¿Cómo hacer frente a las plagas más frecuentes de la primavera y el verano?

El pasado 20 de marzo de 2021 empezó oficialmente la temporada de primavera, por lo que va llegando el momento de dejar atrás los abrigos. Hablar de la primavera y del verano es sinónimo de altas temperaturas, y por ende, de salir a la calle a aprovechar al máximo los largos días de esta época del año. Sin embargo, no todo son buenas noticias con la llegada de la primavera, debido a que también se produce la aparición de diferentes plagas.

Y es que al igual que en otoño e invierno, lo más habitual es encontrarse con plagas de pulgas, roedores y chinches, durante la temporada de primavera y verano, lo más común es tener que enfrentarse a las plagas de insectos. Las moscas, los mosquitos, las avispas, las garrapatas, las hormigas y las abejas son un claro ejemplo de ello, pero el abanico de posibilidades es mucho más amplio.

Para no tener problemas en este sentido, lo más adecuado es ponerse en contacto con una empresa especializada en el control de plagas como Pineda Desinfecciones, la cual cuenta con más de 40 años de experiencia en el sector. Un negocio profesional que ofrece sus servicios de desinfección y limpieza industrial en toda España, tanto a hogares como a empresas.

Consejos para prevenir las plagas en primavera y verano

Como ya se ha comentado anteriormente, durante los meses más cálidos del año, las personas pueden encontrarse con diversos tipos de plagas en las viviendas. Por lo general, las más habituales son las de mosquitos, moscas y hormigas, sin embargo, también se puede producir la aparición de otros insectos como los avispones, las garrapatas, las abejas y las avispas.

Estas plagas suponen un serio problema para los habitantes de las viviendas, de modo que es necesario aprender a detectarlas para acabar con ellas lo antes posible. En cualquier caso, lo más recomendable es contactar con una empresa de control de plagas como Pineda Servicios Integrados, puesto que trabaja con técnicas y métodos que permiten optimizar la reducción de la especie en muy poco tiempo.

Pero, ¿cómo se puede detectar una plaga de insectos en el hogar? Y lo que es más importante, ¿qué acciones se pueden llevar a cabo para tratar de evitarla? Para salir de dudas, a continuación vamos a detallar algunos trucos y consejos prácticos que pueden ser de gran ayuda a la hora de solucionar este problema a tiempo.

Instalar mallas en los orificios de ventilación

Al igual que ocurre con otro tipo de plagas, muchos insectos suelen entrar en las viviendas a través de los orificios de ventilación. Es decir, estos agujeros son un punto de entrada fácil al hogar, de modo que es muy importante instalar mallas especiales de ventilación en los ladrillos huecos para evitar la presencia de plagas. Este elemento no solo detiene a los insectos, sino también a otras plagas más propias del invierno.

Revisar el estado del tejado

Otro lugar por el que los insectos pueden acceder al hogar es el tejado, de manera que es fundamental revisarlo cada cierto tiempo, sobre todo, antes de que comience la temporada de primavera. En este sentido, los propietarios de las viviendas deben reparar las tejas dañadas, limpiar los tubos de drenaje de deshechos -hay que evitar el agua estancada- y rellenar con cemento las posibles grietas del tejado.

Limpiar el dormitorio en profundidad

Aunque a priori puede parecer un lugar poco relevante, la realidad es que el dormitorio puede llegar a convertirse en un punto estratégico para las plagas de insectos. Por ello, las personas tienen que limpiar esta estancia con cierta frecuencia. Además, los expertos aconsejan instalar mosquiteras en las ventanas, ya que muchos insectos aprovechan la apertura de estos elementos para entrar a los dormitorios.  

Controlar el estado de la cocina

Por último, también es muy importante limpiar la cocina de forma habitual, puesto que todos los insectos se acercan a este espacio en busca de comida. Para controlar la plaga y evitar males mayores, las personas deben vaciar el cubo de la basura a diario, además de mantener limpias todas las superficies de trabajo. Y sobre todo, nunca hay que dejar alimentos abiertos sobre la mesa, la encimera o las estanterías.