Sanidad compara los datos de cuántos españoles sufrían trombos antes de las vacunas contra el Covid

El estudio también incluye la incidencia de problemas respiratorios, diabetes y artritis

Dos personas reciben la primera dosis de vacuna Pfizer contra el Covid-19, a 27 de abril de 2021, en el Hospital de Getafe, Madrid, (España).
Dos personas reciben la primera dosis de vacuna Pfizer contra el Covid-19, a 27 de abril de 2021, en el Hospital de Getafe, Madrid, (España).

Los efectos secundarios de las vacunas del coronavirus son foco de debate para las autoridades sanitarias nacionales e internacionales.

Sin embargo, los efectos adversos de la vacunación podrían no estar directamente vinculados con la administración de las dosis.

Por ello, se ha puesto en marcha un proyecto internacional financiado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que investiga si la incidencia de los ‘efectos adversos’, como el desarrollo de una trombosis o problemas respiratorios, tiene un aumento significativo durante los periodos de administración de la vacuna.          

España participa a través de la Agencia Española del Medicamento en el proyecto ACCESS (Vaccine Covid-19 tracking readiness, disponibilidad de seguimiento de la vacuna Covid-19) en busca de una infraestructura para el seguimiento de las vacunas contra el coronavirus.

Se estudian 37 ‘efectos secundarios’

Se han definido un total de 37 acontecimientos clínicos de especial interés en la farmacovigilancia de las vacunas (AESI, por sus siglas en inglés). Entre estos se encuentran la trombosis, problemas digestivos y problemas respiratorios.

Los datos se recogen en un panel que proporciona una manera interactiva de consultar y explorar las tasas de antecedentes de los diagnósticos de AESI para las vacunas. La información puede ser examinada según la fuente, edad, sexo y año.

Controlar el aumento de la incidencia

Actualmente, se trabaja en el cálculo de las tasas de incidencia basales (en la población general) de dichos AESI por año durante 2017-2020, antes de la vacunación utilizando la información registrada en estas bases de datos informatizadas, que cubren una población de 130 millones de personas.

Las bases de datos que se utilizan corresponden a siete fuentes de datos diferentes de cinco países: España, Reino Unido, Italia, Dinamarca y Holanda. Los datos se irán completando a medida que se vaya disponiendo de datos adicionales.

El conocimiento de estas incidencias basales es clave para analizar si los acontecimientos adversos que se notifican son superiores a la incidencia en la población general.

 

Además, permitirá realizar un seguimiento de la población vacunada y determinar si estas incidencias permanecen constantes o pudieran aumentar durante periodos de administración de la vacuna.

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