Público no encuentra solución al hackeo que ha paralizado su web una semana

Este martes, con la jura de la Constitución de Leonor por su cumpleaños número 18, era un día de alto voltaje informativo. Sin embargo, no todos los medios pudieron ofrecer noticias normalmente, ni pudieron trabajar con completa libertad.

El diario Público lleva una semana sin poder colgar contenido en su página web oficial debido a un ataque derivado de un hackeo informático. De hecho, si un usuario entra en la web oficial, se ofrece un mensaje donde se admite que “les están atacando”. Esta agresión ha provocado que la página a donde dirige su link original, www.publico.es, lleve sin actualizarse desde la madrugada del pasado jueves 26 de octubre, y el medio de comunicación no haya podido ofrecer contenido nuevo durante todos estos días.

Ante la imposibilidad de encontrar una solución, la dirección del medio de comunicación decidió crear una nueva web para poder seguir informando, mientras puede solucionar al ciberataque sufrido. Estos días va a ir publicando noticias, reportajes y artículos de opinión en el dominio www.publico.es/es. Se trata de un site alojado en Wordpress.

Mientras tanto, Mediapro ha puesto a un equipo especial especialista en solucionar problemas técnicos a este cometido, para que el sitio pueda volver a la normalidad lo más pronto posible y poder actualizar la portada.

Desde el periódico admiten su preocupación por lo sucedido pero resaltan que su vínculo con sus “lectores y lectoras, y con la información se ha visto, si cabe, más fortalecido”.

Canal de televisión de Público

Hay que recordar que el diario Público va a lanzar un nuevo proyecto audiovisual en las instalaciones del periódico, lugar donde comenzaron las emisiones de ‘La Base’ de Pablo Iglesias, noticia que en su momento adelantó Confidencial Digital.

Con este fin, el medio de comunicación ha mandado un email a sus abonados y socios donde explican que pretenden disponer de “un plató de televisión, un equipo de cámaras y micrófonos, un grupo de magníficos redactores y periodistas, tiempo y pasión”.

Aseguran que cuando se unen todos estos elementos son “mucho más fuertes” sus capacidades de lo que se pudiera pensar. Explican que un canal de televisión se puede “usar para denunciar injusticias” pero también “para lanzar mensajes racistas y machistas llenos de odio y de maldad que calan en los millones de personas que día a día ven sus programas”. Plataformas que optan por la segunda opción, insisten, van extendiendo lemas como “solo vienen a nuestro país a robar”, “tan feminista no será” o “solo son unas feminazis”.