Por la boca… ¿Zapatero? no, nunca, jamás

En muchos ámbitos, y también en Ferraz, hay quienes se echan las manos a la cabeza y con los dedos crispados, claman al cielo con aquello de: ¿Zapatero? no, nunca, jamás, ante la remota posibilidad de que Zapatero se ponga al frente del partido.

Desde antes de las elecciones municipales y autonómicas, tras la reaparición de Zapatero (se supone que sólo en cuerpo, porque sabido es que el alma no existe) y ante la caída o “autodefenestración” de Sánchez, se alzan voces que rumorean una presencia del susodicho y su retorno a la política de transparencia, es decir que vuelva a hacer política sin ocultarse en las brumas atlánticas, camino de Eldorado de Maduro.

Los rumores no se adentran a hablar ni entran en detalles del qué, del cómo y del cuándo, aunque algunos en Ferraz se atreven a apuntar que los afanes del “antiguo”, que no emérito, pasarían por una refundación del partido que “se ha fundido” Sánchez y por crear una especie de presidencia al estilo Arzallus en el PNV para -desde “arriba”, y supuesta la experiencia y un fantasmagórico prestigio- tutelar al partido y dirigir las grandes líneas de los candidatos e incluso de los posibles y futuros presidentes. 

Y todo ello sin olvidar que la presencia de Zapatero en un despacho de Ferraz, serviría de freno y de parapeto para un García Page que, tras su andadura feliz en Castilla-La Mancha, podría estar pensando en pasar al otro lado del Tajo y hacerlo incluso con más éxito que su valedor Bono.

En muchos ámbitos, y también en Ferraz, hay quienes se echan las manos a la cabeza y con los dedos crispados, claman al cielo con aquello de: ¿Zapatero? no, nunca, jamás.

Son los que no olvidan la gestión más desafortunada, sectaria y dañina que haya perpetrado un presidente del Gobierno. Gestión fracasada en la economía, sectaria en lo ideológico, nefasta en lo social y deleznable en el concepto de España que deterioró hasta límites insospechados.

Cuando se dice que Sánchez -con su estulticia su mala fe, su afán enfermizo por el engaño, su narcisismo y hasta con sus degeneradas coaliciones y alianzas- ha hecho bueno a Zapatero, es simplemente un desahogo o una forma de decir, por la sencilla razón de que a Zapatero es imposible hacerle bueno en nada. 

Zapatero es el barro más infecto que, como era de esperar trajo los lodos más sucios de Sánchez y con los lodos de uno y los barros del otro, han dejado el panorama que tenemos y que aguarda al que venga detrás, que no solamente va a tener que “arrear”, sino que se tendrá que enfrentar a una de las situaciones más caóticas de la reciente historia de España.

Que Zapatero no reaparezca, nunca, jamás y que -si no hay más remedio- se le vea muy de lejos solamente en fotos, videos, declaraciones, mesas redondas y componendas caribeñas. Y cuanto más de tarde en tarde, mejor. 

 

O sea por Venezuela, Maduro y sus alrededores.

La carcajada: Dice Calviño, entrevistada por Sánchez y arrobada ante la presencia del presidente, presidente, presidente, presidente…. y levitando entre los elogios y los ditirambos de su líder:: “el objetivo para la próxima legislatura es lograr el pleno empleo y reducir a la mitad el desempleo juvenil”. 

Comentarios