un dispositivo desde el Ministerio de Albares para evacuar a los trabajadores.

ECD pudo confirmar entonces con Exteriores que se ultimaba un dispositivo, que minutos después saltó a la prensa.

Mientras los talibanes se acercaban a Kabul la operación se puso en marcha y fueron el propio embajador, Gabriel Ferrán, y su segunda, Paula Sánchez, quienes llamaron personalmente a los empleados de la legación diplomática para explicarles el protocolo de evacuación.

La carta y otros documentos para salvarse

Trabajadores de la Embajada aplauden la preocupación de Ferrán y Sánchez, que se mantuvieron en todo momento en contacto con su equipo.

Explican que les hicieron llegar la carta que les autorizaba a coger el vuelo que les ha salvado de la amenaza talibán.

Aquellos que hubiesen trabajado para España, pero no lo hicieran en el momento actual, podrían acreditarlo con documentos como cartas de reconocimiento o carnets de empleado, a los que ECD ha tenido acceso.

Además, Exteriores trabajó con Interior y Defensa en la identificación de aquellos colaboradores y familiares que se encuentran bajo amenaza y elaboró un listado de personas a las que evacuar.

Comienza la odisea tras un WhatsApp de Ferrán

“No nos es posible salir del aeropuerto. Ni a nosotros ni a ningún país. Han de acercarse ustedes a las entradas de HKIA conforme a notificaciones oficiales”.

Este es el WhatsApp con el que el embajador español pedía a los empleados de la legación que acudiesen al aeródromo.

Tanto él como la segunda jefatura y los policías y militares españoles fueron trasladados al aeródromo de Kabul desde la Embajada de Estados Unidos junto a militares americanos.

Los del equipo de Ferrán tenían que llegar a HKIA, pero el caos se apoderaba de Kabul.

“Tuve que dejar maletas, algunas con documentación personal, pero sino no iba a poder llegar con mi hija, que es una niña”. Multitud, atascos, caos… llegar al aeropuerto era una tarea casi imposible.

Y el embajador, pendiente en todo momento. ECD ha podido saber que se comunicaba con su equipo mediante mensajes y notas de voz por WhatsApp para saber su situación y darles instrucciones.

Historia con final feliz, pero no para todos

No todos lo han conseguido. No todos llegaron a HKIA y se pudieron subir en los A400M.

Pero sí lo consiguió él, un afgano que trabajaba junto a los diplomáticos españoles. Él ha podido llegar a España junto a su mujer y dos hijos.

A duras penas llegó junto a su familia al aeropuerto, donde las tropas españolas les recogieron y subieron a uno de los A400M.

Aterrizaron en Torrejón, allí pasaron horas haciendo el papeleo y la prueba COVID.

Ahora se encuentran en uno de los pisos de protección a los que el Comité Español de Refugiados les trasladó. Sus hijas están escolarizadas y, por el momento, reciben una ayuda económica para comida y ropa. Espera poder trabajar pronto.

Ha tratado de ponerse en contacto con Ferrán y Sánchez para agradecerles la ayuda, pero los números de teléfono ya no existen.

Sin embargo, el final feliz le sabe amargo. Su hermano también colaboró con los españoles y le buscan los talibanes, pero no ha conseguido subir a uno de los aviones del ejército español.