Se dice que “sería su tumba”. Hasta nueve veces ha rechazado Barreda crear una comisión de investigación sobre Caja Castilla-La Mancha
Demasiados problemas para José María Barreda, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.
Cuentan que, por un lado, “se ha pillado los dedos” con el Estatuto castellano-manchego en el Congreso. Que, por otro, las encuestas le van muy mal. Que, encima, hay facciones en su partido, con personajes como el discípulo de Bono, el alcalde de Toledo, Emi García-Page, que quieren moverle del asiento.
Pues, con todo, le llega a El Chivato que el mayor dolor de cabeza de Barreda es otro: Caja de Castilla La Mancha. Y que el presidente está deseando que cuaje la operación de Cajastur para así pasar página cuanto antes, aun a costa de los propios trabajadores de la caja, cuya futura situación dista de estar clara.
Tanta es la preocupación de Barreda, que por eso ha rechazado, ya en nueve ocasiones, la puesta en marcha de una Comisión de Investigación en la asamblea regional para aclarar lo que ha pasado. Y para aclarar también el papel de la vicepresidenta manchega, María Luisa Araujo, “terminal” directa de Barreda en CCM.
Barreda no quiere abrir ahora la Comisión de Investigación porque sabe que “esa sería su tumba”, según altas fuentes de la Junta de Comunidades. El papel de Domingo Díaz de Mera, íntimo de Barreda y uno de los mayores deudores de CCM, ahora imputado por la Fiscalía Anticorrupción de Sevilla, es clave en estas preocupaciones de Barreda, por más que desde el entorno del presidente manchego se afirme que "es amigo de todos los empresarios de Castilla La Mancha", y que Barreda quiere investigar "después de la operación de Cajastur".
