Villarejo sale del hospital y vuelve a la cárcel de Estremera todavía con dolencias

El excomisario se encuentra en los servicios médicos de Estremera todavía sin poder mover el párpado izquierdo y con dolores de cabeza

José Manuel Villarejo.
José Manuel Villarejo.

José Manuel Villarejo ha salido de del Hospital Gregorio Marañón y ha vuelto al centro penitenciario de Madrid VII Estremera. El excomisario fue conducido anoche, tras haberle dado el alta en el Servicio de Neurología aunque persisten las dolencias, según manifiestan fuentes cercanas. 

Por el momento se encuentra en los servicios médicos del centro penitenciario porque persisten los síntomas que le produjeron el ingreso hospitalario: sensación de mareo, dolor en la cuenca del ojo izquierdo, visión doble, pérdida de movilidad del ojo y caída del párpado izquierdo que solo puede levantar con ayuda de la mano. 

"Su recuperación será lenta, probablemente se extenderá durante varios meses, pudiendo requerir tratamiento médico o quirúrgico posterior", ha comunicado su letrado en un escrito. No se han podido saber los motivos de las lesiones que presenta, aunque se relacionan con los problemas crónicos de hipertensión que padece. Aunque, después de todas las pruebas, no se ha podido determinar que se trate de un infarto o una hemorragia cerebral, pero sí que tenga los nervios afectados que permiten la movilidad del lado derecho de la cara. 

Malas condiciones en la cárcel 

El abogado ha denunciado situaciones "degradantes" dentro de la prisión como continuos registros en su celda, numerosos cacheos "algunos de ellos integralmente desnudo". Dice el excomisario que se le ha reducido la medicación por vía oral artificialmente para que pudiera comparecer judicialmente y se le han hecho aislamientos continuados de hasta 24 horas durante 24 días consecutivos. 

El escrito especifica en boca de Villarejo que se le ha sometido a una "montaña rusa emocional" que ha ido minando su resistencia física y psíquica. 

Reitera también que el periodo de cuarentena después del juicio contra el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán se le mantuvo en un aislamiento durante 15 días sin calefacción ni agua caliente. "No pudo realizar ejercicio físico alguno ni siquiera salir a pasear por el patio". Villarejo, para intentar mitigar el frío, tuvo que permanecer "todo el día vestido tumbado en su litera con la única protección de su edredón", manifiesta el comunicado. 

Un fin de semana fatal 

Después de estar varios días con dolores fuertes de cabeza, el sábado 30 de enero empezó a tener visión doble, limitación de la movilidad del ojo izquierdo y caída del párpado. Síntomas que le llevaron al hospital. Un día después, el domingo, por la mañana pidió ayuda a un funcionario pero no fue atendido en la enfermería del centro, según su versión, hasta las siete de la tarde de ese día. 

Pero una vez en la enfermería no le vio un médico, porque todos los profesionales médicos del centro estaban de baja. Motivo por el que Interior está buscando de urgencia tres médicos para incorporar en la cárcel de Estremera, como contó Confidencial Digital. Al día siguiente lunes, Villarejo fue conducido nuevamente a enfermería donde decidieron trasladarle de inmediato al hospital. 

El abogado explica que después de esta situación "va a promover de forma inmediata, el ejercicio de todas las acciones que sean necesarias para que se realice una investigación profunda y efectiva del trato penitenciario recibido". 

 

Además, Villarejo manifiesta que quiere declarar el próximo día 12 de febrero en la Audiencia Nacional, tal y como estaba programada su declaración, así como en la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados sobre Kitchen. 

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