¿Cómo se rehabilita la fachada de un edificio?

La Rehabilitacion de edificios en Málaga, y en cualquier otra ciudad, casi siempre comienza por la fachada

¿Cómo se rehabilita la fachada de un edificio?
¿Cómo se rehabilita la fachada de un edificio?

La Rehabilitacion de edificios en Málaga, y en cualquier otra ciudad, casi siempre comienza por la fachada. Esta es la parte del inmueble que más sufre al ser la más expuesta a los elementos, lo que la deteriora a un ritmo acelerado.

Estas fachadas suelen ser de gran tamaño, en las ciudades la inmensa mayoría de personas viven en fincas o comunidades de vecinos, de manera que hay que abordar sus arreglos con calma y siguiendo un procedimiento.

Lo primero es hacer una evaluación

Nunca se debe comenzar la rehabilitacion de fachadas malaga sin haber hecho un trabajo previo de evaluación.

Aquí se comprueba el estado del muro, se ven los daños, si existen desprendimientos, grietas, etc. Después se analizan las necesidades (una de ellas suele ser la eficiencia energética) y se hace un estudio de viabilidad para ver lo que va a costar el proyecto.

Comienza el diseño de las actuaciones

Una vez que se sabe que la obra es viable y los vecinos se han puesto de acuerdo con el coste, se empieza una fase de diseño.

El arquitecto hace un proyecto técnico en el que se detallan todas las actuaciones y los materiales. Con él, se pueden solicitar los permisos para la rehabilitacion de fachadas malaga, lo cual se hace en el ayuntamiento.

Se ejecutan las obras

Ya con el permiso concedido, nunca antes, es hora de empezar las obras de Rehabilitacion de edificios Málaga.

Un primer paso es retirar los elementos que se han deteriorado, se limpia bien la pared y se arreglan todos los desperfectos.

Con la fachada limpia se hace la rehabilitación, en la cual se suele escoger un sistema de aislamiento como el SATE, alguna clase de revestimiento, el enfoscado, etc.

 

Siempre se busca que la nueva fachada sea más eficiente, lo que significa que debe ayudar a que la temperatura de las casas sea más alta en invierno y más baja en verano, aislando el interior de la vivienda de las condiciones exteriores.

Cuando esta intervención finaliza, lo usual es que el arquitecto haga un control de calidad, comprobando que el proyecto se ha llevado a cabo tal y como se planeó, lo que no siempre ocurre.

Recepción de la obra

Este es el paso final y en él se verifica por parte de los vecinos que la rehabilitación ha ido tal y como se había planeado. A su vez, se subsanan las pequeñas deficiencias que se hayan podido encontrar y que casi siempre salen a la luz al terminar.

Justo en este momento, la empresa constructora suele entregar un plan de mantenimiento. Los vecinos deben seguirlo al pie de la letra, pues eso es lo que les va a permitir disfrutar de su nueva fachada durante muchos años.

Se trata de una inversión muy elevada, lo que significa que es mejor mantener la fachada haciendo pequeños gastos de vez en cuando, evitando así una obra de tal envergadura cada pocos años. Estamos ante una intervención que provoca muchas molestias y es cara, de forma que no conviene repetirla enseguida.

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