Brahim Ghali permaneció en España con DNI español y pasaporte argelino: estos son los documentos

El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, tiene nacionalidad y DNI español desde el año 2004 y un pasaporte argelino. A pesar de que la fecha de nacimiento no concuerda entre ambos documentos, un informe de la Comisaría General de Información de la Policía, al que ha tenido acceso Confidencial Digital, certifica que los papeles eran legales cuando Ghali entró en España el pasado 18 de abril. La investigación en un juzgado de Zaragoza ha revelado que las autoridades españolas no recogieron el pasaporte al jefe de los saharauis, ni a la entrada, ni a la salida del país, por lo que la duda gira ahora en torno a quién dio esta orden y por qué lo hizo.

Este informe policial sobre la identidad personal de Brahim Ghali, con fecha de 30 de julio, detalla paso a paso todos los documentos con los que ha contado en territorio español desde 1999. Los agentes de información aseguran que hay “numerosa documentación, tanto española como extranjera” y que han hecho todas las “comprobaciones” sobre su expedición en territorio nacional.

Desde 1999 hasta 2008 Ghali fue nombrado representante del Frente Polisario en España por lo que se trasladó a vivir en el país. Entonces no tenía documento de identidad español, por lo que el Gobierno estudió la posibilidad de considerarlo agente diplomático. Dado que la República Árabe Saharaui Democrática no es reconocida como Estado en España, esta posibilidad se desechó y se optó por entregarle un permiso de residencia temporal.

No fue hasta 2004, en el momento en el que consiguió su segundo permiso de residencia, cuando el Registro Civil de Valencia le otorgó la nacionalidad y un DNI español por su condición de nacido en el Sáhara durante su pertenencia a España.

En este oficio enviado al Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, los agentes de Información han reunido todos los documentos con los que Ghali pudo obtener su DNI: el documento de identidad Saharaui de Ghali, el registro del Inspector de Policía que certificó su residencia, el acta de nacimiento de la república árabe democrática saharaui, etc.

Concluyen los agentes que “su condición de extranjero residente y de nacional español fue obtenida legalmente, sin que se aprecien indicios de fraude o engaño”. Una vez aclarado que la documentación está en regla, el juez Rafael Lasala centra ahora las pesquisas en descubrir quién dio la orden de entrada de Ghali a través de una base militar, por qué no se le pidió el pasaporte y cómo se coordinó este operativo.

Los datos del pasaporte argelino no concuerdan

De entre toda la documentación enviada al Juzgado y a la que ECD ha tenido acceso, hay algunas fechas y datos que no concuerdan. Sobre todo en lo relativo al pasaporte argelino. En dicho pasaporte Ghali aparece nacido en Argel, cuando tanto en su acta de nacimiento saharaui como en su documentación española indica que lo hizo en Smara (ciudad al noroeste del Sáhara). Además tampoco concuerdan las fechas: en el español pone el año 1948, en el argelino consta un año más tarde, 1949. 

Otro certificado firmado por el embajador de Argelia, Abderrezak Amman, hace constar que “Gali Sidi Mustafa Sidi Mohamed”, titular de un pasaporte argelino, no es de nacionalidad argelina. Fuentes de la acusación señalan esto como una evidencia de que el pasaporte argelino es falso (uno de los delitos que el juez investiga es precisamente el de “falsificación de pasaporte”) porque Ghali no pudo haber nacido en un sitio un año y un año más tarde en otro país. 

En cambio, los agentes de policía exponen en el oficio que “se trata de un pasaporte que Argelia expedía al éxodo saharaui de 1975” y que “según el consulado argelino este pasaporte no sirve para acreditar la nacionalidad argelina” sino que su expedición “se debía a efectos identificativos”. Algo con lo que coinciden las fuentes del entorno de Ghali, que argumentan que es común que los saharauis tengan un pasaporte argelino simplemente para poder viajar e identificarse en aquellos países que no reconocen su República como un estado independiente de Marruecos.

De la misma manera, añaden que las variaciones en el nombre como “Brahim Ghali Moustafa” o “Gali Sidi Mohaed” pueden deberse a errores en la traducción del árabe al francés y explican que en muchos centros de refugiados se expide un documento que se llama de ‘concordancia de nombre’ y que suele subsanar este tipo de fallos.

En cualquier caso, esta será una de las cuestiones sobre las que el juez tendrá que resolver. Así como el hecho constatado de que el líder Polisario ingresó en el Hospital San Pedro de Logroño con dos identidades ficticias. La primera apareció en su registro hospitalario por Covid19 y figura como Mohamed Benbatouch. La segunda lo cita como Mohamed Abdellah en los informes médicos del hospital de Argel del que provenía, tal y como contó El Confidencial.

El jefe de gabinete de Laya en el foco

Con todo esto, el juez trata de aclarar por tanto en qué circunstancias llegó Ghali al aeropuerto y por qué no pasó como cualquier ciudadano normal con su documentación en regla. Investiga posibles delitos de prevaricación y encubrimiento y, por el momento, mantiene como investigado al ex director de gabinete de la exministra de Asuntos Exteriores Arantxa González Laya. Camilo Villarino está citado a declarar el próximo 13 de septiembre.

Por lo que se conoce hasta la fecha de las indagaciones del juez, Ghali llegó en una aeronave argelina y entró en el aeropuerto de Zaragoza, aterrizando en la parte militar. Allí nadie le pidió su pasaporte. El día de su salida, por el contrario, los agentes de Extranjería sí se lo requirieron, pero Ghali alegó que “no poseía documentación” cuando abandonó España. Así lo indica un informe de la Brigada Provincial de Extranjería y Frontera que también ha sido remitido al Juzgado y en el que los agentes se apoyan en el Reglamento de Extranjería para dejar salir al líder Polisario sin documentación.

Concretamente, en su artículo 20 esta normativa dice que “podrán realizarse salidas, con documentación defectuosa o incluso sin ella, si no existiese prohibición ni impedimento alguno a juicio de los servicios policiales de control”. Entendieron los policías que dado que el día anterior, 1 de junio, el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz -que también lo estaba investigando- no puso ninguna medida cautelar, no existía problema para que Ghali abandonara España.