Los GEO se arman con fusiles del calibre 7,62 para hacer frente a los Kalashnikov de los yihadistas
Son los Heckler & Koch HK-417, con mayor poder de parada y capaces de perforar chalecos antibala
Las fuerzas de seguridad se refuerzan contra la amenaza terrorista. La última unidad en hacerlo ha sido el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, que han adquirido rifles de mayor calibre. El objetivo es ganar poder de parada y equiparar la potencia de sus armas con los Kalashnikov que utilizan terroristas como los de París o Bruselas.
Han costado 155.000 euros
Los tres terroristas que protagonizaron el asalto a Charlie Hebdo y el posterior secuestro de un supermercado judío en París en 2015 iban equipados con chalecos antibalas. También disponían de ellos algunos de los últimos terroristas detenidos en Bélgica y Francia.
Junto a estas protecciones, las redes yihadistas que operan en Europa tienen acceso a fusiles de asalto tipo Kalashnikov, con calibre 7,62 mm. Un calibre superior a la mayoría de las armas que utilizan actualmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas: principalmente pistolas de 9mm y fusiles y subfusiles de calibre 5,56 x 45 OTAN.
Precisamente por ello, desde que se elevase el nivel de alerta antiterrorista a la escala 4 han sido muchas las ocasiones en las que las fuerzas de seguridad han reclamado más chalecos antibalas y armas de mayor calibre para hacer frente a la amenaza yihadista.
Fusiles más potentes para los GEO
Por ello, Interior ha autorizado la adquisición de 50 nuevos fusiles del calibre 7,62 para los miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional. Se trata concretamente, confirman fuentes policiales, del modelo HK-417 fabricado por Heckler & Koch.
Se trata del mismo fabricante que el del fusil de asalto G36 –calibre 5,56x45-, con el que no sólo operaban ya los GEOs sino también las UIP e incluso las Fuerzas Armadas españolas.
El coste del contrato asciende a 155.855 euros. La Unidad Especial de Intervención, cuerpo de élite de la Guardia Civil, también dispone de este mismo fusil en su armero. Otras unidades están inmersas en procesos semejantes.
Más poder de parada
En caso de un enfrentamiento armado como el que ocurrió en los atentados de París de noviembre, las armas de la Policía y la Guardia Civil tienen menor poder de parada que las que portan los terroristas.
El poder de parada es la capacidad que tienen las balas de frenar a un enemigo causándole un shock hidrostático. Es decir, la potencia con la que una bala golpea un cuerpo y es capaz de derribar al sujeto y causarle heridas por la fuerza del impacto, más allá de las causadas por la entrada del proyectil en el cuerpo.
La experiencia post-Charlie Hebdo
En los atentados de Charlie Hebdo de Paris se pudo comprobar cómo los calibres utilizados por la policía en el asalto al supermercado –principalmente pistolas y subfusiles de 9mm- tuvieron serias dificultades para frenar a Ahmedy Coulibaly.
El terrorista, equipado con un chaleco antibalas, consiguió llegar hasta el umbral de la puerta mientras una decena de agentes de intervención abrían fuego contra él. Algo que, según expertos en armamento de las fuerzas de seguridad consultados por ECD no habría ocurrido de tratarse de munición de mayor calibre.
