Lo que nadie esperaba en la escala del submarino S-81 en Creta sorprende a su dotación

La presencia del submarino S-81 Isaac Peral en el Mediterráneo ha marcado un nuevo hito durante su despliegue en una operación de la OTAN. Según Puente de Mando, la escala en Creta, dentro de la base naval de Souda, ha permitido a la unidad española recibir una visita que no suele producirse durante una misión activa. Según información disponible en la página oficial del Ministerio de Defensa, estos despliegues cumplen un papel esencial en la vigilancia marítima.

La llegada del submarino a territorio griego se ha visto acompañada de un gesto simbólico que ha puesto el foco internacional sobre la moderna plataforma española. La dotación, inmersa en sus cometidos de seguridad marítima, ha tenido que reorganizar parte de su rutina para atender una presencia institucional de especial relevancia.

El S-81 en Souda durante su despliegue
El S-81 en Souda durante su despliegue

Un despliegue clave en plena misión de vigilancia marítima

El submarino S-81 Isaac Peral, primer buque de la clase S-80 Plus, continúa su despliegue por el Mediterráneo dentro de la operación “Sea Guardian”. Esta misión aliada se centra en reforzar la seguridad marítima, controlar actividades sospechosas y contribuir a la estabilidad regional. Desde su partida, el submarino español ha ido consolidando su papel dentro de la estructura naval de la OTAN, aportando una combinación de tecnología avanzada y capacidad de sigilo que amplía el alcance estratégico de la operación.

La escala en la base naval de Souda, en la isla de Creta, forma parte de las rotaciones previstas para el apoyo logístico del buque. Este enclave es considerado uno de los puntos neurálgicos para la Alianza en el Mediterráneo Oriental, ya que permite a los buques desplegados reponer suministros, coordinar operaciones y mejorar su interoperabilidad con los países aliados.

Una visita institucional que no suele ocurrir en un submarino operativo

En este contexto, la llegada del embajador de España en Grecia, Jorge Domecq Fernández de Bobadilla, ha supuesto un acontecimiento relevante para la dotación. No es habitual que una autoridad diplomática acceda a un submarino en plena misión aliada, por lo que la visita ha sido recibida con especial interés por parte del personal embarcado.

La presencia del embajador ha tenido un doble significado: por un lado, reforzar el respaldo institucional a la labor de las Fuerzas Armadas españolas en el exterior; y por otro, destacar el papel del S-81 como una de las plataformas tecnológicamente más avanzadas que actualmente opera en el Mediterráneo. Con este gesto, España también ha subrayado ante Grecia su compromiso con la seguridad y la cooperación bilateral.

Recorrido por los principales espacios operativos

Durante su estancia a bordo, el embajador ha recorrido varios compartimentos del submarino. La visita comenzó en la cámara de oficiales y en la zona de habitabilidad, donde conviven los 55 miembros de la dotación durante las largas singladuras del despliegue. Estos espacios, optimizados para el confort dentro de las limitaciones propias de un submarino, son el núcleo de la vida diaria a bordo.

A continuación, el recorrido avanzó hacia el local de torpedos, una sección clave para la defensa y la capacidad ofensiva del buque. Allí se explicó el funcionamiento del sistema de armas, los protocolos de seguridad y el modo en que el S-81 integra sensores, sistemas acústicos y tecnología de mando para mantener su operatividad en cualquier escenario.

Un diálogo centrado en la misión y los retos futuros

El comandante del submarino, capitán de corbeta Fernando Clavijo Rey-Stolle, acompañó al diplomático durante todo el recorrido. El oficial detalló las particularidades del despliegue, los desafíos del entorno marítimo y la evolución de las misiones que tienen por delante. La conversación incluyó aspectos como la detección de actividades ilícitas, la cooperación con unidades aliadas y la importancia del S-81 en las labores de inteligencia acústica.

El embajador, además, se interesó por las condiciones de vida a bordo, los turnos de trabajo y las exigencias técnicas que afronta la dotación. La visita finalizó en los compartimentos de propulsión y diésel, esenciales para garantizar la navegación, autonomía y rendimiento del submarino en escenarios prolongados.

Una escala que refuerza la cooperación bilateral

La llegada del S-81 a Grecia marca la primera vez que un submarino de la clase S-80 atraca en un puerto del país heleno. Esta circunstancia contribuye a reforzar los vínculos entre ambos países en materia de defensa y seguridad. España y Grecia comparten su integración en la OTAN, así como su participación activa en misiones de vigilancia y control marítimo.

En Souda, el embajador fue recibido por la guardia del buque siguiendo los honores de ordenanza, acompañado por el agregado de Defensa en Grecia, capitán de navío Ricardo Valdés Fernández. Estos gestos protocolarios refuerzan el mensaje de apoyo institucional a las unidades destacadas en el exterior.

El papel del S-81 en la seguridad del Mediterráneo

El despliegue del S-81 aporta capacidades decisivas para la operación “Sea Guardian”: detección de amenazas, vigilancia discreta, recopilación de información y apoyo a la lucha contra actividades ilícitas en alta mar. Su tecnología permite cubrir zonas de difícil acceso para otros medios, ofreciendo a la Alianza información de alto valor estratégico.

Desde 2017, la participación española en esta misión demuestra el compromiso de España con la seguridad marítima y con la protección de los espacios estratégicos del Mediterráneo. El esfuerzo sostenido de las Fuerzas Armadas españolas se ha convertido en un elemento fundamental en la arquitectura de seguridad de la región.

El paso del submarino S-81 Isaac Peral por Creta, reforzado por esta visita institucional, consolida una operación que combina tecnología, presencia aliada y cooperación internacional en uno de los escenarios marítimos más sensibles del mundo.

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