Riesgo de derrumbe en el espigón de Ceuta por el que se cuelan los inmigrantes
El Ministerio del Interior ha detectado que la valla de la playa de Benzú está oxidada y muy deteriorada, y va a reforzar el dispositivo fronterizo
- Perímetro fronterizo de Ceuta
- Incremento de los saltos de inmigrantes
- Cambio de los “puntos calientes”
- Valla oxidada y riesgo de colapso
- Estudio geológico, de mareas...
- Torretas de Melilla
El perímetro fronterizo que separa España de Marruecos en la ciudad autónoma de Ceuta sufre ciertas deficiencias que pueden derivar en daños personales y materiales.
El punto donde se localizan esos problemas es el espigón de la playa de Benzú, en el límite noroeste de Ceuta. Como en El Tarajal, este espigón también lo bordearon los inmigrantes irregulares que desbordaron las fronteras en la avalancha de mediados de mayo de 2021, cuando durante días se colaron en Ceuta miles de extranjeros.
En otras ocasiones también por esa zona entran a nado los inmigrantes sin papeles, que se echan al mar desde el lado marroquí, y o bien a nado, o bien en barcas, tratan de llegar a la playa de Benzú, en Ceuta, sorteando este espigón.
Perímetro fronterizo de Ceuta
El Ministerio del Interior ha reservado 107.115,42 euros para contratar a una empresa que se encargue de realizar un “estudio de estado actual, patologías y actuaciones recomendadas en el vallado y espigón de Benzú en la ciudad autónoma de Ceuta”.
Se trata de un proyecto de la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad, de la Secretaría de Estado de Seguridad.
En los documentos de la licitación, consultados por Confidencial Digital, se describe las actuaciones que Interior y las Fuerzas de Seguridad tratan de llevar a cabo para impedir, en la medida de lo posible, que los extranjeros entren de forma ilegal en Ceuta.
“El perímetro fronterizo de España con Marruecos en la Ciudad Autónoma de Ceuta cuenta a lo largo de su trazado, unos 8,7 kilómetros, con unas infraestructuras de seguridad, adscritas al Ministerio del Interior, que constituyen una importante barrera física para la contención de la inmigración ilegal hacia la ciudad citada”, explica el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
Esas infraestructuras, y los sistemas de seguridad incorporados a las mismas, son “un elemento fundamental para el desarrollo de los servicios de vigilancia y prevención en materia de control de la inmigración que prestan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en particular las unidades de la Guardia Civil encargadas de estas misiones”.
La infraestructura fronteriza se compone de varios elementos: “Obra civil, doble vallado, diversos elementos de contención, caminos de ronda y sistemas y subsistemas de seguridad (detección de alarmas, circuito cerrado de televisión e integración en Centro de Mando y Control, sistemas de iluminación, etc.)”.
Incremento de los saltos de inmigrantes
El Ministerio del Interior constata que “como consecuencia del aumento de la presión migratoria sobre la Ciudades de Ceuta y Melilla se ha experimentado un notable incremento de los intentos para cruzar ilegalmente las respectivas líneas fronterizas con Marruecos por parte de grupos de migrantes (integrados la mayoría de las veces por centenares de personas), por medio de saltos de las vallas por los puntos en las que aquellas presentan mayor vulnerabilidad, o rodeando los espigones que delimitan el perímetro fronterizo aprovechando las mareas bajas”.
Ante esa mayor presión migratoria en las ciudades españolas del norte de África, el ministerio ha realizado en los últimos años obras de modernización en el perímetro fronterizo, en este caso en Ceuta, para mejorar el estado del vallado y para eliminar “los elementos cruentos existentes”, es decir, las concertinas, el hilo con pequeñas cuchillas que se colocó en la parte superior de las vallas fronterizas.
Esas obras de modernización, esos cambios en las vallas, “han modificado la forma y los lugares de intentos de saltos ilegales desde Marruecos”, reconoce por escrito Interior.
Cambio de los “puntos calientes”
Entre las mejoras realizadas sobre el perímetro, explica el ministerio que “se cambió por completo el vallado sobre el espigón de El Tarajal [en la frontera sureste de Ceuta] que estaba muy deteriorado y se mejoró el vallado del espigón de Benzú que, en aquel momento, no estaba en buenas condiciones”.
De nuevo señala Interior que “como consecuencia de las actuaciones realizadas en la primera fase los ‘puntos calientes de salto’ se desplazaron a otras zonas del vallado en la cuales no se ha había intervenido, por lo que se hizo necesario la ejecución de las obras de segunda fase en sendas ciudades autónomas para el refuerzo de estos nuevos puntos”.
Valla oxidada y riesgo de colapso
El problema es que “transcurridos dos años desde las finalización de las actuaciones de la primera fase y debido a los intensos temporales de mar habidos durante el pasado año, el espigón de Benzú, parte final del vallado perimetral, ha ido sufriendo daños que han empeorado en los últimos meses”.
Esos temporales de mar han provocado “lavado de la cimentación”, es decir, erosión por el efecto del agua, “de la punta del espigón”.
Eso ha dejado al descubierto “la estructura que sujeta el vallado (micropilotes), la estructura que conforma el vallado se ha oxidado preocupantemente, y además, se ha podido observar que a lo largo del propio espigón han aparecido varias grietas perpendiculares al mismo que hacen temer por su entera estabilidad”.
Al detectar todos estos problemas, la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad ha concluido que es “necesario conocer a la mayor brevedad posible el estado real y las soluciones más idóneas para garantizar la estabilidad y permanencia del citado espigón”.
Llega a advertir que “el colapso total o parcial” del espigón “podría causar daños personales y/o materiales de difícil cuantificación”.
Estudio geológico, de mareas...
Interior busca ahora una empresa que se encargue de redactar un informe que recoja todas las actuaciones y ensayos necesarios para poder llevar a cabo las acciones recomendadas para la reparación y estabilización del espigón de Benzú en Ceuta.
El ministerio requiere que se realice un estudio patológico del espigón, “que contenga una valoración técnica del estado actual de la infraestructura, tanto sobre el nivel del mar como bajo el agua, para lo cual será necesaria la participación de equipos submarinos para la determinación de daños”.
Ese estudio deberá contempla distintos aspectos: estudio geológico y geotécnico, estudio batimétrico, estudio de oleaje y mareas, ensayos de laboratorio, estado de los actuales sistemas de anclaje y de la capacidad portante del fondo, y finalmente un informe de valoración técnica a la vista de los resultados obtenidos.
Torretas de Melilla
La misma Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad adjudicó hace unos meses otra licitación relacionada con las fronteras con Marruecos.
En este segundo caso, se trataba de contratar “asistencia técnica para la redacción de proyecto para el desmontaje de cuatro torretas de vigilancia del perímetro fronterizo entre España y Marruecos en la Ciudad Autónoma de Melilla”.
