Calviño y Díaz acuerdan quitar el paro a quien rechace tres ofertas de trabajo

Nadia Calviño y Yolanda Díaz negociarán la reforma del subsidio de paro, tras su choque para aprobarla antes de final de año. Economía asume que el cambio no se traduzca en un recorte en las prestaciones, como exigía el Ministerio de Trabajo, pero a cambio la vicepresidenta segunda acepta que se penalice a los parados que rechacen ofertas de empleo.

La reforma de la protección por desempleo en España, que está pendiente para recibir el cuarto desembolso de los fondos europeos, ha generado en los últimos días un enfrentamiento inédito entre el Ministerio de Trabajo y el de Asuntos Económicos, con una escalada de tensión entre ambos que se ha agravado, alcanzando cotas no vistas antes entre dos miembros de un mismo Gobierno.

La raíz del conflicto se encuentra en el diseño de esta reforma, ya que los ministerios que lideran Nadia Calviño y Yolanda Díaz tienen propuestas completamente diferentes.

Duración y cuantía del subsidio

La idea del Ministerio de Economía es que el parado que encuentre un puesto de trabajo mantenga durante un tiempo ambas fuentes de ingresos, pero que el subsidio por desempleo vaya reduciéndose progresivamente hasta desaparecer del todo.

En cambio, Trabajo está a favor de compatibilizar el subsidio y el empleo, pero sólo durante 45 días, una limitación que “fomentará la economía sumergida”, según apuntan alto cargos del equipo de Calviño.

Yolanda Díaz se opone frontalmente a la propuesta de Economía, y fuentes próximas a la vicepresidenta segunda afirman a ECD que el Gobierno no aprobará ningún cambio que suponga un recorte, algo que aseguran que Sumar ha pactado con el PSOE en el marco de la investidura de Pedro Sánchez.

Pretenden, de hecho, mantener el subsidio vigente durante 30 meses y no ir reduciéndolo gradualmente.

No reducir progresivamente la ayuda

Fuentes de la cúpula económica del Gobierno destacan a Confidencial Digital que, a pesar del ruido mediático, el único ámbito en el que chocan frontalmente Economía y Trabajo es en la reducción progresiva de la ayuda.

Fuentes del departamento de Calviño confirman que están alineados con el resto de puntos de la reforma: compatibilizar prestación; dar cobertura a colectivos como el de 45 años sin cargas familiares que hasta ahora no tenían protección; que haya una cartera de servicios e itinerarios formativos y laborales adecuados al perfil y situación personal del desempleado, y demás modificaciones.

No dudar de la honradez de los parados

Por ello, aseguran, Nadia Calviño y Yolanda Díaz van a tratar de solventar este choque, avanzando en las negociaciones por otra vía.

La vicepresidenta primera se ha propuesto también endurecer el régimen de sanciones a los parados que no acepten ofertas de trabajo, así como intensificar los controles de su actividad, algo que en Trabajo critican por considerar que es un acoso y una amenaza continua al parado.

En su opinión, Economía parte de una percepción ideológica cercana a la derecha, que sospecha de los desempleados y considera que prefieren no trabajar o hacerlo en negro.

Los sindicatos han denunciado también que este planteamiento pone en duda la “honradez” de los trabajadores, y sostienen que ninguna persona renunciaría a un empleo digno para cobrar un subsidio que ni siquiera alcanza los 500 euros.

Rechazar tres ofertas “adecuadas”

Sin embargo, las fuentes consultadas por ECD explican que Yolanda Díaz, que inicialmente modificar las posibilidades que tienen los parados de rechazar una oferta de empleo, ha aceptado cambiar el concepto de oferta “adecuada”, a cambio de que no se reduzca la cuantía y la duración del subsidio, como pretendía Economía.

Así, Calviño y Díaz han acordado quitar el paro a quien rechace tres ofertas de trabajo “adecuadas”.

Se considerarán ofertas “adecuadas” aquellas que coinciden con la profesión demandada (en lo que quiere trabajar el parado), las que coincidan con la última que ha tenido el desempleado, o las que se adapten a sus características, pero siempre que la oferta sea para un puesto indefinido que garantice al menos cobrar el Salario Mínimo.

Un año sin infracciones rebaja la sanción

Hasta ahora, en caso de rechazar una oferta de colocación se pierden tres meses de prestación, pero si se rechaza una segunda el periodo de exclusión aumenta a seis meses. Si el trabajador rechaza una tercera oferta, pierde la totalidad de la prestación.

No obstante, el SEPE resetea el contador de sanciones si no se incurre en ninguna durante un año.

Es decir, que, si un trabajador no acepta una oferta de colocación en enero sufrirá una sanción de tres meses de prestación perdida. Si lo hace en febrero del año siguiente, no perderá seis meses de prestación sino que volverá a perder tres meses, ya que habrá transcurrido más de un año desde la primera infracción.