Dirigentes del PSOE sostienen que la ruptura de Junts es una oportunidad y no un problema
Argumentan que les permitirá impulsar a Esquerra Republicana y centrar el foco en medidas progresistas que coloquen a Puigdemont junto a PP y Vox
No todos dentro del PSOE ven un horizonte negro en la decisión de Junts. Hay quien ha decidido ver el vaso medio lleno tras ruptura con el partido liderado por Carles Puigdemont.
- Impacto de Aliança Catalana
- Oportunidad para retratar a Junts junto a Vox
- Medidas que gusten al electorado de izquierdas
- Relaciones futuras entre PSOE y Junts
Altos cargos del Partido Socialista llevan meses vaticinando una ruptura con los independentistas por su giro a la derecha y manifestando en privado fuertes discrepancias por mantener como socio a quien compite con “la extrema derecha en Cataluña”, aseveran fuentes socialistas.
Impacto de Aliança Catalana
En Ferraz admiten que la irrupción de Aliança Catalana ha dinamitado las reglas del juego. Moncloa estaba convencida de que conseguiría domar a Junts tras las elecciones generales de 2023, pero la aparición de Silvio Orriols —que crece por la derecha a pasos agigantados en Cataluña— ha reventado los planes de Puigdemont.
Junts lleva meses extremando el discurso para tapar el flujo de votos hacia Aliança, pero no consigue revertir un trasvase que cada mes es más grande. Parte del equipo de Puigdemont pretende resolver este problema rompiendo con el Ejecutivo central; consideran que el electorado independentista está descontento con Junts por incluirse constantemente en el bloque de investidura —pese a los reveses que ha infligido al Gobierno— y no podrán combatir a Orriols ‘atado’ de la mano del presidente Pedro Sánchez.
La ruptura entre Junts y Moncloa complica aún más la aritmética parlamentaria al Ejecutivo, que no podrá sacar ninguna medida adelante si no cuenta con el apoyo de los independentistas; pero en Ferraz no solo piensan en términos legislativos, sino electorales.
Oportunidad para retratar a Junts junto a Vox
Aunque Puigdemont escenifique una ruptura total, algunos dirigentes del PSOE ven una oportunidad para el partido para retratar a Junts como una formación semejante a Vox en materia de inmigración y contraria a la paz social que busca para Cataluña.
Además de la ley de amnistía, el presidente ha peleado la inclusión del catalán —y el resto de lenguas cooficiales— en el Europarlamento, y el Gobierno ha aceptado transferir las competencias migratorias a la Generalitat. En Ferraz ven estas cesiones como una ventaja para trasladar al electorado catalán que han hecho todo lo posible para “normalizar” la situación en la autonomía y avanzar en el autogobierno, a la vez que señalar a Puigdemont como culpable de aliarse con la derecha y sumarse al viraje conservador que impulsa Donald Trump e impregna a toda Europa.
Medidas que gusten al electorado de izquierdas
Estas fuentes añaden que la ruptura con Junts también permitiría al Gobierno frenar las cesiones a Puigdemont y centrarse en proponer medidas progresistas que retraten el carácter conservador del expresident y realcen a Esquerra Republicana. Voces socialistas con mando en plaza se lamentan del protagonismo de Junts en detrimento de ERC, que ha pasado de ser el socio clave del Gobierno en la pasada legislatura, a perder la mitad de sus escaños en el 23-J.
Y también ven en la decisión de Junts, una manera de volver a centrar el foco en el carácter progresista de ERC y elevar su apoyo en Cataluña. Precisamente, el apoyo de los republicanos permite a Salvador Illa gobernar la Generalitat.
Relaciones futuras entre PSOE y Junts
Sin embargo, en el PSOE tienen la intención de seguir adelante y no descartan acuerdos puntuales con Junts si consiguen cumplir con dos iniciativas que ya están en marcha: el uso del catalán en el Parlamento Europeo y que la ley de amnistía que desbloqueó la investidura de Sánchez se aplique también al expresident.
No todos en Ferraz consideran positiva la nueva posición de Junts. Hay quienes piensan más en convencer a los independentistas de que vuelvan a una senda de diálogo y entendimiento, pero los puentes parecen haber volado con el anuncio, por unanimidad, de romper con los socialistas. La respuesta definitiva de Ferraz dependerá de la letra pequeña.
