El aviso que muchos hipotecados pasan por alto este 2026
El comportamiento del euríbor en los próximos meses mantiene en alerta a miles de familias con hipoteca variable en España. Las previsiones del Banco Central Europeo, disponibles en su portal oficial Banco Central Europeo, anticipan un escenario estable que no todos los hogares tienen en cuenta.
Las declaraciones del agente financiero y profesor del IEB Javier Niederleytner, durante una entrevista con elPeriódico, apuntan a un factor decisivo que muchos hipotecados aún no han valorado. Su análisis sugiere que 2026 no traerá el alivio que una parte del mercado espera.
El escenario financiero que inquieta a los hipotecados en 2026
Las tendencias que marcarán la evolución hipotecaria en 2026 empiezan a definirse con claridad. El comportamiento del euríbor, indicador esencial para cientos de miles de hipotecas a tipo variable, se encamina hacia un periodo de estabilidad que limita cualquier esperanza de caídas pronunciadas. Este proceso está estrechamente ligado a la política monetaria del BCE, que mantiene una estrategia de tipos en niveles considerados neutros para controlar una inflación todavía persistente en la eurozona.
Este contexto implica que los hogares endeudados con préstamos variables no deberían esperar reducciones importantes en sus cuotas mensuales. Aunque los ajustes recientes han permitido un pequeño respiro para quienes revisaron después de los picos de 2023, la previsión para 2026 apunta a un margen de movimiento cada vez más limitado.
Una estabilización que marca el ritmo del mercado
Las proyecciones más actualizadas sitúan el euríbor de 12 meses alrededor del 2,20%-2,25% en 2026. Este rango, muy próximo al registrado al cierre de 2025, consolida la idea de que el indicador ha alcanzado un punto de equilibrio. En palabras de Javier Niederleytner, la inflación estructural de la eurozona obliga al BCE a mantener el precio del dinero en niveles de normalización financiera, lo que frena nuevas caídas relevantes.
Para las familias que firmaron su hipoteca variable hace apenas un año, la revisión que llegue en 2026 apenas generará un recorte perceptible. Los expertos estiman que el impacto podría limitarse a cantidades modestas que no alterarán de forma significativa el presupuesto mensual de los hogares.
Cómo afecta la estabilidad del euríbor a las cuotas reales
Los datos recientes de consultoras y portales financieros apuntan que una reducción desde niveles cercanos al 2,70% hasta el entorno del 2,20% apenas genera descensos apreciables en los pagos mensuales. En préstamos medios de 100.000 euros a 25 años, el ahorro puede rondar pocas decenas de euros. Esto evidencia que, cuanto más se acerca el euríbor a la zona del 2%, menor es la capacidad de generar alivio adicional en las cuotas.
Este fenómeno afecta de forma distinta a los distintos perfiles de hipotecados. Quienes contrataron en los años previos a la subida histórica de 2022-2023 ya han sufrido el impacto del encarecimiento de los tipos. Para ellos, la estabilidad actual supone un respiro. Sin embargo, quienes firmaron durante los momentos más altos del euríbor se encuentran en una situación menos favorable, ya que su amortiguación futura será escasa.
La recomendación del experto: actuar antes de que cambie el mercado
Javier Niederleytner destaca un aspecto que muchos hipotecados están pasando por alto: el mercado de tipos fijos ofrece todavía condiciones competitivas, pero estas podrían desaparecer conforme avance el ciclo monetario. El experto indica que existen ofertas en torno al 2% en algunos bancos, especialmente dirigidas a perfiles solventes y con un historial de ingresos estable.
Esta ventana de oportunidad no se mantendrá abierta indefinidamente. Si la economía europea entra en una fase de recuperación o si la inflación vuelve a ganar impulso, los tipos fijos tenderán a incrementarse. Por ello, los hogares con diferenciales altos o contratos a tipo fijo pactados en el peor momento del ciclo tienen margen de mejora si renegocian ahora.
Un mercado inmobiliario tensionado por factores estructurales
Más allá del euríbor, Niederleytner advierte sobre los riesgos que siguen presentes en el mercado de vivienda. La escasez de oferta, especialmente en obra nueva, sigue siendo uno de los principales factores de presión alcista sobre los precios. A esto se suman los costes de construcción, que continúan en niveles elevados debido a la volatilidad del mercado de materias primas.
La regulación del alquiler es otro elemento clave. Las incertidumbres legislativas, la falta de vivienda disponible y los límites impuestos en determinadas zonas han reducido la oferta, provocando todavía más presión al alza sobre los precios, tanto en compra como en arrendamiento.
Lo que debe hacer cada tipo de hipotecado
Las decisiones óptimas dependen de la situación de cada familia. Existen cuatro líneas de actuación generales que los expertos coinciden en recomendar:
- Renegociar con el banco: quienes tienen diferenciales altos o tipos fijos superiores al 3% deberían valorar un cambio hacia productos próximos al 2% antes de que desaparezcan.
- Reservar liquidez: amortizar parcialmente puede ofrecer un alivio inmediato si la cuota sigue siendo elevada.
- No esperar grandes rebajas: con el euríbor estable cerca del 2%, las variaciones futuras serán mínimas.
- Seguir la evolución del mercado: quienes planeen comprar vivienda deben actuar con rapidez, ya que la falta de oferta mantiene precios en niveles altos.
Un 2026 marcado por la estabilidad, no por el alivio
Las expectativas generadas durante los últimos meses han llevado a muchos hogares a pensar que el año próximo traerá nuevas rebajas sustanciales en sus hipotecas. Sin embargo, las previsiones, los datos de mercado y las advertencias de expertos como Javier Niederleytner apuntan a un escenario muy distinto. La estabilización del euríbor limita cualquier mejora significativa.
Los hipotecados deben prepararse para un periodo en el que las cuotas se mantendrán prácticamente estables. El margen de ahorro será reducido y el contexto económico global seguirá influyendo en la evolución del indicador. Como señala el propio Niederleytner, la caída del euríbor “ya no tiene mucho recorrido”, y esto define el verdadero desafío para 2026.

