Óscar Puente lanza un aviso contra el uso “irracional” del coche mientras él circula en un vehículo de lujo

El ministerio de Transportes ha lanzado una advertencia clara sobre lo que considera un uso irracional del vehículo privado en las ciudades. Mientras tanto, el propio titular del departamento se desplaza en un vehículo de lujo, lo que ha generado un choque entre el discurso y su praxis.
Mercedes Clase G
Mercedes Clase G

Contexto de la declaración

En un acto organizado por elDiario.es, el ministro de Transportes, Óscar Puente, vino a decir que buena parte del uso del coche privado se destina a desplazamientos que, a su juicio, no serían necesarios. Según explicó, en ciudades de tamaño medio, uno de cada cinco trayectos en automóvil no llega ni siquiera al kilómetro, algo que para él encaja con un modelo de movilidad poco sostenible.

Puente defendió que limitar, e incluso prohibir en algunos casos, determinados usos del vehículo privado es una herramienta que, según su planteamiento, ayuda a cumplir los objetivos de descarbonización y a mejorar la movilidad en las ciudades.

El vehículo en cuestión

La polémica se reaviva al recordar que, hace años, Óscar Puente fue fotografiado al volante de un todoterreno de alta gama: un Mercedes Clase G AMG valorado en más de 170 000 euros.

Ese mismo coche, con motor V8 y un consumo elevado, aparece ahora señalado como ejemplo de una movilidad “irracional” en palabras que el propio ministro ha utilizado al hablar del uso generalizado del coche privado, lo que alimenta el contraste entre su mensaje y su imagen pública pasada.

Inconsistencia en el discurso

El choque está en que, mientras el ministro pide reducir los desplazamientos cortos en coche y pone sobre la mesa limitar su uso, se le recuerda un vehículo personal de altísimo coste y consumo. Esa diferencia entre lo que se predica y lo que se ha practicado es la base del debate sobre la coherencia del discurso institucional y la conducta de quien lo encabeza.

Reacciones políticas

Las palabras de Puente han recibido críticas de quienes consideran que este enfoque termina cargando el peso del cambio sobre el conductor privado, en lugar de centrarse más en incentivar otras formas de movilidad. Al mismo tiempo, su credibilidad se ha puesto en cuestión precisamente por ese pasado ligado a un coche de lujo.

Implicaciones para la movilidad urbana

El mensaje del ministro apunta a un modelo de ciudad en el que se busca:

  • Reducir el uso indiscriminado del coche privado, sobre todo en desplazamientos muy cortos.
  • Impulsar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y otras restricciones al tráfico urbano.
  • Dar más peso al transporte público, los desplazamientos a pie o en bicicleta en áreas urbanas densas.

¿Qué tipos de desplazamientos se cuestionan?

Los datos citados apuntan a que muchos trayectos en coche, incluso en ciudades de tamaño medio, no superan el kilómetro. Es decir, el vehículo privado sigue utilizándose para distancias que podrían resolverse con otras opciones de movilidad.

El debate sobre la libertad de movilidad

En sus intervenciones, Puente ha defendido que entender la movilidad como un derecho absoluto (poder moverse como se quiera y sin apenas límites) es, según su formulación, “el primer atentado contra la libertad real”. Con este argumento, sitúa las restricciones no como una pérdida de libertad, sino como una condición para hacerla compatible con otros derechos y con los objetivos climáticos.

En la práctica, la implantación de medidas de movilidad sostenible no depende sólo de lo que se apruebe en el BOE. También influye la aceptación social, la facilidad de acceso a alternativas reales y la percepción de que los responsables políticos aplican a su propia vida las mismas reglas que proponen.

El llamamiento del ministro a usar el coche privado de forma más racional gana un peso simbólico especial cuando se confronta con la imagen de haber conducido un vehículo de lujo. Esa dualidad deja en evidencia el reto de coherencia que afronta la política de movilidad y refuerza la exigencia de transparencia y ejemplaridad a quienes marcan la agenda de la movilidad sostenible.

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